México: radiografía de una transformación
Al hacer balance de la fase de grupos de la Copa Confederaciones, una de las conclusiones más claras para la selección mexicana es que ha jugado mucho mejor en los segundos tiempos. En los tres partidos ha arrancado en desventaja y en todos los casos ha sabido recuperarse.
Nuestro análisis (Por Martín Langer, de FIFA.com):
Si bien es cierto que México no ha salido con el mismo nivel de concentración en los primeros tiempos, una de las causas de la mejoría es el sistema de Juan Carlos Osorio. El Tri apuesta por la posesión y los pases cortos en medio campo, y en reducir los espacios en defensa para recuperar rápidamente la pelota. En consecuencia, el equipo contrario se ve obligado a correr tras el balón y a sufrir un mayor desgaste físico. Por ello, en los segundos tiempos los rivales se ven mucho más cansados y México encuentra los espacios para hacer su juego con mayor comodidad. A eso hay que sumarle el sistema de rotaciones que ha implementado Juan Carlos Osorio en la plantilla, que ha permitido a los jugadores delTri estar mucho más frescos que sus rivales en cada partido.
En detalle
México 2-2 Portugal
(1-1, al descanso)
Fue, quizás, el partido en el que El Tri ofreció un rendimiento más parejo en los dos tiempos. En ambos periodos, tras un inicio prometedor, fueron poco a poco dejando la iniciativa a los portugueses, que se adelantaron dos veces en el marcador. Sin embargo, México logró regresar en ambas ocasiones para sacar un peleado empate.
La estadística clave: México tuvo 7 disparos totales y 56% de posesión en la primera mitad. En la segunda, ElTri sumó 4 tiros más y tuvo la pelota 61% del tiempo.
México 2-1 Nueva Zelanda (0-1, al descanso)
Fue la transformación más importante del Tri en el torneo. Después de un primer tiempo caótico, en el que la presión alta del rival lo hizo sufrir, y en el que pudo encajar una desventaja mayor, México fue otro en el complemento. La entrada de Héctor Herrera al descanso permitió al equipo manejar mucho mejor la pelota. La velocidad de Javier Aquino y Jurgen Damm por las bandas fue veneno para los cansados neozelandeses.
La estadística clave: En el primer tiempo, México hizo 5 disparos por 6 de su rival. Los números finales fueron 22 tiros para El Tri contra 10 de los neozelandeses.
México 2-1 Rusia
(1-1, al descanso)
El primer tiempo fue tenso y parejo, con un Tri que parecía afectado por la necesidad de sacar un buen resultado y el enfervorizado ambiente en las tribunas. Una vez más, sufrió la presión alta del rival. En la segunda parte, el equipo se estabilizó y tuvo momentos de excelente fútbol, con opciones para marcar más goles. La estadística clave: México tuvo en el primer lapso 5 tiros a gol por 6 rusos. En el segundo, el Tri acumuló 7 disparos por apenas 4 de su rival, que cometió 20 faltas y vio una tarjeta roja.