“Conservadores quieren eliminar el apoyo popular de la izquierda”
El presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones del FA, dijo que la derecha tiene el objetivo de generar la sensación, en los ciudadanos, de que se han producido actos de corrupción, sin tener con ello ningún tipo de prueba.
Este Plan, que abre sucesivos capítulos con el correr del tiempo, vuelve a presentar un nuevo hecho, propuesto la semana pasada: la condena a Lula. Ante este asunto, el presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones del Frente Amplio, José Bayardi, habló, con LA REPÚBLICA, con el objetivo de brindar un análisis sobre la situación. “El denominado Plan Atlanta fue puesto en conocimiento por el presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), Manolo Pichardo. Es la articulación de los sectores políticos conservadores de la derecha para retomar el control político y económico de la región de América Latina. No olvidemos que en los últimos quince años habían perdido el control político y económico”. Desde el punto de vista de Bayardi, la derecha latinoamericana está articulando una serie de acciones, muchas de ellas expresadas por Pichardo, “para deslegitimar a los gobiernos de izquierda o progresistas y a sus liderazgos. Ellos usan métodos u operadores dentro de los medios de comunicación y del sistema judicial. El fin último es anular el prestigio y eliminar el respaldo popular. Esto se ha venido dando en el decurso de los últimos años en América Latina”.
Situación en Brasil
Para Bayardi, la implementación del Plan Atlanta, en América Latina, puede observarse claramente en el caso brasileño.“No tengo ninguna duda de que, en Brasil, los sectores dominantes han llevado a cabo, con rigor metodológico, lo planteado por el Plan Atlanta. Sin embargo, no debemos olvidar lo siguiente: estos sectores, a lo largo de la historia, llevaron a que Brasil fuera el país más desigual de América Latina y condenaron a la pobreza a millones de personas”. Por tanto, Bayardi considera que los partidos conservadores han llevado adelante un conjunto de acciones con el objetivo de estigmatizar la figura del presidente Lula da Silva. “También realizaron un montón de actos para sacar a la presidenta Dilma Rousseff de su puesto, cuando es una mujer que no se le ha probado ningún indicio de delito”. Con respecto a este caso, explicó que los sectores opositores usaron la penalidad fiscal para atacar a Dilma. Sin embargo, el argumento esgrimido por el cual acusaron a la ex mandataria, fue una forma tradicional de manejar presupuestos de la administración pública. Dicho tipo de administración, según palabras de Bayardi, ha sido utilizada históricamente tanto por los presidentes anteriores a Dilma como por los gobernadores de la mayoría de los Estados brasileros.“Con todo esto, la terminaron sacando injustamente del gobierno”. Asimismo, manifestó que la derecha finalmente realizó un conjunto de condenas, a través del Poder Judicial, sin pruebas a algunos dirigentes. A su vez, resaltó que dichas sentencias todavía están en proceso y fueron llevadas adelante por una dura campaña, realizada por el juez Sergio Moro. Con respecto a este magistrado, Bayardi declaró que“es más un operador político que un operador judicial, por lo que sirve a los intereses de los sectores dominantes”. Con respecto a la situación de Lula, Bayardi considera que no existe ninguna prueba que avale la acusación realizada al exmandatario: “Supuestamente recibió un soborno, a través de un apartamento, por parte de la empresa constructora OAS. Sin embargo, no ha existido ni una sola prueba de la transferencia de la propiedad del bien a la familia del presidente ni a ningún testaferro. Ese insistir e insistir ha estado dirigido a estigmatizar y afectar políticamente al presidente Lula”. Por otro lado, declaró que este tema ya fue denunciado en el Comité de Derechos Humanos de la ONU, el cual, a pesar de ser muy estricto en sus protocolos, ha admitido la denuncia y la está procesando.“Como dije anteriormente, creo que el juez Sergio Moro es un operado político más que judicial. De eso no hay ninguna duda. La idea es atacar al Partido de los Trabajadores.Y esto se demuestra con el siguiente hecho: Moro no ha atacado a otros partidos políticos que han recibido transferencias de empresas brasileras, entre los cuales está el propio partido de la social democracia brasilera. Así que no hay ninguna duda de que esta campaña de desprestigio existe”.
Los hechos en Uruguay
En primer lugar, Bayardi dijo que todas las personas deben sacar sus propias condiciones con respecto a este tema y buscar información, debido a que la tecnología, hoy en día, genera enormes posibilidades para poder llegar a datos precisos. A partir de esa información adquirida, considera que se debe pasar a realizar la composición del lugar y el seguimiento de los hechos que vienen sucediendo en Uruguay.“Cuando hacemos todos esos pasos, llegamos a la siguiente conclusión: es obvio que el Plan Atlanta se quiere llevar a cabo. Un ejemplo de ello es el caso de las famosas Tupabandas. Aún cuando existieron investigaciones sobre todos los hechos, ocurridos en la década del 90 con respecto a este tema, se vuelven a retomar quince o 20 años después por lo que se busca estigmatizar a los políticos de la izquierda uruguaya”. Con respecto a un posible intento de desprestigio al actual presidente de la República, TabaréVázquez, Bayardi entiende que dicha campaña viene siendo realizada desde los últimos treinta años.“Lo único que hace la oposición es desarrollar su carácter prepositivo: quieren dejar sentado, ante la opinión pública, la sensación de que, en Uruguay, el gobierno del Frente Amplio ha incurrido en acciones vinculadas a la corrupción. Es más, ha sido parte del discurso de algunos líderes de los partidos tradicionales. Los discursos van caminando en esta dirección. Sin embargo, no se puede llegar a realizar una campaña que va dirigida a desplazar al Frente Amplio del gobierno sin ningún nivel de pruebas sobre los nombrados actos de corrupción”.
No tengo ninguna duda de que, en Brasil, los sectores dominantes han llevado a cabo, con rigor metodológico, lo planteado por el Plan Atlanta. Estos sectores, a lo largo de la historia, llevaron a que Brasil fuera el país más desigual de América Latina y condenaron a la pobreza a millones de personas”. No se puede llegar a realizar una campaña que va dirigida a desplazar al Frente Amplio del gobierno sin ningún nivel de pruebas sobre los nombrados actos de corrupción”.