Cómo los “memes” de internet lograron convertirse en un arma
Los contenidos multimedia viralizados en redes sociales ganaron protagonismo e influencia.
Un nuevo fenómeno alimentado por las redes sociales ha logrado invadir plataformas como Facebook y Twitter en base al uso de fotografías con textos sobreimpresos, los cuales en su mayoría recurren al humor para transmitir un concepto que puede llegar a propagarse a un nivel casi epidémico en los espacios virtuales y, por consiguiente, ayudar a cimentar una idea con intenciones que, en la mayoría de los casos, distan de ser inocentes.
Conocidos simplemente como “memes”, el nuevo concepto visual podría ser asociado con precursores como las vignette francesas comúnmente llamadas historietas, las cuales han existido por siglos. A su vez, son varios los expertos que sostienen que estos tendrían en sus orígenes a las primitivas pinturas rupestres, los jeroglíficos egipcios y hasta la Columna Trajana.
Fue el zoólogo y científico Richard Dawkins quien en 1976 hizo referencia por primera vez en su libro “El Gen Egoísta” a una revolucionaria hipótesis que dio en llamar “memética de la transmisión cultural”, la cual básicamente proponía la existencia de dos procesadores informativos distintos en los seres humanos.
Dawkins argumentó que uno de los procesadores se manifiesta gracias a la replicación de genes, a través de las generaciones, mientras que un segundo lo hace a nivel cerebral al replicar la información cultural del individuo, algo que el autor asegura puede ser recibido por medio de la enseñanza, la imitación o la simple asimilación.
La idea de los memes como la unidad mínima de información que se puede transmitir adelantaba con exactitud el uso que se le daría a las populares places ya en la era del Internet. Dawkins aseguraba en su libro que los memes conformarían la base mental de nuestra cultura y describiría años más tarde, que las nuevas variantes nacidas en la era de las redes se consolidarían como “un secuestro de la idea original”, en definitiva un concepto evolucionado y mutado de su precursor. Más allá de explicaciones históricas, en un mundo donde cada vez más el uso del lenguaje tradicional se ve simplificado y en muchos casos es prácticamente ignorado gracias a la popularidad de
los denominados emojis, los memes han ganado una tremenda popularidad al poder transmitir de manera exitosa un concepto a través de todo tipo de construcciones multimedia, replicados online de persona a persona hasta que su difusión es casi imposible de detener.
Mientras algunos se atreven a proponerlos como posibles mecanismos de evolución cultural, los memes de Internet han comenzado a ser utilizados de forma masiva con fines de mercadotecnia para promocionar un producto o servicio. Pero fue la última campaña electoral por la presidencia de los EEUU, que enfrentó a Hillary Clinton contra el hoy presidente Trump, el escenario que terminó por consolidar el poder de las populares placas digitales, y sobre todo su influencia en lo que hace a marcar agenda a nivel de la conversación en redes.
Tanto comunicadores como relacionistas públicos, publicistas y profesionales del mundo del mercadeo los utilizan en la actualidad como una herramienta para complementar estrategias de comunicación integrales, gacetillas de prensa y campañas de marketing. Pero, según consigna el periódico The New York Times, son también los poderosos multimillonarios detrás de lo que se conoce como los súper PAC – los que en definitiva son organizaciones que recaudan fondos y los destinan a apoyar a un candidato político – los que han sabido capitalizar al máximo el poder de los memes.
Los acaudalados donantes políticos de los EEUU que disponen de cientos de millones de dólares para ser destinados a financiar las campañas políticas de los candidatos que esperan puedan eventualmente ayudar a llevar adelante su agenda económica, aparentemente hoy día apuestan más por la viralidad en Internet que por spots en medios tradicionales como periódicos, radio y televisión.
Organizaciones con marcada afiliación partidaria, tanto republicana como demócrata, se estarían especializando – según el periódico con base en la ciudad de Nueva York – en crear mensajes pegadizos que sean rápida y masivamente “compartibles” en plataformas sociales, algo que podría haber ayudado – en parte – a darle el triunfo electoral al hoy presidente Trump, gracias al astuto uso que hizo su campaña de las redes.