LA GRIETA
Rechazó al informe del Tribunal de Conducta y realizó graves denuncias de “maniobras y deslealtades”.
La renuncia lejos de calmar los ánimos, exacerbó la grieta dentro y fuera del Frente Amplio. Raúl Sendic dejó la vicepresidencia en medio de un fuerte rechazo al informe del Tribunal de Conducta y graves denuncias de “maniobras y deslealtades”. También lanzó un grave reproche hacia la interna de la fuerza política. Sin nombrar a nadie, aludió a “queridos y apreciadísimos compañeros” a los que acusó de enviarle mensajes por la prensa.
La renuncia lejos de calmar los ánimos, exacerbó la grieta dentro y fuera del Frente Amplio. Raúl Sendic dejó la vicepresidencia en medio de un fuerte rechazo al informe del Tribunal de Conducta y graves denuncias de “maniobras y deslealtades”.
También lanzó un grave reproche hacia la interna de la fuerza política. Sin nombrar a nadie, aludió a “queridos y apreciadísimos compañeros” a los que acusó de enviarle mensajes por la prensa.
Como eje central de su discurso ante el Plenario, cuestionó la decisión de hacer público el informe del Tribunal de Conducta antes de que lo conozca la dirigencia, y lo interpretó como una estrategia para generar una mayor presión mediática.
“No responsabilizo a los compañeros de la Mesa Política porque no lo conocían, pero sí lo conocía el presidente del Frente Amplio que sabía lo que contenía el informe, como también lo conocía yo. Por eso había solicitado que sea considerado por este Plenario directamente, porque es el verdadero tribunal, y porque es desproporcionado, e infundado y porque no tiene pruebas”, señaló.
Lo que más afectó a Sendic fue que se hablara de “malversación de fondos y de uso indebido de dineros públicos”, por lo que entregó al Plenario una copia de su patrimonio “para que se compruebe que no se enriqueció”.
En la misma línea se expresaron los dirigentes de su sector.“Cuando se pasan determinadas fronteras que tienen que ver con el honor y la dignidad de las personas, la paciencia tiene un límite. Entendemos que en realidad la situación de linchamiento público comenzó el lunes 4. Hace una semana que todo el mundo venía opinando”, expresó el diputado Felipe Carballo.
Y deslizó una clara advertencia que puede provocar más de un dolor de cabeza al Frente Amplio: “Hemos sido fieles al gobierno, pero a partir de ahora vamos a hacer un estudio profundo de cada iniciativa, muchas veces no estando de acuerdo con determinadas opiniones hemos sido leales con el gobierno.Vamos a estudiar cada iniciativa y vamos a dar nuestra opinión donde corresponde”, agregó.
El rol del Tribunal
Las palabras de Sendic abrieron el debate del Plenario y provocaron diversidad de criterios sobre la forma de encarar la resolución final. Algunos solicitaron una expresión de respaldo al Tribunal y al presidente del Frente Amplio por las críticas que habían sido planteadas.
Finalmente se acordó un texto que fue leído por el propio Miranda que puso el acento sobre “la reivindicación de los valores y de la actitud ética de toda la actuación política”.
Este aspecto había sido largamente planteado en la semana previa por los sectores que esperaban una sanción dura para el vicepresidente por considerar que se habían violado principios fundamentales de la ética frenteamplista.
Por ello se reivindicó el criterio de que “todos los compañeros frenteamplistas en funciones de gobierno o parlamentarias” deben ser “celosos guardianes y atentos vigilantes”, de la función pública.
Sin hacer hincapié en la función del Tribunal de Conducta, ni ponderar especialmente su gestión, se valoró el “esfuerzo” de todos los frenteamplistas que trabajaron en una resolución de consenso.
Este fue el punto más debatido y con mayor tensión, hasta que se encontró un párrafo de consenso. Desde la conducción del Frente Amplio se pedía un enfático respaldo al Tribunal y a la presidencia
ante las graves acusaciones de Sendic.
Paños fríos
Una vez conocida la renuncia, el senador Mujica habló con Sendic para reconocerle el gesto en pos de la unidad del Frente Amplio y buscar aplacar los ánimos para evitar que la tensión del momento pudiera profundizar la grieta interna y poner en riesgo la mayoría parlamentaria del Frente.
El expresidente conocía desde la noche anterior la decisión que había adoptado Sendic y lo apoyó en todo momento convencido de que había sido lo suficientemente razonada y valorada desde la intimidad de su consciencia.
Pesó mucho la convicción de que más allá de que el Plenario no podía pedirle la renuncia, era imposible mantenerse en el cargo expuesto a las críticas permanentes de la oposición y sin apoyo del propio gobierno.
“Sin respaldo, no puedo continuar”, expresó y recibió el apoyo de Mujica que le aseguró que la continuidad en la militancia le abrirá nuevas oportunidades en el futuro.
Con esa convicción, regresó a su casa el sábado por la noche con la decisión tomada. Ya lo había conversado con su familia que lo respaldaba completamente y con sus compañeros de dirigencia que habían terminado aceptando su resolución. Se lo comunicó al presidente Tabaré Vázquez y esperó el Plenario para hacerlo público.
“Compañeros, frente a esta situación que se ha dado a lo largo de este tiempo, frente a este conjunto de maniobras y deslealtades, yo vengo a decirles a ustedes que fueron los que pusieron la vicepresidencia bajo mi responsabilidad, vengo a renunciar y lo vengo a hacer aquí en este organismo y no mando el mensaje por la prensa como me lo han mandado a decir muchos queridos compañeros, apreciadísimos compañeros”.