Uno de cada cinco uruguayos pagó una coima alguna vez
Nuestro país es uno de los más optimistas de Latinoamérica.
En Uruguay, solo uno de cada cinco ciudadanos cree que los políticos son corruptos y un 22% admite haber pagado coimas para evitar una sanción, según un estudio comparativo sobre corrupción presentado este lunes por la ONG alemana Transparencia Internacional (TI), el cual publicó Subrayado.
En tanto, uno de cada tres latinoamericanos dice haber pagado sobornos en los últimos doce meses en servicios públicos básicos, según el informe “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe”.
El nivel de pago de sobornos en Uruguay -o al menos la admisión- es significativamente baja para el resto del continente.
México es el país donde más encuestados aseguran haber pagado sobornos en el período de estudio (un año), con un 51% de los interrogados, seguido por República Dominicana (46%), Perú (39%), Venezuela (38%) y Panamá (38%).
En el extremo contrario de la región se encuentranTrinidad y Tobago (6%), Brasil (11%), Argentina (16%), Jamaica (21%) Chile (22%), Uruguay (22%), Paraguay (23%) y Costa Rica (24%).
Ecuador y Guatemala
Según este sondeo, que abarcó a 22.000 personas en 20 países de la región, los ciudadanos de Uruguay, Ecuador y Guatemala son los más positivos de los 20 países respecto a su clase dirigente.
En otros países latinoamericanos se desconfía mucho más de los políticos: en Paraguay un 69% de los ciudadanos cree que los representantes de la ciudadanía son corruptos, lo mismo que un 64% de los chilenos y un 62% de los peruanos.
Un 19% de los uruguayos cree que los policías son corruptos, en contraste con el 73% que lo considera así en Venezuela, o países como Bolivia, México o Paraguay, en los que el porcentaje oscila entre 61 y 64%.
La corrupción no es un fenómeno fácil de combatir, sobre todo si es el Estado el que la promueve, ya que casi un tercio de quienes las denuncian sufre represalias, según el relevamiento.
En total, dos tercios de los encuestados consideran que la corrupción ha aumentado en los últimos doce meses, aunque con diferencias considerables entre países: mientras en Venezuela un 87% cree que ha crecido, en Argentina solo un 41% lo percibe así.