Se cuadriplican los muertos por heroína
Casi el 100% de la droga proviene de México.
En EEUU, el número de muertos por sobredosis de heroína se cuadruplica en 5 años, llevando aWashington a decidir declarar una emergencia nacional. Nunca antes en la historia, una Administración de Estados Unidos declaró emergencia nacional por una crisis de este tipo, que se produjo entre los años 2010 y 2015.
Según el último informe anual de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés), en el último ejercicio analizado las muertes se situaron en un récord de 12.898, lo que supone un salto del 328% respecto al balance de tan solo cinco años atrás.
Muchas adicciones han comenzado con el mal uso de medicamentos contra el dolor, fármacos peligrosos prescritos por los médicos con demasiada ligereza, un fenómeno que se suma al consumo de heroína o cocaína tradicional. Entre otros, la DEA tiene en su punto de mira el fentanilo, el opiáceo que puede ser 50 veces más potente que la heroína.
Los cárteles mexicanos se mantienen como los principales suministradores de droga en Estados Unidos y la DEA no prevé que ese dominio cambie a corto plazo, pese a la caída en los últimos tiempos de figuras como
el Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en su día el mayor traficante del mundo, y las guerras intestinas que se han desatado en Sinaloa tras su reclusión en EEUU.
“Ninguna otra organización dispone actualmente de una infraestructura a nivel nacional que pueda competir con las organizaciones criminales mexicanas”, señala el informe, con Sinaloa, Jalisco Nueva Generación o los Zetas a la cabeza.
El 93% de la heroína que EEUU incautó en 2015 y la DEA analizó provenía de México. El cultivo de opio se ha disparado en los últimos años en el país, hasta sumar una superficie de 32.000 hectáreas en 2016, lo que supone un potencial de producción de 81 toneladas métricas de heroína, el triple que tres años antes. Los traficantes colombianos, en paralelo, siguen siendo los grandes productores de cocaína y, según la Agencia Antidroga, este control aumentará en los próximos años debido al aumento de los cultivos.
Esta tendencia ha provocado fricciones entre EEUU y Colombia recientemente. En septiembre, la Administración del presidente estadounidense Donald Trump acusó a Bogotá de incumplir sus compromisos internacionales y advirtió de que, si no se frena la producción de cocaína, podría acabar por incluirles en una suerte de lista negra de países que, según Washington, no luchan lo suficiente contra la droga. La DEA deja en interrogante el efecto que pueda tener el proceso de paz. En teoría, el pacto de noviembre de 2016 establecía que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acabaría con las operaciones ilícitas de coca, aunque la agencia estadounidense asume que algunos exguerrilleros se involucrarán en el negocio del narcotráfico. Trump ha prometido declarar una situación de emergencia nacional por la droga, como si se tratase de un terremoto o un ataque terrorista, algo que no tiene precedentes en la historia de EEUU (sí lo habían hecho algunos Estados a nivel individual).