Vivienda: derecho o mercancía
Hemos dicho en más de una oportunidad que el problema de la vivienda es un tema esencialmente político y como tal debe de tratarse.
Ya se cumplen cinco años de aprobada en nuestro país la denominada ley de vivienda de interés social o Livis.
Ya por suerte son varias las voces que se alzan contra esta ley, sin embargo nada pasa y sigue para adelante.
La renuncia fiscal del Estado es millonaria a favor de las empresas constructoras y lo que éstas han construido está muy lejos de ser vivienda de interés social.
Para que el lector tenga una idea el metro cuadrado de construcción alcanzó en estas viviendas a cifras tales como U$S 2.600, es decir que las empresas han colocado al precio de venta ello y generado una ganancia del 100%.
Las últimas tímidas medidas adoptadas por el Ministerio de Vivienda han sido “topear” los costos de las mismas, luego de que durante todos estos años hicieron lo que quisieron dichas empresas.
En el Parlamento, por su parte una serie de declaraciones contra esta ley solo han quedado en ello, mientras esperan en los cajones del Palacio la aprobación de varias leyes como la rebaja del interés para las Cooperativas de Vivienda, que sí efectivamente es de sumo interés social.
Un gobierno progresista aún con todas las limitaciones que demuestra en términos de tocar al capital, perfectamente podría derogar la Livis y dar paso a otras leyes que los verdaderos ciudadanos que están dentro del déficit habitacional están esperando.
El debate siempre está planteado si concebimos la vivienda como un derecho o como una mercancía. Ya no hay duda alguna que distintos tratados internacionales ya se han pronunciado acerca del derecho a la vivienda. En nuestro país el año entrante se cumplirán 50 años de aprobada la ley nacional de vivienda del año 1968. Ley que tenía todos los componentes para que efectivamente pudiéramos atender el déficit habitacional y lograr abatirlo. Se definía desde la financiación, las formas de pago y la calidad de vivienda que el Estado debía de proporcionar a la sociedad. Ley que además es ejemplo hasta el día de hoy a nivel internacional y que gran parte de la misma se la debemos a Juan Pablo Terra.
El gobierno actual no solamente tiene la responsabilidad de reivindicar dicha ley, sino que además debe de hacer un balance a fondo de lo realizado hasta el momento y derogar de una vez por todas una ley como la Livis que solo favorece al capital de la construcción e inmobiliario.