TRES OPCIONES
El Dr. Jorge Barrera, Marcelo Areco e Ignacio Ruglio plantean en las páginas de TRIBUNA su propuesta para el socio de Peñarol. De estos tres candidatos surgirá el próximo presidente del club, en una elección histórica ya que marcará el fin de la “Era Dami
J orge Barrera, otro de los serios candidatos a adueñarse del puesto que dejará vacante Juan Pedro Damiani, será el representante del oficialismo en las elecciones que se llevarán a cabo mañana. El abogado, que compondrá dupla con Rodolfo Catino, habló con TRIBUNA sobre los motivos por los que considera que los socios deben respaldarlo en la importante cita de mañana.
¿Por qué debería acompañarlos el socio?
Porque somos un conjunto de personas que viene trabajando en el club hace nueve años, que ha podido realizar transformaciones que han generado un salto cualitativo importante. Muchas de esas transformaciones son objeto de estudio en distintas universidades de América.
Porque hace 9 años, cuando llegamos a la gestión, había 7000 socios y hoy hay 100.000.
Porque cuando asumimos en el club, las divisiones juveniles no estaban a la altura de lo que es Peñarol. Nueve años después, el club no solo es protagonista en todas las tablas, campeón en la mayoría de las divisiones e importante aportador de jugadores para las selecciones uruguayas.
Hemos incorporado, a raíz del trabajo de Rodolfo Catino en juveniles, jugadores a Real Madrid, Barcelona y Manchester United.
Porque a lo largo de esos nueve años, hemos entendido que el objetivo del club era obtener campeonatos locales e internacionales. Pero para que eso no sea una promesa vacía o un acto de deseo, hemos formado un cuerpo de gerentes que está en el diagnóstico, organización y el planteo de la política del club, y luego en la ejecución.
Porque hemos incorporado personas que nunca habían estado en el Consejo Directivo. Como el ingeniero Alejandro Ruibal, lo que significa el aporte de un hombre que tiene un sello y un anclaje muy directo en la unidad de negocios del estadio. A él le pedimos que vaya a desarrollar, si ganamos la elección, la ‘unidad de negocios estadios’ para que el Campeón del Siglo se utilice no solamente las dos veces por mes, cuando somos locales.
Queremos que existan una cantidad de eventos, ya sea para beneficio del socio o de la comunidad, generando espacios públicos y que tengan contenido y valorativo para acercar a la gente de la zona. También va a trabajar en la accesibilidad al CDS, que ha mejorado pero que tenemos que profundizar.
Pero diría, principalmente, porque tenemos tres proyectos que yo considero claves. El primero es el desarrollo de escuelitas de fútbol para niños en el interior del país. En algunas ya está trabajando intensamente Mario Saralegui. Esto le permite a las escuelitas dos cosas: actividades lúdicas y complementarias. Queremos utilizar el fútbol, que es el elemento movilizador de niños más importante, y a partir de ahí combinar lo lúdico con lo deportivo y lo valorativo.
Porque tenemos una firme decisión de profundizar el Peñarol inclusivo, que ya venimos desarrollando, por ejemplo, con el fútbol para ciegos. Tenemos gente muy capaz para implementar los mecanismos para seguir creciendo en eso.
Porque tenemos, además, un departamento de desarrollo institucional en el cual, en caso de ganar la elección, lo vamos a instrumentar para utilizar más la tecnología, para que haya un mayor ida y vuelta entre el socio y el directivo, entre el socios y el club.
Y sobre todo porque somos un grupo político que hizo una campaña electoral sobre la base de hablar de estos temas, de generar credibilidad. Sabemos que estamos ante un momento histórico, en que el club está viviendo un cambio único, que significa que luego de 70 años, no va a haber un apellido Damiani, Guelfi o Cataldi en las elecciones.
Eso requiere un presidente que tenga convicciones firmes, que tenga claro hacia dónde va, y cuente con un grupo de trabajo que lo sepa elegir bien. Que pueda asignar responsabilidades y elija a gente probada, que ante las dificultades tenga la experiencia de sortear complicaciones o administrar momentos de bonanza.
Creemos que eso es muy importante. Peñarol no puede ir hacia una aventura. Es un club demasiado grande como para experimentar. Peñarol puede mirar lo que acontece en muchos clubes de la región, en los que las apuestas a proyectos con lindos títulos y poco contenido, o que eran experimentos, voluntarismos sin soporte en muchas áreas, han fracasado. Así que es claro que no es un modelo para el club más grande del Uruguay.
Esta elección es histórica. Le va a permitir al socio elegir sobre dos modelos de club.
Somos un conjunto de personas que viene trabajando en el club hace nueve años, que ha podido realizar transformaciones que han generado un salto cualitativo importante. Muchas de esas transformaciones son objeto de estudio en distintas universidades de América”.
Peñarol necesita un presidente que tenga convicciones firmes, que tenga claro hacia dónde va, y cuente con un grupo de trabajo que lo sepa elegir bien. Que pueda asignar responsabilidades y elija a gente probada”.
“Peñarol, al recorrer todos los estratos de la sociedad y recorrer todos los rincones del país, además de tener el objetivo de ser campeón en lo deportivo, debe también cooperar con la sociedad uruguaya, siendo un generador de valores”.
¿Se ve ganador? ¿Cómo ve que algunas encuestas lo den ganador?
Yo deseo fervientemente ser presidente de Peñarol, quiero serlo. Porque creo que este camino que se ha emprendido no se puede detener. Peñarol, al recorrer todos los estratos de la sociedad y recorrer todos los rincones del país, además de tener el objetivo de ser campeón en lo deportivo, debe también cooperar con la sociedad uruguaya, siendo un generador de valores que puedan permitirle a la gente generar mayores actos virtuosos y actos deportivos en familia. Eso es una obligación que todos tenemos responsabilidad debemos realizar.
Sé que he cometido errores en la vida, y cometeré errores. Pero tengo claro que el equipo que el equipo de gente que armé, y la que se va a sumar más adelante, sabiendo que a lo largo de la campaña ponderó el respeto hacia los demás peñarolenses que compiten en esta elección, me da la tranquilidad de poder sentarme con ellos al día siguiente que termine el acto eleccionario sin pasar cuentas, teniendo espalda ancha y corazón grande, que son dos características que yo le imagino al presidente de Peñarol.
Corazón grande para saber perdonar y entender las situaciones, y espalda ancha porque vamos a vivir momentos de alegría, como nos tocan hoy, y de los otros, donde se necesita un presidente que tienda puentes y tenga calma, pero que también se sepa enfrentar a la adversidad.