“Uruguay en Guaraní”del Mapi a China
En abril y mayo la exposición arqueológica uruguaya llegará al Museo nacional de arte en Beijing.
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Uruguay en Guaraní”fue la primera exposición internacional itinerante de arqueología uruguaya en la historia del país y se presenta en Montevideo luego de su exitosa gira por Europa entre 2014 y 2017. La muestra ya recorrió el Museo Vaticano, Museo Etnológico de Hamburgo, Museo Valenciano de Etnología, Museo Arqueológico Provincial de Alicante y Museo Ruso de Etnografía de San Petersburgo.
“Uruguay en Guaraní”, refleja el trabajo científico realizado durante más de 25 años por la arqueóloga Carmen Curbelo y su equipo, desde el Programa de Rescate de la Identidad Indígena Misionera (PROPIM) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, y con el apoyo del Centro Universitario de Tacuarembó (CUT) de la Universidad de la República.
La exposición viajará luego a Beijing para presentarse durante los meses de abril y mayo en el Museo Nacional de Arte de China, en el marco de las celebraciones de los 30 años de relaciones diplomáticas entre la República Oriental del Uruguay y la República Popular China, organizada por la Embajada de Uruguay en ese país, con el apoyo del INAC - Instituto Nacional de Carnes y la colaboración del Instituto Confucio de la Universidad de la República (UDELAR).
Uno de los lugares más investigados ha sido en la zona de San Francisco Borja del Yí, en el norte del departamento de Florida, donde estuvo el último pueblo misionero guaraní en Uruguay y se encontraron muchos restos arqueológicos guaraníes, formando parte de esta muestra. Dicho lugar, fue recientemente recordado en noviembre de 2017, con una Placa Homenaje por el Pueblo y el Gobierno Departamental de Florida, a iniciativa del Departamento de Turismo por el Programa de Turismo Comunitario para la “Ruta de los Jesuitas, Guaraníes y las Estancias”.
San Francisco Borja del Yí
Se fundó en 1833 con 350 familias procedentes de la desalojada Bella Unión, sobre la margen izquierda del ríoYí, en el centro del actual territorio uruguayo. Su primera etapa, la más importante desde el punto de vista social, político y demográfico, llega hasta 1842, cuando es desalojado por la fuerza. Repoblado en 1854 por antiguos habitantes muy menguados en número y con más pobreza, es desalojado definitivamente en 1862 debido a la irregularidad dominial del asentamiento. Posteriormente, el predio fue fraccionado en padrones y vendido, pasando a ser utilizado como campo de labranza y pastoreo. Los pocos ranchos que quedaban del pueblo se deterioraron rápidamente, y a fines del siglo pasado, parte de los ladrillos utilizados en algunas de las construcciones -incluyendo la iglesia-, fueron extraídos para la construcción de casas en otras partes. La investigación arqueológica recuperó información sobre la planta urbana del pueblo y la vida cotidiana de sus habitantes. Se identificaron la plaza y las seis estructuras que la rodeaban, incluyendo entre ellas a la iglesia. En relación con la distribución de los habitantes, se identificó un área nuclear o central, vinculada a la plaza, con una gran cantidad de viviendas muy próximas entre sí, cuyos restos indican el uso de piedra y ladrillo, así como la fajina. El área correspondiente al ejido, donde se encontraban las chacras, se extiende hacia el sur. En él se identificaron numerosas agrupaciones de construcciones dispersas en el territorio. La investigación arqueológica ha permitido identificar la estructura urbana, las características estatutarias desiguales de su población, y las actividades de sobrevivencia cotidianas de sus habitantes reconociendo, a partir de ellas, sus dificultades económicas. Al mismo tiempo, su cerámica demuestra la continuidad de tecnologías ancestrales poco modificadas por la influencia de las innovaciones europeas.