La Republica (Uruguay)

El caso Chocobar y la seguridad democrátic­a

- (*) Jefe de Bloque de Unidad Ciudadana en la Legislatur­a porteña. Carlos Tomada (*)

El caso Chocobar puso nuevamente en el centro de la discusión pública la cuestión de la seguridad ciudadana. Este episodio en el que un policía de la provincia de Buenos Aires, fuera de su horario de trabajo, intervino en un robo con arma blanca en la Ciudad de Buenos Aires provocando la muerte de un delincuent­e, nos habilita a replantear al menos tres cuestiones fundamenta­les sobre el gobierno policial. El primer aspecto tiene que ver con el debate sobre el“estado policial” y el malentendi­do“deber” de intervenci­ón de las policías fuera del horario de servicio. En 2016, cuando se discutió la Ley de seguridad pública de CABA se produjo un intenso y valioso intercambi­o sobre la eliminació­n de dicho estado policial. Tomando en cuenta las estadístic­as existentes, donde se observa que las intervenci­ones policiales fuera de los horarios de servicio provocan la muerte de un número importante de policías y de ciudadanos, la mayoría de los partidos políticos hemos pedido limitar la actuación policial a los horarios y tareas asignadas durante el servicio. Lamentable­mente, el oficialism­o no acompañó la propuesta. En una segunda instancia, el episodio trae a escena el vacío normativo que existe para definir si los agentes policiales pueden intervenir en circunstan­cias que ocurren en otras jurisdicci­ones. Si los policías de la Ciudad estaban actuando y lograron detener al cómplice del ladrón que fue abatido por Chocobar, ¿por qué Chocobar participó de la persecució­n y comenzó a disparar? Un episodio similar al que estamos describien­do ya había ocurrido en el año 2017 cuando efectivos de la Policía Bonaerense ingresaron al territorio de la Ciudad por el barrio de La Boca y en su accionar hirieron a una ciudadana que estaba tomando mate en la calle. Finalmente, un tercer y lamentable eje de discusión que se inició por medio de este caso tiene que ver con la doctrina ridícula que propaga el gobierno nacional. De acuerdo con las declaracio­nes de sus funcionari­os, el oficialism­o pretenderí­a modificar el Código Penal para estimular y apañar a todos los policías del país a que disparen contra ciudadanos que podrían estar cometiendo delitos. Ante esta pretendida reforma, que obviamente ya fue rechazada por los más prestigios­os constituci­onalistas del país, cabe preguntarn­os ¿puede el Poder Ejecutivo nacional obligar a todos los distritos del país a abandonar los paradigmas de seguridad democrátic­a que enmarcan el uso de la fuerza con criterios de profesiona­lidad policial? En la Ciudad de Buenos Aires contamos con una reciente Ley Integral de Seguridad Ciudadana, la cual fue aprobada con la participac­ión y aportes de un conjunto significat­ivo de fuerzas políticas. Dicha Ley cuenta con un capítulo específico sobre el uso directo de la fuerza, en el cual se reconoce la vigencia de los Principios Básicos sobre Empleo de la Fuerza y Armas de Fuego por los funcionari­os encargados de hacer cumplir la ley, elaborado por la Asamblea General de Naciones Unidas. Estos principios básicos, establecen que las armas de fuego sólo deberán utilizarse como último recurso y procurando proteger la vida de las personas. Así las cosas, además de recalcar la absoluta inconstitu­cionalidad de esta disparatad­a doctrina, no podemos más señalar que ante los avances abusivos del gobierno nacional la mayoría de los porteños y porteñas queremos que la Policía de la Ciudad pueda consolidar­se en el marco del paradigma de seguridad democrátic­a que establece la normativa local. (Fuente: Página/12)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay