Suspenden de nuevo la búsqueda del avión desaparecido en Irán
Aún el aparato no ha sido localizado, ni con fotos satelitales.
Los equipos de rescate tuvieron que suspender por segunda noche consecutiva la búsqueda del avión que desapareció el domingo en una región montañosa del suroeste de Irán con 66 personas a bordo, en medio de unas condiciones meteorológicas difíciles.
Las autoridades informaron que el lunes se relizaron 60 misiones de helicópteros sin resultados. “No se encontró el lugar exacto del accidente aéreo, y dada la oscuridad, las fuertes nevadas y la niebla en algunas regiones, la operación de búsqueda aérea se detuvo y se reanudará mañana” por hoy martes, dijo Esmaeil Najjar, jefe de la Organización de Gestión de Crisis de Irán en declaraciones divulgadas por la agencia de noticias ISNA. Agregó que se han desplegado más de 120 montañistas, que “van a pernoctar en refugios seguros en el área montañosa, antes de reanudar las operaciones”el martes.
La búsqueda se centró en la montaña Dena, de 4.409 metros de altura, popular entre los iraníes que entrenan para escalar el Himalaya. El biturbohélice ATR72, en servicio desde 1993, había despegado del aeropuerto de Teherán hacia las 8 de la mañana del domingo rumbo a la ciudad de Yasuj, en la provincia de Isfahán, en el suroeste del país. Las familias de los pasajeros viajaron a la zona y estaban entregando muestras de ADN para identificar a las víctimas, informó la agencia de noticias IRNA. Según los informes, la radiobaliza de emergencia -un sistema automático de localización- no funcionaba, lo que explica en gran medida la dificultad para encontrar los restos del avión. Las autoridades esperaban el arribo de un equipo de investigadores de la agencia de seguridad francesa para ayudar en la búsqueda. Por otro lado, Rusia y Francia suministraron imágenes satelitales, pero no se encontró nada, dijo la Organización de Aviación Civil.
Un ATR-72 se estrelló en condiciones similares de frío en Indiana, Estados Unidos, en 1994, lo que llevó a algunos operadores a evitar las condiciones climáticas frías.“Es un avión muy seguro pero los operadores decidieron no usarlo en las zonas montañosas frías de Estados Unidos”, dijo el experto en aviación iraní Babak Taghvaee.
“Incluso las versiones más nuevas de este avión no son buenas para lugares tan fríos, y sería mejor no usarlo para esta ruta y especialmente con mal clima y falta de visibilidad”, dijo.
Debido al mal tiempo, las autoridades habían suspendido durante la noche las operaciones para localizar los restos del avión de la compañía Aseman Airlines. El aparato desapareció de los radares mientras sobrevolaba las montañas de Zagros, a unos 500 km de Teherán y a menos de 25 km de su destino, según la aerolínea Aseman.
En diciembre de 2016, Aseman Airlines pasó a formar parte de la lista de compañías aéreas prohibidas en la Unión Europea (UE). Es una de las tres únicas empresas vetadas de forma nominativa en el espacio aéreo europeo, ya que las otras 190 lo son debido a restricciones que afectan a su país de origen. Durante mucho tiempo, Irán ha acusado a Estados Unidos de poner en peligro su sistema de transporte aéreo por culpa de las sanciones comerciales contra la República Islámica y que, para Teherán, son contrarias al derecho internacional.
Irán afirmó en 2013 que las sanciones estadounidenses impedían al país adquirir “piezas, servicio y asistencia indispensables en materia de seguridad aérea”. La industria del transporte aéreo iraní está sometida, desde 1995, a un embargo de Estados Unidos que impide a las compañías comprar aviones civiles o piezas de repuesto.
Una parte de su flota queda entonces inmovilizada. Con la crisis provocada desde 2003 a raíz del programa nuclear iraní, se sumaron nuevas sanciones comerciales de Estados Unidos, así como de la Unión Europea (UE) y Naciones Unidas. Este embargo fue levantado de forma parcial tras el acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y las grandes potencias (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania).Tras este pacto, Aseman Airlines concluyó en junio de 2017 un contrato con el constructor estadounidense Boeing para adquirir 30 aparatos de tipo 737 MAX, por un monto de 3.000 millones de dólares (2.400 millones de euros). Sin embargo, si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decide volver a imponer las sanciones, levantadas en 2015, como ha amenazado con hacer, el acuerdo perdería validez.