La Republica (Uruguay)

“La gente tiene una necesidad muy grande de reír”

La multifacét­ica artista uruguaya analiza la realidad con su particular estilo.

- Mariana Peralta

Ella es una gran humorista, con una extensa y solvente carrera teatral, pero segurament­e, la mayoría de nosotros recuerda sus esqueches en el programa Decalegrón que tanto nos hicieron reír.Graciela Rodríguez se somete a las 10 preguntas de LA REPÚBLICA para contarnos todo sobre sus comienzos, sus recuerdos en Decalegrón, sobre la obra que integra llamada 3 junto a Silvia Novarese,Virginia Méndez y Cristian Amacoria en el Teatro del Notariado y sus “cuentas pendientes” en la vida.

1- ¿Cómo comenzó tu amor por la actuación?

Desde siempre, yo era de imitar programas, cantantes, cantaba los jingles cuando era chiquita los que salían en la Tv y cuando iba al teatro era como que sufría un poco más que disfrutar, porque quería estar arriba del escenario. Yo no me daba cuenta que tenía humor , pero cuando era adolescent­e o un poquito más grande, iba a bailar con mis amigas, contaba cosas y ellas se reían. Me decían: no puedo seguir comiendo, de lo que les dolía el estómago de reírse, pero contaba las cosas que eran serias y de repente se empezaban a reír.Ya de chica era muy ocurrente , de improvisar, de repente me sacaban a bailar y yo le contestaba como una española y decía que era uruguaya pero hacía años que mi padre trabajaba para la embajada y estábamos de visita en Uruguay (risas). Imaginate, después entonces tenía que estar toda la noche manteniend­o ese acento, pero me salía en el momento no lo pensaba, hacía cosas improvisan­do y mis amigos la pasaban bien.

2- ¿Tuviste algún modelo a seguir en tu profesión?

No, tuve referentes, veía televisión, iba mucho al cine … me vi casi todas las películas de Woody Allen. Iba a Cinemateca , me llevaba una prima que era más grande que yo, veía las películas del director Carlos Saura que me encantaban, películas españolas, italianas, veía todo eso. Pero no tenía a nadie para decir quiero actuar por tal película o por tal obra, no me pasaba eso, tampoco era consciente todo lo que traía aparejado actuar.

3- ¿Cómo fue la época de Decalegrón?

Yo me divertí mucho en la época de Decalegrón pero me divertí no solo en la tele, sino en el teatro. Siempre fui de improvisar obviamente no en los sketch -que con el tiempo luego me dejaron improvisar- sino en la cotidiana. Nosotros llegábamos a las 8 de la mañana a grabar en pleno invierno, no había calefacció­n , no había nada en los estudios y ahí había que empezar a cambiarse. Era muy bromista con mis compañeros, nos teníamos mucho respeto, pero igualmente a la vez era un grupo muy machista, eran en la mayoría hombres, donde una mujer era un cuerpo y yo no pasaba por ese lado, entonces tuvieron que también aceptar que venía una compañera al elenco, más joven y una actriz de caracteriz­ación. Con mi edad, de repente hacía de la mamá de (Eduardo) D’Angelo , hacía de una chiquilina más joven que yo, hacía de un hombre. Creo que para mí Decalegrón fue un ejercicio actoral grande porque vos llegabas y el libreto te lo daban ahí, lo aprendías en el momento mientras te maquillaba­n y te cambiabas y no solo eso, sino que de repente hacías el personaje que venías haciendo hace un mes, pero de repente entre esos personajes había uno nuevo.

4- ¿Qué anécdota inolvida-

ble nos podés contar de esa época?

Una vez le hice una broma a (Ricardo) Espalter, ellos iban a comer los hombres en grupo y a veces me decían: chiquita ¿queres venir? Y yo era la única mujer que iba muchas veces a comer con ellos. Generalmen­te íbamos a un bar en la esquina y una vez salieron todos, Espalter se iba acomodando el sobretodo , él fumaba mucho, cuando iba saliendo fumando , yo voy de atrás y le digo: y...¿este fin de semana vamos a Punta del Este? (risas), se dio vuelta me miró y no entendía nada, venia gente caminando y yo seguía diciendo: ¿ya hablaste con tu mujer, yo tengo que seguir bancando que me escondas? Y me decía: cállate, y yo le decía: no me callo nada, que la gente sepa que salimos(risas).

5-¿Crees que ha cambiado el tipo de humor en nuestra sociedad?

Yo creo que ha cambiado en los jóvenes, pero hay cosas universale­s que no. Es como el amor, sigue siendo la misma imagen, con las mismas problemáti­cas y motivos que vos podés tocar. En la pareja hay cosas que siguen haciendo gracia como antes, como por ejemplo el hombre que no levanta la tapa del inodoro, que se rasca, hay cosas que siguen causando gracia. Hay cosas que obviamente cambiaron, sino sería terrible, como todo cambió.

6- Entonces a la hora de preparar tus personajes ¿tomas en cuenta ese cambio?

Yo lo que trato es de armar algo, tomar algo, siempre pensando en la gente, en el público. A mí me encanta el drama por ejemplo, pero yo creo que la gente tiene una necesidad muy grande de reír, pero hacer reír es muy difícil, entonces como es difícil hacer reír y ves que tenés eso en la mano, pero no porque te das cuenta sino que porque te lo hacen ver. Una a veces parece muy segura pero no y tenés un montón de dudas, pero pensás: si estoy acá y viene la gente, la gente disfruta y ahí cuando digo woow, qué difícil y qué genial es esta misión que uno viene a hacer.

7- Sos parte del elenco de TR3S, ¿de qué se trata la obra?

La verdad yo apostaba a determinad­a repercusió­n, pero no la que tiene y la que sigue teniendo, es un espectácul­o que estamos junto a Silvia Novarese, Virginia Méndez y Cristian Amacoria ,un actor joven, excelente que se ha amalgamado a nosotras increíblem­ente. Con la dirección de Gerardo Begérez. Son 3 amigas que una de ellas -mi personajeh­abla con otra y le dice: ¿qué te parece si nos reunimos?, está la tercera que dice, que a ella no le gusta esas reuniones de hace 30 años de ex compañeras. Hay una frase que a mí me quedó: no me gustan porque la gente es terrible que la llegás a encontrar y cambia demasiado y a veces peor porque no cambia absolutame­nte nada y eso pasa con los compañeros que te reencontrá­s de primaria o del liceo y decís:“!pa!Yo tengo la misma edad que ella, pero no está tan hecha pelota”(risas) o sos una mujer independie­nte y ves aquella compañera que vos te la imaginabas de tal manera y la ves con los chiquiline­s y pensás: la mina esta se hizo bolsa. Entonces, una de ellas dice :si la reunión se hace , se hace en casa y se reúnen . Son mujeres de 50 años, que se dan cuenta que tienen algo en común , una de ellas es actriz que más que actuar la llaman solamente para hacer publicidad­es , porque la verdad no es muy buena actriz , la otra es viuda y hace 6 años que no pasa nada con ella (risas) y la otra es divorciada es abogada, era gorda pero hizo una dieta y ya no es gorda. Ahora adelgazó, no está esquelétic­a, pero a lo que era, tiene forma y se ha hecho “cositas” además , entonces ahora es la rellenita, una chica que pesaba más de 100, queda en 70 kilos y no la reconocen sus compañeras. Entonces ellas deciden tener un hijo, cosa que a mi personaje le parece un disparate que a esa edad tengamos un hijo y ahí empieza toda esa aventura y está buenísimo porque la obra habla mucho de los nuevos modelos de familia. Lo que tiene esta comedia es mucho humor, es increíble, a mí me asombró, la gente se ríe desde que comienza hasta que termina.

8- Sos parte del panel de Buscadores, ¿cómo te sentís en ese rol que es tan diferente a la actuación?

Sí, no tiene nada que ver con la actuación, a parte ellos son periodista­s deportivo, social, de política, yo no soy periodista, obviamente trato de estar allí y de acompañar con todas las opiniones que puede haber, hay gente que dice que hace esta mina acá, otro que dice me encanta que esté esta mujer acá. Ahora a través de las redes la gente se expresa, hay cosas que no leo, trato de no leer las redes sociales, porque de repente uno anda medio sensible, aparte la gente en las redes en general, en su mayoría son de cobardes, porque de repente tiene nombre de hombre y es una mujer, hombre, un niño el que escribe, no sabés.

9- ¿Qué le queda por hacer a Graciela Rodríguez en su carrera?

Muchísimas cosas, quiero hacer otra vez obras para niños como hice en su momento, seguir haciendo obras que no he hecho, pero siempre aparecen con nuevos compañeros, con nuevos directores, porque aprendés de los directores. Amalgamars­e a un Gerardo Begérez con la edad que tiene, a mi edad obviamente te vas retroalime­ntando, vos de él y él de vos, entonces yo creo mucho en eso.

Después en la tele si vos me decís: ¿”Buscadores” es lo que quiero?, te digo no sé, en parte no, porque obviamente Buscadores tiene su perfil al cual yo me tuve que acomodar, pero yo a veces me niego, yo soy muy inquieta , muy de improvisar, me considero en ese panel una señora más que pasa de público, tengo pendiente la televisión,eso sí me gustaría.

10- Y en tu vida personal, ¿qué cuenta pendiente te queda?

La cuenta pendiente en su momento fue haber sido mamá, durante un tiempo eso te golpea bastante, hasta que después te das cuenta que no podés seguir así, que en la vida uno viene para determinad­a misión.Yo creo que en mi caso es tener el respeto de la mayoría del público, el cariño y el apoyo. Comencé con 29 años, tengo 60 y yo tengo el apoyo del público y es el que está a mi lado siempre, entonces me siento una afortunada, por eso trabajo para la gente cada vez más, pienso siempre en ellos en qué les puede gustar. Me gusta trabajar mucho para las mujeres, también yo hago espectácul­os privados, para té de señoras, cumpleaños, despedidas de solteras de 20 y pico o 30 años hasta de 40 o yendo a un cumpleaños de 80. Es un abanico grande y tenés que estar empapada de todo lo que pasa en el mundo de las 20 o 30 hasta lo que pasa a los 60 o 70 años. Cosas pendientes siempre te quedan en la vida como profesiona­l y como mujer , creo que todavía tengo mucho para dar.

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