Dirigente trans aseguró que solo se busca salud integral para el colectivo
La presidenta de la Asociación Trans de Uruguay (Atru) Karina Pankievich recalcó a LA REPÚBLICA que lo que busca la Asociación es “una salud integral” para todas las personas trans, que siempre está asociada aenfermedades, y “no son tratadas como seres humanos”.
El último censo realizado en el país arrojó una cifra de unas
837 personas en estas condiciones. Al respecto Pankievich indicó que no todas quieren hacerse una ablación de órgano, ni a todas le corresponderá una reparatoria, o quieren “hormonizarse”.
Dicho proyecto también incluye la posibilidad de que las personas trans tengan acceso a la educación, y por ejemplo, puedan terminar sus estudios primarios o secundarios. “Antes desertábamos de Secundaria a los 12 o 13 años al ser discriminados por nuestra condición”, apuntó.
“La iglesia cree que de aprobarse el proyecto no habrá más mujeres y hombres. Los géneros binarios van a seguir existiendo porque si bien la identidad de género de una mujer trans refleja al género femenino, la de un chico trans refleja a un hombre”, explicó la dirigente. “Tanto unos como otros pueden tener su familia, sus hijos, aunque no sea por la vía hetero. No entiendo porqué piensa la
Iglesia que vamos a destruir o vulnerar el derecho de los demás o que el mundo dejará de existir”.“A la laicidad no nos la va a quitar nadie –continuó- y no pueden estar permanentemente picoteándonos la cabeza con la religión”. Consultada sobre la opción de otras religiones, Pankievich expresó que los cultos de raíces afro “son el único lugar donde la mayoría de las personas trans encuentran un resguardo espiritual, donde son bien acogidos”. La historia nos recuerda que en tiempos de la esclavitud estaba prohibido realizar sus rituales por considerarlos paganos. “La gente en los barrios encuentra esa tranquilidad, ya sea hombre o mujer, porque en esa religión no hay diferenciación de sexos”. El manejo hormonal en niños es un tema muy polémico, pero “nosotros no pusimos en el proyecto que los niños de 8 o 9 puedan acceder a una “hormonización”, aclaró. “En ninguna cabeza cabe que un médico recomiende hormonas a niños de 8 a 9 años”.