Batalla por la dignidad
Los ajustes de las jubilaciones y pensiones mínimas, que en los últimos años se han venido aplicando, posibilitaron mejorar dichos ingresos que afectan a alrededor de 130 mil jubilados y pensionistas.
Mientras duró el llamado “viento de cola”, los ajustes se recibían sin grandes dificultades. Sin embargo, desde hace dos años las cosas comenzaron a complicarse y aparecieron anuncios de que ya no se otorgarían dichos aumentos. La movilización, las gestiones, el esfuerzo de las asociaciones y de ONAJPU hicieron posible, a mediados de 2016, lograr un aumento razonable que mantuviera el proceso de mejoramiento de las jubilaciones y pensiones mínimas. El año pasado, en julio, el ajuste fue de 0,10 de la base de prestaciones y contribuciones (BPC), llevando la mínima de 2,75 BPC a 2,85 BPC (el valor de la BPC estaba en $3.611).
En el presente año, dadas las características del mismo, resolvimos iniciar los planteos del ajuste con mayor anticipación que en otras oportunidades. El 9 de febrero se reunió la Dirección de ONAJPU y, a partir de ese momento, se inició la preparación de una movilización nacional para el mes de abril, para lo cual se llevaron adelante un conjunto de medidas relacionadas con las gestiones y los planteos ante diversas autoridades: visitas a las regiones y asociaciones, reuniones, asambleas, presencia en los medios, publicidad, propaganda. Medidas organizativas, habiéndose realizado la primera movilización –muy importante– el 18 de abril ante la sede del Ministerio de Economía y Finanzas.
Ante la falta de señales en relación con nuestros reclamos, y no obstante haber enviado nuestra plataforma y la solicitud de entrevista, al llamado de ONAJPU realizamos, el 7 de junio, una manifestación por la avenida 18 de julio, con posterior concentración ante la Torre Ejecutiva, en la Plaza Independencia. Fue una hermosa y combativa jornada que enorgullece a los jubilados y pensionistas.
En el marco de la misma recibimos una carta del doctor Tabaré Vázquez, a través de la cual se nos indicaba que las tratativas de nuestros reclamos debían ser consideradas en el Ámbito(*). Como ya hemos informado, ONAJPU recién fue convocada a esta instancia para el 4 de julio.
En esa ocasión se nos informó, en nombre del Poder Ejecutivo, sobre el ajuste de la mínima que iba a llevar adelante el Gobierno.
Ante esto, el Consejo Directivo Nacional de ONAJPU, reunido de manera extraordinaria, decide contestar por escrito declarando insuficiente dicho ajuste, al tiempo de reclamar respuesta a los demás puntos de la plataforma reivindicativa planteada por los jubilados y pensionistas, que tienen que ver con el subsidio de las tarifas públicas, la eliminación de tickets y órdenes para la atención a la salud, tratamiento igualitario para quienes pagan IASS con quienes pagan IRPF en relación a deducciones de gastos, franjas, monto no imponible. Y se decidió también convocar a una concentración ante el Parlamento (edificio Anexo) para el día viernes 13 de julio, oportunidad en la cual la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados integrada con Hacienda recibiría a una delegación de ONAJPU. Esta movilización, convocada en solo cinco días, contó con una muy buena participación de jubilados y pensionistas.
Es verdad que las jubilaciones y pensiones mínimas con los ajustes de mediados de año han aumentado. Esa verdad no da respuesta a una pregunta que nos formulamos: ¿quién puede vivir dignamente con 11.000 pesos por mes?
En estos meses que venimos movilizados hemos realizado muy importantes expe- riencias. El encuentro entre jubilados y pensionistas en las movilizaciones ha fortalecido el espíritu de todos. Nuevos grupos de adultos mayores se han incorporado. La disposición a la participación solidaria se ha fortalecido. La presencia en la calle ha visibilizado a los jubilados y pensionistas, a la ONAJPU, lo cual se expresa en una creciente y muy importante presencia en los medios, tanto nacionales como locales. Estamos mejor.
También hemos apreciado el surgimiento de ciertas incomprensiones, de falsas contraposiciones entre cosas, derechos e intereses que no están contrapuestos. Si hay un jubilado o un pensionista que gana $11.000 y se corta el proceso de mejoramiento de dichas prestaciones, ¡estamos en problemas! De la misma forma que si los niños, que son nuestros hijos y nuestros nietos, no reciben lo que necesitan para crecer sanos, cuidados con atención y educación de acuerdo a las necesidades actuales, con alegría, con dignidad, ¡también estamos en problemas! No se deben contraponer cosas que no están contrapuestas.
La batalla por la dignidad, por vivir con los derechos fundamentales reconocidos, particularmente para los más vulnerables –sean niños, jóvenes o adultos mayores– requerirá de nuevos esfuerzos.
Esa batalla es, en lo coyuntural, por aumentar la jubilación y la pensión, para que se atienda el reclamo de subsidiar las tarifas públicas, de quitar el ticket y las órdenes para la atención a la salud, de devolver el aguinaldo y la prima por edad.
A mediano plazo, la pelea será por una reforma de la Seguridad Social, la que debe surgir del diálogo social con participación real de los sectores organizados representativos de la sociedad.
¡Movilizados, juntos podemos!
(*) Instancia creada en el año 2011 integrada por el MTSS, el MEF, el BPS y la ONAJPU