La disidencia no es bienvenida en el Israel de Netanyahu
“¿Ha hecho usted la maleta? ¿Ha aceptado llevar algún objeto para otra persona?”. Es conocida la intensidad de las medidas de seguridad en las fronteras de Israel, en particular a la salida del país. Menos frecuente resultaba, hasta ahora, que agentes del Shin Bet (servicio de inteligencia interior) interrogaran a viajeros recién llegados con preguntas como: “¿Mantiene relación con alguna organización que amenace la democracia israelí?”, según informó el diario español El País.
En los últimos días se han aireado en la prensa hebrea un creciente número de casos de extranjeros e israelíes —generalmente ligados a la izquierda pacifista— sometidos a interpelaciones policiales por su actividad política. Las quejas de una organización de defensa de los derechos civiles han llevado a la Fiscalía General de Israel a abrir una investigación sobre un supuesto control a la disidencia en el aeropuerto de Tel Aviv y oros pasos fronterizos.
El periodista liberal norteamericano de origen judío Peter Beinart —que escribe en The New Republic, Time o The New York Times–, desveló hace una semana las tribulaciones que padeció en la terminal de llegadas de Ben Gurion, donde fue separado de su familia para ser interrogado durante una hora en las dependencias del Shin Bet en el aeropuerto. El columnista — conocido por su rechazo a la política del Gobierno de Benjamín Netanyahu sobre los asentamientos de colonos en los territorios palestinos ocupados— tenía previsto a acudir al bat mitzvah (ceremonia religiosa judía) de una de sus sobrinas adolescentes.