Sofía declaró y seguirá preso
Estará en preventiva por 60 días, bajo cargos de “falsificación ideológica por parte de un particular” y de “uso de certificado falso”.
El empresario acusado de participar en los Escuadrones de la Muerte, declaró por una de las causas en su contra y seguirá preso en la cárcel de Domingo Arena.
El juez penal de 39 turno, Alejandro Asteggiante, dispuso la prisión preventiva por 60 días para Miguel Ángel Sofía, formalizado ayer por un delito de “falsificación ideológica por parte de un particular”y de“uso de certificado falso”.
Sofía permanecerá detenido en la Cárcel de Domingo Arena, donde están presos varios militares condenados por delitos vinculados a la violación de los derechos humanos.
Ante sede judicial también declaró Adolfo Aldo Casaballe Lapido, el titular de la cédula de identidad que estaba utilizando al ser detenido esta semana Sofía, que venía siendo perseguido por casi una década por su vinculación con varios delitos de lesa humanidad.
El hombre, que ya había testificado años atrás, ratificó que su cédula le fue hurtada.
El abogado de Sofía, Aníbal Martínez Chaer, admitió en tanto que el documento “era de una persona que lo extravió “y que luego le fue proporcionado a su defendido por un amigo en el exterior”. No obstante cuando es detenido el pasado 8 de enero en la vía pública, tambén exhibe un carnét perteneciente a una red de clubes a nombre de Casaballe pero con foto de Sofía y otro documento, un seguro médico, también a nombre de Casaballe, pero sin foto. Martínez intentó sin éxito obtener la reclusión domicilia- ria para su cliente. El fiscal Carlos Negro rechazó además la propuesta de la defensa para un proceso abreviado.
En ese marco, la Justicia entiende que existen elementos suficientes para procesar con prisión a Sofía. La defensa anunció que apelará. La prisión preventiva fue fundada en los antecedentes de fuga de Sofía y en la facilidad que éste tuvo en los últimos años para entrar y salir del país varias veces. En la audiencia, se manejó que el último registro en la base de datos de la Dirección Nacional de Migraciones correspondiente a“Miguel Antonio Sofía Abeleira” es una salida de Uruguay el 4 de abril de 2009, poco antes de que se emitiera la orden de captura internacional en su contra. Fue a las 09:55 de ese día, en el vuelo de Pluna PU 55. Posteriormente, la delegación de Interpol en Estados Unidos certificó que ingresó a ese país el 11 de abril vía Miami, partiendo luego desde NuevaYork en el vuelo 43 de Avianca con destino a Medellín, Colombia.
Después figuran varias salidas y una entrada, en febrero de 2017 por el puente de Fray Bentos, a bordo de su vehículo particular pero identificándose como Adolfo Casaballe.
“Adolfo Aldo Casaballe Lapido”, la identidad apócrifa que Sofía venía utilizando, cuyo número de cédula era 1.006.987-0, nacido el 28 de mayo de 1944, registra varios movimientos de ingreso y egreso a través de la Aduana de Fray Bentos.
Fueron en total ocho ocho las entradas y salidas por esa vía. La primera el 5 de febrero de 2017 y la última el 26 de febrero de 2018.
Todos estos movimientos fueron realizados en un vehículo
matrícula SBU 1633, en el que se desplazaba Sofía.
El abogado de Sofía, Aníbal Martínez Chaer, admitió que su cliente ingresó y salió en otras oportunidades de Uruguay a través del Chuy, una frontera seca donde no se le exigió documentación pero sostuvo que en este momento, su defendido no piensa fugarse, entre otras cosas, por su estado de salud y porque está a punto de ser abuelo.
Cierre de fronteras sería irrisorio
Sofía ya se encontraba en prisión preventiva, por decisión de la jueza penal Fanny Canessa, que accedió este jueves al pedido de la Fiscalía sobre Crímenes de Lesa Humanidad.
La defensa de Sofía interpuso un recurso de excepción de inconstitucionalidad, con la intención de frenar el proceso hasta que la Suprema Corte de Justicia se expida. Pero, amparada en una resolución de la corporación, del año pasado, la magistrada determinó la prisión de Sofía al considerar que existe riesgo de fuga por parte del acusado, que permaneció casi diez años eludiendo la orden de captura en su contra.
La Justicia a prueba
Sobre Sofía pesa un pedido de procesamiento y prisión por un delito de asociación para delinquir, en calidad de autor, en concurrencia fuera de la reiteración real con un delito de desaparición forzada y dos delitos de homicidio muy especialmente agravados.
Todo esto en el marco de su señalada actuación en el “Escuadrón de la muerte”, un grupo parapolicial activo a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970.
El pedido del fiscal Ricardo Perciballe, al que tuvo acceso ECOS, remarca que Sofía precisamente se valió de la documentación falsa en varias oportunidades para evadir la requisitoria en su contra.
La existencia del “Escuadrón de la muerte”fue revelada en 1972 por el entonces fotógrafo policial y agente de inteligencia, Nelson Bardesio, cuando fue secuestrado por el Movimiento de Liberación Nacional, confirmada luego por otras denuncias y documentos.