No somos una murga
Todos tenemos derecho a opinar, aunque no comparta nada de lo que digan, aceptamos con respeto, para podemos seguir apostando, pero hay que dar cada vez más argumento.
Hay verdades ocultas, y hay leyes que son verdades, porque no me llenan con 4 mentiras los maracanases que vienen del pueblo a elogiar divisas ya desmerecidas y hacernos promesas que nunca cumplieron…
Entonces el mundo ha cambiado, el barrio ya está globalizado y doña Petrona, allá por Villa Pancha, se encerró porque parece que se cayó el puente en Sarandí delYi.
Mucha información confunde un poco a los parroquianos que están en sus casas, opinan de países sin haberlos conocido, hablan de personas sin saber su apellido, venden información en sus puertas un poco mal intencionada, que le hace daño a su propia casa. Imagine una cosa, señor lector, que venda milanesas al pan, y ponga un cartel: “Señor, la mejor milanesa al pan hecha con carne sin aftosa, con aceite reciclado y con pan rallado de ayer, más sanas y más ricas”. Comunicaste mal, no vendes ni una y son tal vez las más naturales… aprender a comunicar qué tarea, y aprender a enseñar qué difícil, después de tanto tiempo estamos parados en la línea que imaginamos: NO SOMOS UNA MURGA, somos un gran colectivo con una dirección para llegar todos -y no algunos-. Seguro que no puedo manejar un avión, pero te aseguro que no es imposible en cierto tiempo, sabiendo que alguien nos enseñe, si ese que nos enseñe tiene tiempo y ganas de que aprenda, porque esa silla quedará vacía, y si queremos que el pensamiento de liberación nacional de un pueblo siga, hay que hacerlo, no precisamos ser amigos, precisamos ser leales. ¡Salú!