Racing Soñora: un club humilde que hizo de la causa social su razón de ser
La institución de Melo, nacida en 1947, es un símbolo de lo que el deporte puede contribuir a la sociedad.
N o hace falta tener una vitrina rebosante de trofeos para ser una institución valiosa. Hay desparramados por todo Uruguay muchísimos clubes que, anónimos para la mayoría de los orientales, sortean mil y un obstáculos para desempeñar un papel fundamental en sus lugares de origen.
Uno de ellos es Racing Club de Melo o, como prefieren ser conocidos debido al barrio al que pertenecen, Racing Soñora.
Nacida en mayo de 1947, la añeja institución tiene equipos de fútbol (de Primera, que logró en 2018 su tercer ascenso a la máxima categoría del Ciudad de Melo, juveniles y Senior, cuyos integrantes “contribuyen muchísimo en la vida del club”) y una activa participación en el boxeo; sin embargo, su principal misión está vinculada a la actividad social.
“Somo un equipo humilde, pobre, que representa una barriada de muy escasos recursos, que está bajo la línea de la pobreza en la escala de la ciudad: Soñora, que es nuestra causa.
Es cierto que somos una institución deportiva, pero cumplimos un rol social que para nosotros es fundamental, porque somos de acá y conocemos las carencias del barrio”, le contó a La República Pablo González, vicepresidente del club verdiblanco.
La lucha contra“los flagelos de la sociedad”
Aunque el equipo de Primera es sumamente popular, González contó que “Nuestra gran apuesta son los juveniles.Y no hablamos solo de fútbol, sino también de boxeo: hoy por hoy somos el único club que hace boxeo competitivo en Cerro Largo. Pretendemos ser la cuna del boxeo competitivo a nivel de la ciudad capital.
El proyecto lo podemos definir como un boxeo popular, en la calle, itinerante, porque recorremos varios puntos de la región. Además, trabajamos con el lineamiento del nocaut a las drogas, con el eslogan de no a las drogas y sí al deporte y a la vida.
Cuando hablo de un fin social de la institución, me refiero a que a través del deporte, ya sea fútbol, boxeo, atletismo o fútbol femenino, rama que vamos a instalar definitivamente en el futuro cercano, tratamos de canalizar mensajes.
A veces recurrimos a actores locales para hablar de tránsito, de consumo, de diferentes flagelos que nos afectan a todos socialmente. Usamos el deporte como un vehículo que nos permite llegar a otros lugares. Eso es Racing”.
La sede propia, el gran anhelo
Para el año que recién comienza, Racing tiene clara su gran misión: construir una sede que sea un punto de encuentro para la gente del barrio.
“En lo institucional tenemos un gran objetivo para esta temporada, que es construir nuestra sede propia. Seguramente será una sede humilde, acorde a nuestras posibilidades económicas. Queremos que esté en el corazón del barrio, en el espacio público que está junto a nuestra cancha y la plaza del barrio.
Deseamos que ese espacio físico sea referencia, más que para los encuentros de la directiva, para que allí se reúnan los jugadores, los socios, la gente del barrio, porque aquí no tenemos ni un salón comunal”, sostuvo González.
El éxodo de Soñora
La institución verdiblanca es sumamente popular en su barrio y, de hecho, su vicepresidente no duda en decir que Racing es uno de los equipos con más convocatoria en todo Cerro Largo.
“Cuando Racing juega partidos importantes, se da una especie de éxodo en el barrio.Toda la gente acompaña, desde niños a personas ancianas. En ese sentido se da un gran movimiento.
Nuestro barrio es chico, de unos 1500 vecinos, y en ventas de entradas hemos colocado más de 750 solo en Soñora. Pero el club tiene muchos años de historia, y lo siguen desde varios puntos de la ciudad.
Sin lugar a dudas es el club más popular, porque tenemos barriada, mucha gente que nos acompaña. Eso es el motor del equipo”.
En definitiva, Racing Soroña es una clara muestra del poder que puede tener el deporte para tratar de enriquecer la vida de quienes la pelean día a día. Como tantos clubes que están en la misma lucha, merece un sentido aplauso.