Uruguay ante la crisis de Venezuela
Las primeras semanas del 2019 muestran la situación de Venezuela como una de las noticias internacionales más relevantes. Uruguay ha tenido un papel muy activo, sobre la base de los viejos principios de la política internacional, como el de no intervención, el de autodeterminación y la resolución de los conflictos por las vías pacíficas.
Bajo el liderazgo de los EEUU se conformó una estrategia con el objetivo exclusivo de derrocar a Maduro de la presidencia deVenezuela. El 23 de enero el diputado Guaidó, presidente de la Asamblea General, se autoproclamó presidente interino de Venezuela, con el apoyo inmediato del gobierno de los EEUU, del Secretario General de la OEA, del grupo de Lima, creado específicamente con el objetivo exclusivo de derrocar a Maduro, con la excepción de México, del Parlamento Europeo y algunos países de la Unión Europea.
Posteriormente EEUU continuó con nuevas sanciones, destacándose medidas financieras como no entregar, y de alguna manera incautar los fondos provenientes de facturas por compra de petróleo venezolano. Ello es una restricción muy importante que va a profundizar la crisis humanitaria que se vive enVenezuela.
En la nota de la semana pasada“Geopolítica y Venezuela” marcamos los intereses económicos -Venezuela tiene las mayores reservas mundiales de petróleo- y geopolíticos de EEUU que actualmente tiende a enfrentar a los gobiernos de izquierda de la región. Pero también aparecen en escena China y Rusia con intereses similares y acreedores de abultadas deudas deVenezuela con dichas potencias. Pero también marcamos en la nota anterior que la profunda crisis económica, social y política que viveVenezuela tiene especialmente causas internas. La fuerte caída de la producción de petróleo, el impresionante proceso de inflación, la caída del PBI y la elevada emigración de venezolanos es básicamente responsabilidad del gobierno de Maduro.
Frente a la autoproclamación de Guaidó, Uruguay y México iniciaron conversaciones para buscar caminos de diálogo entre los venezolanos. En el mes de febrero se realizaron dos reuniones en Montevideo. El 6 de febrero se llevó adelante una reunión de Uruguay con México, Bolivia y países del Caribe en la que se aprobó un documento de 4 puntos, llamando al diálogo sin condiciones de ninguna naturaleza. Los puntos en discusión los fijarían el gobierno de Venezuela y los representantes de la oposición y actuarían como interlocutores figuras muy destacadas en el plano internacional, como Enrique Iglesias y Rebeca Gryspan. Maduro aceptó de inmediato este tipo de diálogo. En cambio Guaidó no aceptó este tipo de conversaciones, porque su carta principal es la intervención de los militares venezolanos contra Maduro o en última instancia la intervención militar de los EEUU, lo que muestra a las claras sus ideas democráticas. Todos los grupos integrantes del Frente Amplio apoyaron esta posición del gobierno de Uruguay. En cambio, toda la oposición política critica las posturas del FA, buscando réditos electorales y olvidándose de principios básicos de la histórica política internacional de Uruguay. Para ello los grandes medios de comunicación juegan un papel muy importante para criticar todas las medidas y acciones de los gobiernos frentistas.
El 7 de febrero se reunió en Montevideo el grupo de Contacto, liderado por los países de la Unión Europea y participación de Uruguay, Bolivia, Ecuador y Costa Rica y estuvo presente como invitado México. La resolución de este evento marca la búsqueda del diálogo, como en la reunión del día anterior, pero pone como condición la realización de elecciones libres, justas y transparentes. En realidad los países del grupo de Contacto, salvo Uruguay y Bolivia, han apoyado las posiciones de Guaidó y son fuertes críticos de la política de Maduro.
Uruguay ha actuado muy dignamente en sus posiciones sobre Venezuela. Ha declarado en Naciones Unidas muy fuertemente que no aceptará ningún tipo de intervención militar en Venezuela. No integró el grupo de Lima como lo solicitaba la oposición. Busca por distintas vías que no haya un baño de sangre en Venezuela, que no haya más pérdidas de vidas humanas en dicho país, que sin diálogo no hay salidas pacíficas. Sabiendo que este diálogo es muy difícil, acompaña dos posiciones que pueden ser complementarias, que no son contradictorias. Hemos sido críticos de algunas posiciones del Ministro Nin Novoa, sobre todo en los acuerdos comerciales, pero en el tema actual de Venezuela se han realizado grandes esfuerzos por encontrar las mejores salidas, se ha jugado en la primera división sabiendo de las dificultades para el diálogo propuesto.