El 95% de las pruebas de acreditación de Educación de Jóvenes y Adultos fueron aprobadas
Fueron más de 300 las personas que culminaron el ciclo primario.
El nivel de aprobación fue alcanzado por el 95% de las personas que rindieron la prueba de acreditación para culminar el ciclo primario. Organizada por la Dirección Sectorial de Educación de Jóvenes y Adultos (Dseja) del Codicen, esta instancia habilita a los evaluados a proseguir estudios de Educación Media u otras opciones educativas de su preferencia.
En esta oportunidad 330 fueron las personas que participaron de esta instancia de evaluación, que apunta a otorgar a personas rezagadas la oportunidad de culminar la escuela.
La Prueba de Acreditación de Aprendizaje por Experiencia consiste en un escrito que tiene una duración de dos horas (no es eliminatorio) y un examen oral.
La directora de la Dirección Sectorial de Educación de Jóvenes y Adultos, Estela Alem, explicó que en esta prueba se apela particularmente al aprendizaje por experiencia de vida.
No en vano el estudiante examinado debe aplicar sus conocimientos de cálculos matemáticos y de lenguaje a situaciones cotidianas de la realidad. En tal sentido, la prueba oral es una suerte de entrevista entre el tribunal y el aspirante.
Esta es la primera de las cuatro pruebas que se desarrollarán en el transcurso del
año 2019 en todo el país, cuyo público objetivo son alumnos que se han reinsertado en el sistema educativo o personas que no concurren pero que igualmente desean terminar Educación Primaria.
Al respecto, Alem recordó que el año pasado fueron más de 1900 las personas que aprobaron la prueba, lo cual constituye un cabal testimonio de la multitudinaria demanda existente en la materia.
Reinserción y aprendizaje
La educadora consignó que en nuestro país suman más de 200.000 las personas de todas las edades que no han terminado la escuela, lo cual es una suerte de desafío para el sistema educativo público.
Según la jerarca “esta situación está invisibilizada pero es real”, y afecta a personas adultas que en la mayoría de los casos abandonaron sus estudios de Primaria hace muchos años y ahora aspiran a regresar a las aulas.
Alem también destacó que esta propuesta es muy requerida por personas que están privadas de libertad, y por numerosos inmigrantes que deben insertarse laboralmente.
El cometido de la DSJA -que en 2018 tuvo una matrícula de más de 7.000 estudiantes en la modalidad de talleres y de otros 4.000 alumnos en el Programa Uruguay Estudia (PUE) destinado a la culminación de ciclos educativos- es proporcionar condiciones y oportunidades educativas de calidad, integrales y pertinentes, para que personas en condiciones de rezago educativo, desafiliados o en riesgo de desafiliación, desarrollen competencias para el ejercicio pleno de la ciudadanía.
En el marco de una concepción inclusiva que promueve la educación para todos a lo largo de toda la vida, el proyecto (dirigido a personas mayores de 14 años de edad) integra una gran variedad de propuestas que van desde la alfabetización, la educación escolar y la formación ciudadana hasta la capacitación laboral, profesional, social y cultural.
La Dseja tiene ocho centros en Montevideo, en los cuales se pone el mayor énfasis en los uruguayos que presentan situaciones de mayor vulnerabilidad social, con abundante trabajo en talleres y otras actividades de integración que mejoran las condiciones educativas y la autoestima de los beneficiarios.