Villar: Los recortes que planea la oposición afectarán también a las capas medias de la sociedad
Graciela Villar cree que los recortes y la política de shock que plantea la oposición “no solo afectarán a los sectores más vulnerables de la sociedad, sino también a las capas medias”. “Nos preocupa que haya sectores que se definen como progresistas y que sabemos que vienen a recortar. Prometen recortes con impactos de 900 millones de dólares algunos, otros de 1.000, que van a terminar afectando las políticas sociales, que no solo tienen que ver con los sectores más vulnerables o el núcleo duro de pobreza, sino con beneficios que hoy son transversales a toda la sociedad”, agregó a LA REPÚBLICA.
¿El Frente Amplio ha descuidado el centro?
El FA no ha descuidado el centro, ha tenido una historia de diversidad y amplitud desde el punto de vista de las propuestas. Hay preocupaciones de distinto orden en las capas medias. Pero no hay que perder de vista derechos transversales que llegaron para todos los sectores. El sistema integrado de salud, por ejemplo, que es un factor determinante porque supone que estás cubriendo a tu familia y eso cualquier trabajador medio hacia arriba lo ve como un beneficio. El sistema de cuidados que también apunta a la primera infancia y a las familias que tienen hijos con discapacidad. Y una serie de acciones que generan equidad, inclusión y son transversales a toda la sociedad. Y sobre todo los ámbitos de los Consejos de Salarios, en el que se ha desarrollado una agenda que tiene que ver con condiciones de trabajo, con compromisos de formación.
Desde la oposición se habla de los empleados públicos como desocupados encubiertos.
Es meridianamente asombroso que quien ha tenido formación en economía diga que los empleados públicos son desocupados encubiertos en el Estado. Las estadísticas en nuestro país son serias y han demostrado que el crecimiento de empleados públicos estuvo en tres ejes fundamentales, educación, salud y seguridad. Plantear un recorte en estos aspectos relevantes no se puede hacer. Necesitamos especificarles a la población de qué recortes están hablando y decirles quiénes son los trabajadores encubiertos.
¿La izquierda debe renovar sus utopías?
La izquierda no puede perder utopías, sino renovarlas. Ese concepto de que avanza, que cada vez que cumplimos un objetivo hay otro que levanta la apuesta y es más alto. Eso es esencial. Ahora tenemos que construir una utopía del siglo XXI. Va a haber un cambio importante en el mundo del trabajo por las nuevas tecnologías, y habrá que generar las transformaciones para que las personas se desarrollen desde un plano de igualdad. No tenerles miedo a las tecnologías, ni al mundo del trabajo que se viene. Son las construcciones que tenemos que generar escuchando a las nuevas generaciones, que tienen una cabeza abierta, multidimensional, creo que hoy es construir una utopía que nos permita volver a aprender los nuevos códigos que tiene la sociedad y creo que vamos bien encaminados.
La agenda de derechos ha sido una de las mayores conquistas del Frente. ¿Cómo se la resguarda?
La preocupación que tenemos es que a veces el avance de la agenda de derechos genera mecanismos de aversión. Debemos seguir profundizando en educación, en aspectos de información, evitar la discriminación, que son aspectos que están latentes y en los que habrá que ir trabajando educando a la gente en los procesos de igualdad, y seguir con este Consejo Consultivo para seguir monitoreando la aplicación efectiva de estas leyes que generan derechos.
¿Se pondrán en juego esos derechos adquiridos?
Uruguay tiene un acopio de experiencias democráticas que es transversal a toda la sociedad, que no distingue entre ubicaciones político partidarias, y que hacen que al civismo y al orgullo de saber que es una democracia plena integrada. Eso se va a poner en juego en estas elecciones, pero en particular por lo que está pasando en la región.
Si vemos el retroceso de la agenda de derechos que está presentándose en Brasil, que es una preocupación para el mundo en general, si vemos la situación de Argentina en materia económica, que es de gran preocupación en una agenda de derechos que viene peleándose para avanzar y lograr los estándares que hoy tiene Uruguay.
Yo apuesto porque el pueblo uruguayo, que es respetuoso y se siente orgulloso de tener una de las democracias más reconocidas en el mundo, va a saber decodificar algunas señales que puedan ser negativas o plantean una gran incertidumbre con respecto al futuro.
¿Cómo la recibieron los frenteamplistas?
Los frenteamplistas me reciben con mucho cariño. Me sienten una par, y cuando hablo de que vengo de la política del hacer y que para mí el hacer es lo que transforma significativamente la vida de la gente. Los militantes son el reflejo de esa política porque son los que están convencidos de que su FA ha transformado el país, son lo que lo hacen porque están convencidos, sin pedir nada a cambio. Sin ellos es muy difícil llegar hasta el último rincón del país. Son imprescindibles para el FA.
¿Qué es lo que siente que puede aportar en la fórmula?
Puedo aportar una mirada transversal muy vinculada con lo social, para ayudar a construir una sociedad más igualitaria, ahí se va la vida de todos. Si logramos sacar a este núcleo duro de la pobreza que existe hoy, y los sectores medios y medios altos ensayamos la reconstrucción de los vínculos de una solidaridad que va por encima de lo individual, y tiene que ver con un universo mucho más amplio, estaremos retomando las viejas banderas de la identidad uruguaya de ser una sociedad ejemplo para el mundo y sentar las bases de una gran convivencia.