AFINCO expresa
Reafirmamos la función social de la tierra y el rol del INC para garantizar el acceso de los pequeños productores y asalariados rurales a la mayor riqueza que tiene nuestro país.
Revindicamos la tierra en manos del Estado como elemento democratizador que ha permitido a más de 4000 familias de productores y asalariados vivir y trabajar en el medio rural.
Nos oponemos a la venta y desafectación de este patrimonio conseguido con el esfuerzo de la sociedad toda en los 71 años de existencia del INC, lo que provocará la vuelta al mercado de la tierra y su reconcentración en el mediano plazo profundizando los procesos de pauperización y éxodo rural. El Instituto Nacional de Colonización es un Ente Autónomo superavitario, que no requiere recursos de rentas generales para funcionar, por lo que las razones para la venta de su patrimonio no pueden fundarse en cuestiones económicas ni de gestión, sino que responden a una visión ideológica del desarrollo que consagra el derecho de propiedad por encima del derecho al trabajo y la vivienda, visión a al cual, este sindicato se opone diametralmente.
Estamos convencidos/as que las políticas productivas y de desarrollo que debe impulsar el Estado a través del INC pueden y deben constituirse en alternativas sostenibles ambiental y económicamente. En tiempos donde los formatos extractivistas del agronegocio hacen estragos en América Latina promover una fuerte política de desarrollo rural ambientalmente sostenible y basada en la agricultura familiar es una cuestión de supervivencia.