Recomendaciones de la FAO
LOS GOBIERNOS DEBERÍAN:
− aumentar la disponibilidad y asequibilidad de alimentos diversos y nutritivos utilizados para la elaboración de dietas saludables.
− abordar la malnutrición desde sus raíces. Las soluciones arraigadas en la producción alimentaria (agricultura, ganadería, pesca, etc.) pueden aportar contribuciones importantes para reducir la malnutrición, aumentar la diversidad de las dietas y mejorar la nutrición para un futuro más saludable y sostenible.
El sector privado debe influir de forma positiva en el entorno alimentario mediante la introducción de alimentos nutritivos y el cumplimiento de las leyes y normas relacionadas con la nutrición. Las personas deben ser conscientes de su salud y tienen que estar informadas para cambiar sus opciones alimentarias y sus hábitos alimenticios, y limitar el consumo de alimentos altamente procesados que son ricos en grasa, azúcar o sal. La FAO está preparada y disponible para proporcionar a los países pruebas sobre las múltiples facetas de la malnutrición y para trabajar con ellos en el desarrollo de respuestas normativas, brindando apoyo técnico a los mecanismos de gobernanza mundial para mejorar la nutrición y promover dietas saludables y sostenibles para un amplio público objetivo, especialmente a través del desarrollo de la capacidad y la sensibilización.