“Entre el 7A a Pando y el 104”
Garcé y el General Martínez se conocieron durante una recepción de la embajada Argentina, con motivo del festejo del día de la Independencia, el 25 de mayo de 2012. “Me lo presentan y le digo, yo podría haber sido compañero de armas suyo. En su momento, tenía una duda vocacional entre la abogacía y la aviación militar. Yo era un joven de 17 años que tenía la duda entre tomarme el 7 A e ir a la Escuela Militar Aeronáutica en Pando o el 104 e ir a la Facultad de Derecho. Pasó antes el 104”. “Quedó muy sorprendido. Resultado de esa primera conversación, cambiamos algunos correos, y terminé yendo a visitar la base aérea de Santa Bernardina en Durazno, a conocer las instalaciones y hasta me di el gusto de volar un A-37”, recuerda. “Había sido un muy buen acercamiento, había quedado esa buena impresión y después, cada tanto hemos tenido algún contacto, pero sobre todo quedó esa proximidad inicial, esa fue la forma que lo conocí. Años después nos reencontramos, y yo con esa proximidad vocacional que tengo con la Fuerza Aérea, conozco a los comandantes, los ex comandantes a los que hubiesen sido mis compañeros de tanda y en alguna reunión lo dije”.
De esa buena relación, además, “conservo un cuadro final pintado por un alto ex jerarca de la Fuerza Aérea que me regaló, donde está justamente el avión en el que volé”.