La Republica (Uruguay)

Las noches de suspensión

Cuando se suspende una etapa los periodista­s comenzamos un trabajo de producción que por lo general tiene más de improvisad­o que de pensado.

- Gabriel Méndez

Desde fines de enero y hasta mediados de marzo lo periodista­s que nos encargamos de cubrir el carnaval somos una especie de zombies multicolor­es con los ojos chicos y ojeras que demuestran la falta de sueño.

De todas maneras es un ritual que nos gusta y lo hacemos con placer ya que esperamos diez meses para este momento.

Salís de tu casa a eso de las 18 y volvés a las 05; pasás a ser una foto en tu hogar, las familias son las que más sufren esa ausencia prolongada y en silencio esperan que se termine la fiesta para recuperar nuestra vida cotidiana.

Las etapas del concurso se suceden y el cansancio va haciendo su tarea en nuestros cuerpos, cuando el tiempo indica que se suspende la etapa pasan dos cosas, el productor dice “Vamos para el tablado” o “Muchachos ... metemos estudios ”, ambas cosas tienen el mismo tiempo pero el desgaste es diferente.

Si la suspensión es por lluvia, los tablados también suspenden y ahí sale la frase asesina... ”¿Qué hacemos?” Todos opinan, todos dan ideas pero la realidad es que estás a merced de la voluntad de los carnavaler­os para armar el programa.

Muchas veces ellos quieren descansar y pasarles una invitación para charlar en estudios les da fiaca y ahí arrancan las excusas,“Pahh, sabés que tengo pensado estar con mi familia pues hace días que no cenamos todos juntos”... Hermano, yo también hace días que no ceno con mi familia pero tengo que hacer el programa, ese programa que vos desde tu casa por lo general escuchás si se pone bueno.

Ahí necesitas un conductor que “reme” la situación con solvencia y dé tranquilid­ad a los compañeros.

“Muchachos... tranquilos, la sacamos como podamos, juntémonos y vemos qué hacemos”.

Siempre hay carnavaler­os que están dispuestos a ir y por suerte siempre hay alguno en el estudio, el teléfono es un aliado del periodista pues no van, pero si los llamás, te atienden todos.

Antes convocabas a la audiencia telefónica­mente y te respondían, una vuelta hace muchos años hicimos una encuesta y en 90 minutos sacamos

al aire 114 llamadas sin una sola tanda.

Era otra época, la gente llamaba por teléfono a la radio y había un ida y vuelta mucho más directo. Hoy, las redes sociales cumplen ese rol y el público opina, putea y se descarga en ellas.

Armar un programa de suspensión es un gran desafío para quienes queremos hacerlo bien, estamos todo el invierno pensando en ello y cuando llega el momento no preparamos nada (somos uruguayos).

Analicemos cuál es el mejor programa de suspensión, el que tiene una gran producción... No señores, el mejor programa es el que se escucha más y para que se escuche más hay que generar contenido que enganche a la gente y eso se logra de dos maneras: con grandes comentario­s que sesudament­e vayan desarmando las actuacione­s y buscándole­s el lado filosófico, reglamenta­rita o ideológico de los espectácul­os o armando polémicas.

El análisis resiste un solo programa, en él los opinólogos de Momo se despachan a placer y eso genera buen rating pero es solamente un rato y no podés hacer lo mismo a los tres o cuatro días, por lo tanto iremos al plan b: la polémica.

Este recurso (bien entendido) no es para cualquiera, hay que saberlo hacer y estar dispuesto a entrar en el barro si es necesario (condición imprescind­ible), hay que tener espalda para bancar una polémica y coraje para asumir las consecuenc­ias.

En Carnaval del Futuro nos metimos varias veces en este recurso, a veces intenciona­lmente, otras simplement­e se dieron.

Hay que saber dónde buscar la polémica para que esta rinda sus frutos y sea generadora de opinión, hay reglas de oro. No meterse en la vida privada y no meterse en el bolsillo de nadie.

Si no manejás estos códigos no podés armar una polémica porque te vas a comer un juicio seguro y no creo que nadie quiera gastar plata en un juicio por el carnaval.

En 27 años amagaron varias veces pero nunca fueron a la justicia pues nunca nos pisamos el palito (como se dice vulgarment­e).

La polémica genera rating si está bien llevada, entretiene pero sobre todo lo hacés siendo franco, directo pero siempre verídico. Si le errás en una, marchaste, nunca más podés hacerlo.

Mucha gente que opina sobre los chucu chucu del carnaval y los defenestra son los primeros en prenderse a una polémica.

En definitiva, hay para todos los gustos y el carnaval da para todo y todos nos acomodamos a nuestras necesidade­s, los artistas, los periodista­s y el público. Cada uno a su manera, cada uno en sus tiempos y cada cual intentando llevar agua para su molino, ¿está mal? ¿Quién puede juzgarlo? Nosotros por lo menos no lo vamos a hacer.

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La murga Son Delirante abre sus paraguas. La lluvia les arruinó la noche de su debut.
 ??  ?? Los opinólogos de Momo meditan: ¿Qué vamos a hacer esta noche?
Los opinólogos de Momo meditan: ¿Qué vamos a hacer esta noche?
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El Teatro de Verano vacío. La etapa fue suspendida.

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