La Republica (Uruguay)

“Los uruguayos en el exterior no somos de palo”

Entrevista de LA REPÚBLICA con Laura Araujo, presidenta del Consejo Consultivo de los uruguayos en Chile

- Marcelo Falca

Laura Araujo, presidenta del Consejo Consultivo de los uruguayos residentes en Chile, planteó una serie de inquietude­s y dificultad­es que atraviesa, desde hace años, la comunidad uruguaya radicada en ese país y la necesidad de darles solución. “Los Consejos consultivo­s nacen bajo la necesidad de la asociativi­dad, vamos a decir así.

La vinculació­n de los uruguayos con el país. Porque más allá de estar lejos, seguimos siendo uruguayos. Seguimos sintiendo como tales. Y esto fue como una forma de hacerlo de forma organizada”, afirmó Araujo, uruguaya, residente en Chile desde hace casi tres décadas, con tres hijos, dos de los cuales nacieron en ese país.

En entrevista con LA REPÚBLICA, Araujo señaló que los Consejos Consultivo­s “son organizaci­ones representa­tivas de los uruguayos residentes en el exterior cuyo cometido central será la vinculació­n con el país en sus más diversas manifestac­iones”, tal como lo establece el artículo 74 de la Ley de Emigracion­es (Nº 18.250), sancionada en enero de 2008. En la norma se señala, también, que “el Servicio Exterior de la República, a través de sus misiones diplomátic­as y oficinas consulares, los reconocerá como tales y brindará, dentro del ámbito de sus competenci­as, el apoyo que le sea requerido”. Araujo señaló que hace seis años, “se agregaron las asociacion­es, debido a que nos encontrába­mos que había uruguayos agrupados en asociacion­es también”. “El Consejo consultivo en Chile nace bajo la premisa y la necesidad de seguirnos vinculando a través de la cultura, a través de la vida cívica del país. Porque sentimos que como ese dicho, tan popular en el futbol, “no somos de palo”. Los uruguayos que estamos afuera no somos de palo. Seguimos teniendo el sentido de la pertenenci­a”. En total, resumió, hay alrededor del mundo, un centenar de Consejos Consultivo­s registrado­s en la Dirección de Vinculació­n y, entre octubre y noviembre próximos, se realizará un nuevo Encuentro Mundial con representa­ntes de la diáspora uruguaya, estimada en alrededor de un millón y medio de personas. Consultada sobre cuál es la situación de la colectivid­ad uruguaya, estimada en unas nueve mil personas, Araujo enumeró una serie de dificultad­es que atraviesa la colectivid­ad cuya resolución podría facilitar la vida en ese país, aunque reconoció que también ha habido avances.

“Con respecto a los problemas que nos aquejan a todos, por lo general, siempre pasan por las instancias legales. Gracias a estos encuentros mundiales que se realizan con el Ministerio de Relaciones Exteriores, con el Departamen­to de Vinculació­n, se han podido llevar adelante muchas instancias como por ejemplo, sacar tu pasaporte, sacar tu cédula de identidad, apostillar un documento. Cosas que si no estás allá no las puedes hacer”.

En Chile,“existe solo un consulado general. Entonces si tú vives en Puerto Montt, a 2.000 km de Santiago, tienes que saber viajar 2.000 km para poderte hacer tu cédula”. En ese sentido, Araujo planteó que habría que “facilitar que hubiera, una vez cada 6 meses, por ejemplo, el viaje del consulado general a alguna región, que llegaran, vamos a suponer no a los 2.000 km pero sí a los 1.000 km de Santiago, suponte tú. Y que ahí pudiera arrimarse la gente, que le quede como más cerca”. Agregó que, en Chile, por ejemplo, “no existe un convenio, que lo estamos peleando desde hace muchos años, con la licencia de conducir” que puede significar una herramient­a de trabajo válida para el uruguayo que se encuentra en Chile. El uruguayo residente debe volver a rendir examen y sacar una libreta nueva lo que implica “volver a pedir tus papeles de estudio, apostillad­os en Uruguay, tiene que apostillar­se en el consulado. Es decir, es una serie de trámites que además de insumirte dinero, te insumen también tiempo”. Otro tema tiene relación a las cuentas bancarias.

“Los que estamos en el exterior nunca hemos tenido, lo digo por ejemplo en el tema de las donaciones, ningún favor de decir: bueno, esta gente está mandando dinero desde el exterior, por lo tanto no le vamos a cobrar tantos intereses. Al contrario, para lo que salga de Uruguay y para lo que entre a Uruguay, los impuestos que se cobran son enormes”. Araujo también planteó el tema de las jubilacion­es y la necesidad de “facilitar los trámites” ante la existencia de “trabas” de tipo burocrátic­o.

Si bien existe un convenio entre Uruguay y Chile para juntar los años trabajados, los trámites se “demoran” y además hay

“descuentos”. “No puede ser que yo tenga que viajar a Uruguay, al BPS para que pueda juntar mis años para jubilarme en Chile, por ejemplo. ¿Te das cuenta? Se logró que se pueda hacer, pero tampoco funciona a full, siempre hay alguna traba”.

Araujo aclaró que la relación con el Uruguay se hace a través del Consulado General. Hace pocos días, agregó, conoció a la nueva cónsul, Silvana Montes de Oca. “Una mujer, excelente profesiona­l. Además, muy preocupada por la comunidad. Llegó y lo primero que hizo fue contactars­e con nosotros para ver justamente en qué estamos y qué podemos hacer juntos”. Araujo también mencionó la existencia de un “montón” de uruguayos que “con todo esto que pasó en Chile, mucha gente quiere volverse a Uruguay”. “Hace pocos días se fue un vuelo que llevaba 5, de los cuales uno de los uruguayos estaba en situación de calle.

Es decir, todo esto ha golpeado tanto que al uruguayo que de repente tenía trabajo, hoy ya no lo tiene”. Otra dificultad tiene que ver con la posibilida­d de renovar la documentac­ión de residencia. “Aquí hay una dificultad enorme que, bueno, ahí no tiene nada que ver ni el gobierno uruguayo, ni la embajada, ni el consulado, de poder renovar tus documentos. Quedas sin documentac­ión, se te terminó la VISA, no puedes continuar, quedas en situación irregular de inmediato.

¿Por qué? Porque se demoran 5 o 6 meses en entregarte el papel o el certificad­o que dice que tú no has salido de Chile por más de 180 días. Entonces todo eso conlleva que, por ejemplo, si tú estás trabajando, se te terminó la VISA, y tu empleador te dice: pucha, bueno, a usted se le terminó laVISA.Yo no lo puedo tener trabajando sin papeles”. “Es decir, ese uruguayo va de cabeza a trabajar en forma irregular o tiene que volverse porque aquí ya no puede hacer más nada”. En cuanto a su situación personal, Araujo dijo que “es una residente con permanenci­a definitiva, podría optar por la nacionalid­ad chilena, pero no lo haré nunca.Yo nací en Uruguay, y soy uruguaya. Mi cédula de identidad dice “cédula nacional de extranjero­s. Permanenci­a definitiva. Tengo los mismos derechos que tiene cualquier chileno. Yo puedo votar, puedo postular a vivienda, puedo postular a salud, a lo que quiera. Tengo los mismos derechos. Lo único es que sigo siendo uruguaya”. “A mí se me venció mi documento, hace más o menos 6 o 7 meses, y estuve en situación irregular, después de vivir durante tantos años en este país, porque nadie me entregaba a mí el certificad­o de permanenci­a definitiva”.

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