Michelini: “El gobierno tiene una actitud restrictiva”
LA REPÚBLICA dialogó con el exsecretario político del Frente Amplio e integrante de la Comisión Pro Referéndum, Rafael Michelini.
Respecto al gobierno sostuvo que “tiene una visión restrictiva del uso de los medios públicos”. Sobre por qué el gobierno no hace una defensa fervorosa de los 135 artículos, Michelini expresó: “porque ni ellos creen en estos artículos”.
El gobierno vuelve a cerrarse a una nueva solicitud de cadena nacional, en esta oportunidad a la Comisión Pro Referéndum. ¿A qué se lo atribuye?
A nosotros nos parece que el gobierno se está equivocando. Tiene una visión restrictiva del uso de los medios públicos. Esto no ayuda a mejorar el debate en la sociedad, más cuando estamos hablando que la iniciativa cuenta con casi seiscientas mil adhesiones; pero nosotros vamos a seguir insistiendo en el mensaje de que estos 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración, hay que anularlos porque creemos que son artículos restrictivos de los derechos del conjunto del pueblo. Esa visión restrictiva, acotada del gobierno en la discusión de los asuntos públicos, rebaja la calidad democrática de la sociedad uruguaya.
No es la primera vez que se dice que no a una solicitud de cadena nacional, ¿hay algo de revanchismo en todo ello?
Nosotros creemos que el gobierno tiene una actitud restrictiva, bien diferente a la del gobierno anterior. El gobierno anterior tenía una visión mucho más amplia, por ejemplo, brindó cadena nacional para organizaciones sindicales y también para organizaciones del tipo empresarial. Pero además lo hizo desde una perspectiva de gente que promovía plebiscitos y se les dio la cadena.
¿Se está pensando en alguna estrategia en particular para capitalizar las firmas faltantes?
Nosotros queremos tener 130.000 firmas más y para ello se necesita todo el esfuerzo del conjunto de la sociedad, que es quien lo hace posible. Esto ya no depende de Fernando Pereira, de Rafael Michelini, o de decenas de compañeros y compañeras que integramos la comisión Pro Referéndum. Esto depende de miles y miles de uruguayos que se pongan las firmas al hombro para que en los últimos días se pueda llegar a 130.000 firmas más, de modo que no exista duda de cuál es la voluntad del pueblo uruguayo en ir al Referéndum con estos artículos.
Este referéndum tiene la particularidad de la situación en la cual se ha planteado, con un escenario de pandemia. Se está a unas 102.000 firmas de habilitar la herramienta del Referéndum. ¿Afloró la voluntad y la cultura cívica del Uruguay?
El Uruguay ha demostrado que en más de una oportunidad ha hecho gestas históricas y esta podría ser una adicional. En medio de una pandemia, con restricciones de todo tipo, con dificultades de comunicación, con las dificultades que implican estos 135 artículos, que el pueblo uruguayo mandate al conjunto de la sociedad para que estos 135 artículos que queremos anular se logren.
Luego vendrá si se anulan o no, pero el hecho que se llegue al referéndum y que con eso se construya una voluntad férrea y absoluta de que no pueden pasar sin discutirse, yo creo que constituiría otro de los hitos del pueblo uruguayo a través de su historia.
Desde el gobierno no se ha hecho una defensa fervorosa de estos 135 artículos, ¿por qué?
¿Por qué? Porque ni ellos creen en estos artículos, para qué van a poner en un capítulo 34 artículos de cómo se desaloja a la gente de viviendas precarias o de alquileres sin garantías. ¿Para qué? En el medio de la pandemia, innovar en esto, en el medio de una LUC, no tiene absolutamente ningún sentido.
O por ejemplo, habilitar para que personal policial masculino cachee en el medio de la plaza pública o de la vía pública a una muchacha que se la detiene, ¿cuál es el objeto?, sin pedir autorización a su superior como se hacía antes. O sacar en el medio de la pandemia a todos los docentes de casi todos los lugares de decisión que se plantean, lo que nosotros denominamos las políticas educativas. ¿Cuál es el objeto?
Permitir que una persona con 100.000 dólares llegue y compre una casa, si eso no es blanquear el dinero, es lavarlo. Ellos mismos no creen en todas estas políticas, entonces para qué las van a defender, ninguno quiere hacerse cargo de las mismas.