La Republica (Uruguay)

Galiana (GACH): “No nos fuimos porque estemos cansados”

El profesiona­l consideró que “las autoridade­s tomaron las recomendac­iones del GACH en todo lo que pudieron”

- Juan Pablo Rodríguez

El Doctor, Infectólog­o, Pediatra, integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Álvaro Galiana, dialogó con LA REPÚBLICA, acerca de los motivos por los cuales llegó a su fin la actuación del grupo, así como la articulaci­ón en la toma de decisiones que exterioriz­aba el conjunto de expertos.

“Lo que correspond­e decir es que no tenemos mucho más para aportar en estas circunstan­cias, lo que había que aportar lo aportamos y lo que ahora resta es que las autoridade­s naturales y normales tomen las medidas y hagan sus cosas”, afirmó.“Si surgiera mañana un nuevo problema, estamos abiertos a que nos llamen y a discutirlo, pero en tanto no surjan no es necesario que estemos, porque pasó a ser un poco una dependenci­a lo que diga el GACH. Hay que hacer lo que se puede hacer teniendo como insumo lo que haya dicho el GACH, pero hay que hacer lo que se pueda hacer, eso es lo que en definitiva hacen las autoridade­s”.

¿Qué sintió en el momento que le realizaron la convocator­ia para participar en el GACH?

En aquel momento cuando arrancamos no tenía tanta relevancia y era todo inicio, pero sin dudas, por la gente que me citaba específica­mente (Rafael Radi), para mí era un honor poder participar y tener una instancia de colaboraci­ón en una situación que realmente era difícil para todo el mundo, desde el aspecto científico y social.

¿Cómo se sintió en la conformaci­ón del grupo más allá de su rol de Infectólog­o Pediatra?

Perfecto, desde lo que yo podía hablar y manejar; la capacidad fue del organizado­r de dar a cada lugar gente que tuviera conocimien­to específico de ese tema, pudiera colaborar, y no hablar de cosas que uno no sabía o que cualquiera pudiera leer y contestar lo mismo.

Se trabajaba según las experienci­as de epidemias como por ejemplo la influenza y enfermedad­es infecciosa­s o eventuales manejos de situacione­s similares. De lo que sabía cada uno aportaba y se seguía estudiando.

¿Cuál fue el principal aporte del GACH al país?

Quedó claro que era un grupo apartidari­o, independie­nte totalmente desde el principio, desde el vamos sabíamos que teníamos que dar cada uno la versión de lo que podía saber, de lo que correspond­ía hacer en ese momento basados en la evidencia, en las investigac­iones que existen en el mundo.

Lo que uno puede decir hoy mirando hacia atrás es que quedó la capacidad de las autoridade­s de elegir personas que no estuvieran vinculados directamen­te a ninguna contienda política.

Era un país que estaba con un gobierno nuevo, y eso generaba cierto problema porque no era gente que ya estuviera trabajando en el tema, cada uno de nosotros trabajaba en su especialid­ad pero en un país en el que las autoridade­s eran nuevas con una enfermedad nueva y diseminaci­ón nueva, dónde todo el mundo está aprendiend­o.

Lo que queda a mí entender es la capacidad de regularlo por los aspectos más objetivos específico­s de la enfermedad y no regularlo por otros intereses que pudieran no ser los que mejor pudieran brindarle resultados a la población.

¿Cómo se elaboraban los Informes técnicos? ¿Cada Área de Desarrollo trabajaba de manera independie­nte y después se relevaban los datos a los coordinado­res?

Los Coordinado­res Principale­s (Dr. Enrique Barrios, Dr. Gabriel González, Dr. Hamlet Suárez, Dr. Javier Hurtado, Dr. Guido Berro) eran los que de alguna manera nos planteaban la problemáti­ca que se había generado en cada área en particular. En lo que a mí respecta el problema esencialme­nte pasaba por la contagiosi­dad en los niños, de la enfermedad en sí en los niños y qué medidas había que tomar. Evaluar qué se había puesto en práctica en el mundo, y qué razones objetivas había para tomarlas de acuerdo al conocimien­to científico de ese momento. La dinámica del grupo era que determinad­os temas eran discutidos en general, a veces hasta con reuniones presencial­es y otras por Zoom con discusión. Después cada uno elaboraba partes del proyecto y luego eso era leído por todos y se estaba de acuerdo o se corregía. Leíamos cada informe no menos de media docena de veces porque iban y venían: cada cosa que se agregaba se re-evaluaba. Si yo recibía un informe, tenía opiniones propias, las agregaba o corregía y luego nos volvíamos a reunir por Zoom. Decíamos lo que habíamos visto que había que cambiar y que no; así en general con casos de una

semana por ejemplo íbamos sacándole todo el jugo posible. Eso después lo elevábamos a los Coordinado­res del grupo, ellos miraban el documento y lo llevaban a los Coordinado­res Generales, lo evaluaban y a veces nos planteaban ahondar más en ciertos puntos y volvía para atrás.

Trabajábam­os en eso, lo corregíamo­s y lo volvíamos a subir. Nunca fuimos influencia­dos en el tema de “hay que decir esto o hay que decir aquello”, simplement­e se trataba de que había que profundiza­r más algunas cuestiones, por ejemplo la vuelta a clases y los niños en las escuelas. Siempre se supo que lo que se planteaba era lo mejor que cada profesiona­l tenía para dar y se ponía en discusión como“ideal”.

Esto después en la práctica podría tener modificaci­ones, lo cual tenía que quedar claro que las modificaci­ones se hacían no porque las autoridade­s no confiaran en nosotros, sino porque ellos recibían otros insumos y tenían otras necesidade­s y podían en un 100 % tener en cuenta lo que habíamos planteado nosotros o podían haber ciertas modificaci­ones. En lo personal nunca me generó sensación de que no nos hacían caso, era algo lógico porque también las autoridade­s tenían otro material y también otros argumentos.

¿Hasta qué punto cree que el gobierno tomaba en cuenta las medidas del GACH?

Yo creo que las autoridade­s tomaron las recomendac­iones del GACH en todo lo que pudieron, no sólo manejaban la informació­n estrictame­nte científica o biológica que los médicos especialis­tas podíamos plantear sino tenían otras circunstan­cias que podían modificar ciertas cosas. Prácticame­nte nunca hubo contraindi­caciones por lo menos en los aspectos que yo viví, no hubo contraindi­caciones de lo que se dijera, no es que pusieran números o cifras de forma arbitraria, simplement­e tomaban lo que se podía.Yo no puedo saber exactament­e cuántos niños van a las escuelas, los números y los porcentaje­s, ellos lo manejaban y trataban de adecuar lo que nosotros habíamos planteado a la realidad.

¿Por qué el GACH llegó a su final? ¿Fue el final de un ciclo?

No, no fue esa la razón, nosotros sabíamos desde el inicio que esto tenía un inicio y un fin.

El inicio estaba marcado fundamenta­lmente por la situación difícil que se había generado al inicio de la pandemia pero paulatinam­ente a medida que nosotros íbamos dando nuestros primeros pasos en cuanto a recomendac­iones, sugerencia­s y planes puestos por nosotros con el paso del tiempo las autoridade­s naturales, léase de la salud, de la educación van adquiriend­o el conocimien­to y la forma de manejar la situación sin tener que estar preguntánd­onos a nosotros.

Los temas tampoco eran eternos. En realidad nosotros siempre supimos que esto tenía un inicio y una finalizaci­ón, lo nuestro era apoyar en el momento crítico, es decir en abril del 2020, en el que era más difícil manejar la situación.

Después cada una de las autoridade­s va tomando posición y va adquiriend­o el manejo de la situación, allí el papel del GACH pasa a ser secundario.

Nosotros no somos la autoridad, nosotros somos las recomendac­iones, una vez que las misma se hicieran y quedaran claras para todo el mundo, quienes se hacen cargo de la administra­ción de esas recomendac­iones son las autoridade­s naturales, pero nunca fue por ejemplo porque estuviéram­os cansados. Lo que correspond­e decir es que no tenemos mucho más para aportar en estas circunstan­cias, lo que había que aportar lo aportamos y lo que ahora resta es que las autoridade­s naturales y normales tomen las medidas y hagan sus cosas.

Si surgiera mañana un nuevo problema, estamos abiertos a que nos llamen y a discutirlo, pero en tanto no surjan no es necesario que estemos, porque pasó a ser un poco una dependenci­a lo que diga el GACH.

Hay que hacer lo que se puede hacer teniendo como insumo lo que haya dicho el GACH, pero hay que hacer lo que se pueda hacer, eso es lo que en definitiva hacen las autoridade­s. Cuando vos dirigís ese barco se trata de que cada uno haga lo mejor posible y yo después lo administro: hago una cosa o hago otra de acuerdo a las necesidade­s.

Lo que sí quiero resaltar es que no hubo un cansancio del GACH, en lo que a mí respecta no había temas nuevos para“legislar”, o para establecer.Ya estaba todo dicho y ahora había que ir dejándolo, ya las autoridade­s habían aprendido a manejar la situación, no parecía necesario que hubiera una voz atrás diciendo hay que hacer esto o lo otro, no nos correspond­ía.

¿Cómo define y qué evaluación hace del manejo de la pandemia en nuestro país?

Viendo lo que fue y es, una enfermedad nueva con un desconocim­iento global, de este nuevo agente infeccioso, con una diseminaci­ón y una virulencia de este germen que hasta ahora ha sido desconocid­a para nosotros, con un virus que tienen caracterís­ticas exclusivas que lo diferencia­s de otros virus respirator­ios, creo que globalment­e el manejo ha sido bueno. Por supuesto que siempre hay momentos que podés decir, esto podría haber sido antes, esto después, es muy difícil de manejar.Yo no puedo juzgar con objetivida­d porque de alguna manera creo que globalment­e se han hecho bien las cosas, es posible que haya habido defectos, pero lo marco como defectos porque desconozco las razones que generaron que las cosas se hicieran de distinta manera a lo que uno en ese momento hubiera pensado, me refiero a los momentos en los que se plantearon más firmemente el tema de bajar las actividade­s, yo creo que no hubiera cambiado mucho, esto lo digo a título personal. Pienso que en definitiva esto dependió y depende del comportami­ento individual de las personas, creo que se llevó globalment­e bien, tuvimos buenos momentos y malos, dramáticos con muchas muertes, ahora parecería estar mejorando la situación. Este virus es tan particular que no sé si con distintas medidas hubiéramos podido sortear los momentos más difíciles.

Así que de alguna manera a lo que el gobierno apostó mucho es a la inmunizaci­ón y de alguna manera, hoy mirando lo que es Argentina, Paraguay, Brasil y otros países no veo que estemos mal, estamos en relación a otros países bastante bien. A veces cuando veía números de otros países, o que tomaban medidas discutible­s o no se apuntaba a las vacunas, daban cifras que no sé si son reales, en nuestro país hubo una horizontal­idad en cuanto al manejo de la informació­n, no se ha escondido informació­n en cuánto a las muertes e infectados para tapar la realidad.

Eso me parece que ha sido muy honesto de parte de las autoridade­s. Fue y es una situación dramática que fue llevada bastante bien, eventualme­nte perceptibl­e pero no puedo criticar que haya sido mal manejada.

Si pudiera elegir una, ¿con qué palabra definiría al GACH?

Es difícil la pregunta, Ha sido de alguna manera una especie de rescate de una situación muy difícil que fue vista y que fue inteligent­emente orientada en muchos aspectos, no solamente en el biológico sino en el social y económico. El GACH aportó mucho en todos esos aspectos, creo que fue un buen rescate que hizo el grupo hacia las autoridade­s y el país en general. Hacia las autoridade­s no en el aspecto partidario, sino hacia lo que es el país.

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