Botana: “El Partido Nacional necesita el ala wilsonista; no conozco pájaro que vuele con un ala sola”
El senador nacionalista y ex intendente de Cerro Largo habló de la necesidad de “unir al interior” detrás de una corriente que “apueste por la integración”, por el fomento de las nuevas tecnologías y que se aleje “del modelo liberal actual”
Con un enfoque wilsonista, Botana considera que es natural la reunión de intendentes que compartan la importancia de la descentralización, uno de los puntos clave del pensamiento de Wilson Ferreira Aldunate.
Además, señaló que el interior perdió participación en el PBI, población, así como servicios. Incluso, perdió representación política en la medida que en el Parlamento ninguna de las dos cámaras expresa una realidad territorial.
Para Botana, el wilsonismo debe ser más que la sumatoria de sectores, del cual participen grupos de diversos orígenes, citando como ejemplo al Movimiento Nacional de Rocha, recordando que su fallecido Carlos Julio Pereyra fue el único compañero de fórmula de Ferreira Aldunate. Las líneas siguientes son un resumen del diálogo mantenido con el legislador en su despacho del Palacio Legislativo.
-En el Partido Nacional, cuando se habla de wilsonismo, para muchos, hay que hablar de Alianza Nacional o de Por La Patria, que en Montevideo es la lista 250. Sin embargo, hay mucha gente del interior que se reivindica wilsonista también, pero que no está en ninguno de los dos sectores. Entonces, hoy por hoy, ¿Qué es ser wilsonista?
-El wilsonismo es un modo de ver el país y vivirlo. Es el apego a las libertades, el apego a algunas ideas concretas como la de la descentralización fundamentalmente. Una clara idea del progreso inteligente del país. Basado en el crecimiento de los sectores tecnológicos y de la tecnología como base del crecimiento de los sectores tradicionales. Es también una cultura. Que defiende el ser nacional frente a toda cultura extranjerizante.
Es un modo de defensa de nuestras raíces. Eso es, desde mi punto de vista, lo que es el wilsonismo. Esa raíz. Ese enfoque de la realidad. Que, bueno, algunos lo tenemos como matriz de ideas y de actitudes. Creo que hay herrerismo y tal vez hay lacallismo. Capaz que ya ocupa, el lacallismo, un modo de acción diferente de lo que fue la cultura herrerista de siempre.Y que hay un wilsonismo que es un modelo o una proposición diferente a cualquiera de las otras dos.
-Hay varios intendentes que reivindican su origen wilsonista y plantean la posibilidad de una opción desde el interior. ¿Qué futuro puede tener una confederación de intendentes o ex intendentes wilsonistas dentro del partido blanco?
- Esos movimientos, siempre se producen en la búsqueda, justamente, de una de las ideas principales que Wilson llevó adelante, como fue el proyecto descentralizador.
Hemos visto la necesidad de unir al interior de la República, todo, que viene perdiendo espacio en su participación en el PBI, que viene perdiendo espacio en cuanto al porcentaje de población, que ha venido perdiendo servicios en todas las áreas de lo que es la acción de gobierno especialmente. Hoy, ni siquiera tiene muchas voces, que representen esa realidad de tierra adentro. Me refiero entre el Senado de la República y el Poder Ejecutivo. No hay mucha representatividad de ese país más alejado de la capital.
- Ahora todo departamento tiene por lo menos un diputado.
- Bueno, en realidad, la Cámara de Diputados tiene por lo menos un mínimo de dos diputados. Uno de ellos siempre es un diputado del gobierno y el otro diputado es un diputado podría ser el que representa la realidad de ese lugar. Así fue históricamente. Ahora eso, en ésta última elección, cambió.
Pero lo que sí es cierto es que como máximo de representantes de esa realidad del interior hay 30 y pico, 40. Lo cual hace que no tengamos en el país ninguna cámara territorial, ninguna.
En los sistemas bicamerales que hay en el mundo. Una cámara es poblacional y otra cámara es por territorio. A veces, con una representación no estricta o menguada o calificada entre los territorios. Pero, siempre, con una fuerte preeminencia sobre lo territorial. Especialmente los senados son así. En los Estados Unidos representando estados, en Brasil igual, en la Argentina representando provincias. El Uruguay tiene dos cámaras poblacionales. Lo cual, sinceramente, es un elemento de organización institucional que va en contra de ésta necesidad de igualar, también, en lo territorial en todo el país.
- Hay distintas formas de ver el wilsonismo: el senador Carlos Daniel Camy representa a una, el legislador Jorge Gandini representa otra, ¿Qué tipo de wilsonismo estaría haciendo falta? ¿Cómo se podría expresar?
-Yo creo que hay que generar una construcción que vaya más allá de la sumatoria de los sectores hoy existentes. Tenemos que tener la capacidad de organizar una corriente representativa, con ambiciones, con capacidad de hacerse oír fuertemente, con posicionamientos políticos claros, que envuelvan todo lo que es un wilsonismo que, obviamente, siempre tiene distintas expresiones.
Que van, también, en función de las vivencias de quiénes son sus jefes. Y de las situaciones, las circunstancias que les toque atravesar. Por lo cual, creo, lo que sí creo es que el partido nuestro necesita esa ala wilsonista. No conozco pájaro que vuele con un ala sola. Así que, vamos a tener que hacer el esfuerzo, entre todos, de darle al partido una corriente de ese tipo. No, tendremos que trabajar en lo programático, tendremos que trabajar en cuestiones estratégicas, tendremos que ver temas electorales, hay que resolver temas políticos. Creo que tenemos que hacerlo con generosidad de parte de cada uno de los que participen en la idea. No con ánimo de apropiación, sino con ánimo de que germine este sector imprescindible en la vida del país. El wilsonismo, de alguna manera, vino a llenar el espacio que antes ocupó el nacionalismo independiente. Lo ocupó el wilsonismo visto en el sentido amplio también porque el wilsonismo fue por la patria, pero el wilsonismo fue ACF, y el wilsonismo fue del Movimiento Nacional de Rocha y otros sec