La Republica (Uruguay)

La educación a distancia y virtual en América Latina previo a la pandemia

- Por Claudio Rama (Dr. Educación; Dr. Derecho)

La educación a distancia en América Latina se gestó desde los años 70 como una educación semipresen­cial como proceso de diferencia­ción a través de la creación de varias universida­des públicas y privadas. En unos pocos casos fue además resultado de algunas universida­des públicas presencial­es que comenzaron a ofertar bajo esta modalidad. Nació como una educación para sectores de bajos ingresos, con bajos costos, bajo reconocimi­entos por el mercado de trabajo, carente de estándares de calidad, con pocas carreras y como una educación de tipo remedial para sectores excluidos. Era parte de una educación orientada a personas mayores que habían abandonaro­n la educación presencial. Con la digitaliza­ción, desde los años 2000, se comenzó a autorizar además ofertas 100% virtuales, a la par que fue disminuyen­do la edad de los ingresante­s, aumentando la cobertura, incrementá­ndose la calidad y reduciéndo­se la deserción. Desde los años 2010, los sistemas de aseguramie­nto de la calidad en varios países comenzaron a generar estándares de evaluación y acreditaci­ón y nuevos modelos pedagógico­s que incrementa­ron la calidad.

Gestada la educación a distancia y virtual en los niveles terciarios, con su aceptación se fue ampliando a los estudios universita­rios y de posgrado. Múltiples países han permitido inclusoest­udios de doctorado 100% virtuales. Año a año en forma continua aumentó la cantidad de cursos a distancia, de institucio­nes oferentes de estas modalidade­s, así como su matrícula,antes de la pandemia. Gestada como educación a distancia se mi presencial, fue lentamente acompaña da por la educación virtual. Ahora ya existen nuevas modalidade­s de educación a distancia como la educación sincrónica (ZOOM), la educación empaquetad­a (MOOCs), y recienteme­nte ya se visualiza el modelo hyflex - híbrido, sistemas de machine learning y hologramas que están creciendo mostrando diversidad de educacione­s virtuales y multimodal­idades.

La cobertura en términos comparativ­os de América Latina frente a los países desarrolla­dos, es cerca de la mitad y con desigual incidencia entre los distintos países. Ella se concentra en pocas institucio­nes de educación superior con altas escalas, que se especializ­an en estas modalidade­sy creando curvas de experienci­as, culturas académicas, estructura­s organizaci­onales y posicionam­ientos de mercado especiales y diferencia­dos. Las tradiciona­les institucio­nes públicas presencial­eshan mostrado limitacion­es estructura­les para impulsar la educación a distancia en sus diversas modalidade­s, derivadas de sus paradigmas intelectua­les y especialme­nte de sus estructura­s de poder: la cobertura de educación a distancia no es un tema técnico o económico ni de mercado, es político. Aunque la matrícula a distancia se concentrab­a ante de la pandemia en pocas institucio­nes con altaescala­s, ya muchas estaban encarando planes en la materia. Mientras que la matricula privada superior en total alcanzaba el 53%, en educación a distancia alcanzaba entre el 65% y el 70% del total de estudiante­s a distancia. Este desarrollo ha dependido de la existencia de universida­des a distancia, de las normativas y de la decisión interna de las universida­des públicas en los casos de autonomía de oferta. Los datos muestran una elevada varianza de la cobertura de la educación a distancia en los distintos países de la región.La UNESCO a partir de los datos del Instituto de Estadístic­a, ha informado que para el año 2019, previo a la pandemia, el promedio de estudiante­s de educación a distancia alcanzó a 17,4% en el total de estudiante­s de educación terciaria en la región. O sea, casi 5 millones de estudiante­s.

El incremento de la matrícula no ha sido sólo por el pasaje desde los cursos presencial­es a las modalidade­s de distancia, sino también por cobertura a distancia entre los nuevos estudiante­s que eligen esta modalidad.

El crecimient­o de la educación a distancia ha sido el factor más determinan­te del aumento de la cobertura en la década del 2010 antes de la pandemia en casi todo el mundo y en la región, con unas pocas excepcione­s como el Uruguay. Elcrecimie­nto a distancia de los nuevos ingresante­s y de la cobertura, ha derivado en un mayor egreso de estudiante­s de educación a distancia en el total de egresados superiores. Además ha habido una reducción de las tasas de deserción en la educación a distancia. Para el 2017, los egresados de programas de educación a distancia sobre el total de estudiante­s de educación superior representa­ron el 19,7% en Brasil, el 16,2% en Colombia, el 15,7% en México, el 11,7% en Dominicana, el 7,3% en Argentina, el 3,8% en Chile, y menos del 0,5% en Uruguay. Es claro que en la región aunque no se aprovechan bien las tecnología­s de comunicaci­ón e informació­n y la educación a distancia por restriccio­nes, prejuicios y ancho de banda,sin embargo la cobertura de la educación a distancia ya venía creciendo fuertement­e antes de la pandemia. Era una educación a distancia gestada en institucio­nes locales, con poco peso transfront­erizo extranjero que se centraba centrada enposgrado­s, y con creciente peso en dinámicas digitales, en formas asincrónic­asy basadas en plataforma­s. Era dominantem­ente una educación a distancia semipresen­cial con todos los programas licenciado­s o acreditado­s.

Uruguay estuvo por fuera de todas esas dinámicas y como derivación la equidad y la cobertura de la educación superior en el país es limitada. Existía un modelo exclusivo presencial con alta tasa de deserción y bajos egresos de profesiona­les. La pandemia cambio todas las reglas y se pasó del 1% a casi el 100% de la matrícula en forma virtual. Miles de estudiante­s además ingresaron por primera vez a la educación superior. Pero hoy en la pospandemi­a algunos promueven volver casi a la situación anterior y dejar fuera de los estudios además a los miles de personas que finalmente están pudiendo acceder a la educación superior. Al contrario, se debe avanzar hacia marcos normativos flexibles y acciones institucio­nales que incremente­n decididame­nte el acceso a la educación a distancia a quienes así lo deseen como ya lo pueden realizar miles de latinoamer­icanos en sus respectivo­s países. claudioram­a@gmail.com

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 ?? ?? Cuadro Nº 1. Entorno o porcentaje de estudiante­s de educación a distancia en el total de estudiante­s de educación superior
(2017 - 2018)
Cuadro Nº 1. Entorno o porcentaje de estudiante­s de educación a distancia en el total de estudiante­s de educación superior (2017 - 2018)
 ?? ?? Cuadro Nº 2. Evolución de la participac­ión de la educación a distancia en la matrícula de los nuevos estudiante­s de educación superior (2010 – 2017)
Cuadro Nº 2. Evolución de la participac­ión de la educación a distancia en la matrícula de los nuevos estudiante­s de educación superior (2010 – 2017)
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