Estados de EEUU comienzan a prohibir el aborto tras derogación de ley por parte del Tribunal Supremo
Joe Biden dijo que la decisión hace "retroceder a Estados Unidos 150 años"
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha advertido de que la decisión adoptada por el Tribunal Supremo de revocar el derecho constitucional al aborto "pone en riesgo" la salud y la vida de las mujeres y hace "retroceder a Estados Unidos 150 años".
Inmediatamente después de conocerse el fallo del Supremo, Misuri y Texas han sido los primeros estados en restringir el aborto. Lo ha hecho por medio de leyes desencadenantes, también conocidas como de activación o "gatillo", diseñadas para entrar en vigencia automáticamente o mediante una acción estatal rápida una vez eliminada la protección constitucional.
El fiscal general republicano de Misuri, Eric Schmitt, emitió este viernes una opinión que activó la ley antiaborto del estado, prohibiendo con ello el procedimiento excepto en casos de emergencia médica. Se prevé que varios estados sigan los pasos de Misuri y Texas. Y es que otros 11 tienen listas leyes desencadenantes como Arkansas, Idaho, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma, Tennessee, Utah y Wyoming.
En un discurso a la nación, Biden ha tildado la jornada de este viernes como "un día triste para el tribunal y para el país" pues el Supremo no ha limitado un derecho constitucional, sino que le ha quitado expresamente a la ciudadanía una facultad. "La decisión del Tribunal Supremo tendrá consecuencias reales e inmediatas", ha avisado.
"No lo ha limitado. Simplemente se lo ha quitado. Eso nunca se ha hecho con un derecho tan importante para tantos estadounidenses, pero lo han hecho", ha lamentado el inquilino de la Casa Blanca, quien ha apuntado que ya incluso durante su etapa como vicepresidente de Barack Obama tuvo en cuenta este caso a la hora de nominar jueces del Supremo. En esta línea, Biden ha incidido en que la resolución ha sido impulsada por tres de los jueces del Supremo que en su día fueron nombrados por el expresidente Donald Trump, con lo que la decisión está marcada por una "ideología extrema" y es la culminación de "un esfuerzo deliberado durante décadas" por "alterar el equilibrio" la legislación estadounidense.
"Han sido tres jueces nombrados por el expresidente Donald Trump quienes han sido el núcleo de la decisión de hoy de cambiar la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres en este país", ha aseverado. Asumiendo la resolución del Supremo, el presidente estadounidense ha garantizado el derecho a las mujeres para viajar desde estados donde está prohibido el aborto hacia otros que sí lo permitan, a la par que ha asegurado el acceso a los medicamentos necesarios para aquellas mujeres que lo precisen.
"Si algún funcionario estatal o local, alto o bajo, intenta interferir con una mujer que ejerce su derecho básico a viajar, haré todo lo que esté a mi alcance para luchar contra ese ataque profundamente antiestadounidense", ha añadido Biden, apuntando también que "al limitar el acceso a los medicamentos, la mortalidad materna aumentará en Estados Unidos". Finalmente, el mandatario estadounidense ha advertido de que su Administración "utilizará todos sus poderes legales" para restituir el derecho al aborto. Asimismo ha instado a "actuar" tanto al Congreso como a la propia ciudadanía con su voto.
El inquilino de la Casa Blanca ha instado al Congreso a restablecer el derecho al aborto como una ley federal, sin embargo, la aritmética del órgano no es favorable a los demócratas, quienes no cuentan con los votos para hacer esto a día de hoy. Por esto, Biden ha animado a la ciudadanía a "hacer oír su voz" en las próximas elecciones de noviembre. "En otoño, deben elegir más senadores y representantes que codifiquen el derecho de la mujer a elegir en la ley federal una vez más", ha dicho.
"Puedes tener la última palabra. Esto no ha terminado", ha señalado Biden, quien considera que el caso es "atípico entre las naciones desarrolladas", aunque también ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido que las protestas ciudadanas que se lleven a cabo sean de carácter pacífico.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha eliminado el derecho constitucional al aborto en el país tras anular, tal y como se filtró a principios de mes, el fallo Roe contra Wade que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973. La decisión ha sido adoptada con el voto a favor de los seis jueces conservadores y el rechazo de los tres magistrados liberales del alto tribunal.
Por su parte la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha criticado el fallo del Tribunal y ha advertido de que tras suspender este derecho el siguiente pueda ser el matrimonio homosexual o el interracial. "Esta es la primera vez en nuestra historia que se le quita un derecho constitucional al pueblo de Estados Unidos", ha lamentado Harris, quien ha alertado de que, tras esta, podría darse la supresión de otros derechos que se consideran "resueltos", incluido el matrimonio homosexual. La vicepresidenta ha detallado que el dictamen del Supremo incluye como argumento que el aborto "no está profundamente arraigado" en la historia del país, con lo que, según ella, se pone en duda otros derechos como el matrimonio entre personas del mismo sexo o interracial, así como el uso de métodos anticonceptivos.
Respuesta Internacional
La decisión del Supremo estadounidense ha recibido rápidamente la respuesta de algunas potencias internacionales, como del país vecino Canadá, desde donde su primer ministro, Justin Trudeau, ha tildado de "horribles" las noticias provenientes de Estados Unidos. "Mi corazón está con los millones de mujeres estadounidenses que ahora están a punto de perder su derecho legal al aborto. No puedo imaginar el miedo y la ira que estás sintiendo en este momento", ha señalado Trudeau a través de una publicación en sus redes sociales.
En la misma línea, desde Europa, la ministra de Asuntos Exteriores de Francia, Catherine Colonna, ha alertado de que la "espantosa" decisión del Supremo supone un "revés importante para los derechos fundamentales". Asimismo, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha señalado que la Justicia estadounidense ha tomado una "decisión muy importante" que tendrá un "enorme" impacto en todo el mundo. "Creo que es un gran paso hacia atrás", ha aseverado Johnson. "Siempre he creído en el derecho de la mujer a elegir y me atengo a esa opinión y es por eso que Reino Unido tiene las leyes que tiene", ha señalado el primer ministro y también líder del Partido Conservador británico.
Más allá de líderes políticos, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha tildado la resolución como "un gran revés" y "un duro golpe para los Derechos Humanos de las mujeres y la igualdad de género". "El acceso al aborto seguro, legal y efectivo está firmemente arraigado en el derecho internacional de los Derechos Humanos y es el núcleo de la autonomía y la capacidad de las mujeres y las niñas para tomar sus propias decisiones sobre sus cuerpos y vidas, libres de discriminación, violencia y coerción", ha apuntado Bachelet en un comunicado.
Según la funcionaria de Naciones Unidas, la decisión judicial de este viernes despoja de ese derecho a "millones de mujeres en Estados Unidos", especialmente a aquellas de "bajos ingresos" y a las pertenecientes a "minorías raciales y étnicas".
El balance de emigrantes muertos en el asalto de este viernes a la valla de Melilla asciende a 18 personas, según informaron fuentes de las autoridades locales de la provincia marroquí de Nador, contigua a la ciudad española ubicada en el norte de África.
Melilla es una ciudad autónoma española situada en el norte de África, a orillas del mar Mediterráneo. Tiene una valla que la separa de Marruecos. Quienes la pueden pasar pueden pedir asilo en territorio español. El intento de cruzar la valla que separa el país magrebí de Melilla comenzó pasadas las seis de la mañana de ayer, cuando alrededor de 2.000 personas de origen subsahariano empezaron a aproximarse a la frontera y se encontraron con un amplio dispositivo montado por Marruecos. A pesar de los esfuerzos de los agentes marroquíes, dos horas después unos 500 subsaharianos consiguieron llegar a la valla y rompieron una puerta de acceso, tras lo cual comenzaron a entrar a Melilla. Según la Delegación del Gobierno de la ciudad, 133 de ellos lo consiguieron.
En el primer balance de cinco emigrantes muertos, las autoridades marroquíes afirmaron que los fallecidos habían sido arrastrados por la multitud en una avalancha o bien habían muerto al caer de un muro. Las mismas fuentes contabilizaron 76 emigrantes y 140 agentes marroquíes heridos, cinco de estos últimos de gravedad. Todos los heridos, tanto agentes como emigrantes, fueron trasladados al Hospital Hassami de Nador y al centro hospitalario universitario de la ciudad de Oujda para recibir tratamiento.
De la dureza del choque vivido esta mañana dan cuenta algunas imágenes que circulan por las redes que muestran a policías marroquíes lanzando gases lacrimógenos y piedras contra un grupo de migrantes que atraviesan una valla en territorio alauí.También un vídeo de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) documenta un gran número de migrantes tendidos y amontonados en el suelo bajo la vigilancia de la Policía marroquí.
En el lado español, el Gobierno informó de que 133 personas de origen subsahariano consiguieron acceder a Melilla de las que 106 resultaron heridas. Hay 49 agentes de la Guardia Civil y 57 inmigrantes heridos, de los cuales tres tuvieron que ser trasladados al Hospital Comarcal de Melilla, según informan las autoridades españolas. Fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla han informado de que las lesiones que han sufrido los guardias civiles son de carácter leve, salvo complicación. Además, cuatro vehículos han sufrido daños en carrocería y rotura de lunas por el lanzamiento de piedras.
La entrada masiva se produce apenas dos meses después del giro histórico de posición del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre el Sáhara Occidental, que provocó la normalización de las relaciones entre España y Marruecos.
La acción se produce asimismo en vísperas de la cumbre de la OTAN en Madrid, prevista para el 29 y 30 de junio, motivo por el que se han extremado las medidas de seguridad. En esa reuniòn al más alto nivel España plantea precisamente que la Alianza Atlántica garantice la seguridad de Ceuta y Melilla ante las "amenazas del flanco sur". Desde primera hora de la mañana, la Delegación del Gobierno en Melilla ha destacado la "colaboración activa" de las fuerzas de seguridad marroquíes, con las que, asegura, se ha trabajado "coordinadamente" para intentar frenar el acceso de los migrantes. El Gobierno ha puesto tanto énfasis en esta colaboración que, tras participar en el Consejo Europeo celebrado en Bruselas, el propio Sánchez, que atribuye el salto a "las mafias que trafican con personas", ha hablado de "extraordinaria cooperación".