CUANDO EL RIO SUENA
BONOS...
No conformes con haber perdido en las elecciones de junio pasado, autoridades de los distritos Escolar Elemental de El Centro y Escolar Unificado de Imperial buscan, junto con el Colegio del Valle Imperial, proponer a los votantes nuevos bonos para sufragar una serie de gastos multimillonarios.
Como ya había comentado en una columna anterior, la institución de educación superior del Valle Imperial busca que los electores autoricen un bono de 130 millones de dólares para construir instalaciones educativas para los programas de emergencias, además de actualizar otros tantos y desarrollar programas de tecnología del litio. Curiosamente, la Universidad Estatal de San Diego recibió del Gobierno de California varias decenas de millones de dólares para un proyecto similar.
Según el texto abreviado entregado al Registro de Votantes del Condado de Imperial, este bono llevaría a los propietarios de viviendas y de otros inmuebles a pagar menos de tres centavos por cada 100 dólares del valor de la propiedad. Por supuesto que este costo parece ser sumamente pequeño, pero en realidad es de alrededor de 30 dólares por cada 100,000 en los que se avalúe la propiedad. Si se toma en cuenta que el mercado actualmente solamente ofrece residencias de al menos 300,000 dólares estamos hablando de 90 dólares adicionales impuestos nada más por este bono.
A este bono habría que agregar, en caso de que los votantes así lo decidan, otros 50 dólares por cada 100,000 del valor de la propiedad si el Distrito Escolar Elemental de El Centro consigue que los votantes autoricen los dos bonos que se presentarán en las boletas locales como parte de las medidas C y E. El Distrito Elemental propone en la primer medida construir un nueva escuela primaria en la zona de Victoria Ranch de la ciudad de Imperial que anteriormente había sido presentado a los votantes y que no recibió los votos suficientes para ser legalmente válida.
Por su parte, el Distrito Escolar Unificado de Imperial propone nuevamente un bono para actualizar salones de clase y construir instalaciones, que contempla sitios para que los estudiantes puedan practicar deportes como la natación. Según un lector que reaccionó la anterior columna, la idea es que el Distrito Escolar y la Ciudad de Imperial puedan compartir el uso de estas instalaciones para el beneficio de la comunidad, pero cobrándole a los dueños de propiedades por esta amenidad.
Otro lector en su momento señaló que este problema de los bonos llevará a que el mercado de la vivienda en el Valle Imperial lleve los precios de las casas a niveles todavía mayores de los actuales. Como he mencionado, debido al incremento en las tasas de interés a nivel federal el llamado Sueño Americano, que antes de la crisis y la pandemia resultaba ser una utopía para muchos residentes del Valle Imperial, se convertirá en una pesadilla en caso de que estos bonos sean aprobados por los electores de los respectivos distritos.
Lo curioso, como también me lo indicaron los lectores en su momento, es el hecho de que el Estado de California registra un superávit multimillonario del cual los residentes del Valle Imperial van a ver muy pocos beneficios. Bien haría nuestro Asambleísta, Eduardo García, o nuestro Senador Estatal saliente, Benjamín Hueso, negociar a favor de sus representados en este distrito una parte de sus recursos para mejorar la infraestructura educativa, no solamente de los distritos que han propuesto bonos en estas elecciones de noviembre sino para el resto de los que se encuentran dentro del condado.
La verdad es que este no es el momento adecuado para justificar un incremento de impuestos debido a la histórica crisis inflacionaria que no se había visto en cuatro décadas dentro de los Estados Unidos. Muy posiblemente existen otras alternativas menos dolorosas para la población en general del Condado con las cuales se podrían construir las instalaciones prometidas en los bonos que estarán en juego un mes antes de que concluya este año.