CUANDO EL RIO SUENA
En las elecciones primarias de junio pasado, así como en las generales de inicios de noviembre, los votantes del Valle Imperial decidieron darle una oportunidad a dos damas para que los representen ante la Junta Directiva.
Si mi memoria no me falla, por primera vez la agencia más importante del Valle Imperial contará con dos miembros del sexo femenino, cosa que nunca ha ocurrido dentro de la Junta de Supervisores del Condado de Imperial.
En junio, los votantes de la división 5 decidieron cambiar a la directora saliente Norma Sierra Galindo por la concejal de Imperial, Karin Eugenio, mientras que a principios del mes pasado Gina Dockstader venció a su rival Don Campbell para suplir al director saliente y todavía presidente de la Junta, James Hanks.
Ambas directoras al parecer se perfilan para unirse a sus colegas John Brooks Hamby y Javier González para conformar una nueva súper mayoría que, en lo personal, me causa un profundo temor y, si no me equivoco, lo mismo ocurre entre miembros de la comunidad de todo el Valle Imperial.
Y es que hasta ahora Hanks, Sierra Galindo y el vicepresidente de la Mesa Directiva, Alex Cárdenas, habían logrado formar un grupo que llevaba a bien los asuntos del distrito, muy a pesar de la inconformidad de Hamby y de González.
En el caso de la candidata Dockstader, la inyección de una gran cantidad de recursos económicos por parte de los agricultores locales le permitió en buena parte obtener el triunfo, sin pasar por alto la excelente campaña bilingüe lanzada por la productora agrícola.
A pesar de sus patrocinadores, las directoras, lo mismo que todos los candidatos que salieron victoriosos en las elecciones recientes, deben recordar que su deber no es para con aquellos que aportaron fondos a sus respectivas campañas, sino para todo el pueblo del Valle Imperial.
Si bien es cierto que ya se preparan para tomar posesión de sus cargos a partir de este viernes, como en el caso de Eugenio, quien en fechas recientes cenó con el director y futuro colega González en un restaurante de cortes finos en Mexicali, esta preparación debiera en teoría permitirles desarrollar sus funciones para el beneficio de toda la población al proteger las finanzas del Distrito y evitando al máximo malos manejos con la adopción de políticas apropiadas.
Esta aparente nueva mayoría, en caso de querer mostrar una actitud alejada del revanchismo político, deberá empezar por designar al director Cárdenas como presidente de la mesa directiva, cosa que debió haber ocurrido el año pasado, pero que por decisión salomónica los directores optaron por dejar el frente de la junta al actual presidente Hanks.
Los nuevos directores, junto con sus colegas y lo mismo que el resto de los candidatos ganadores en las elecciones recientes deben recordar, el juramento que las declara legalmente como funcionarias públicas electas, establece su deber de defender la Constitución y las leyes por el beneficio del pueblo y no por el de un grupo en particular.
También deben llevar tatuado en la memoria el hecho de que en caso de incumplir con esta parte de su juramento, el pueblo tiene las herramientas no solamente para vigilarlas y obligarlas a mantener el decoro y llevar a bien los asuntos del pueblo, sino además los votantes cuentan con los mecanismos para echarlas fuera.
En caso de realizar un desempeño apropiado, las directoras pueden estar seguras que el pueblo se los reconocerá al expresarle su confianza a la hora de volver a solicitar el voto ciudadano.
Que Dios las ayude.