LÍMITES A LA REELECCIÓN MUNICIPAL
Hace ya varios años que en California los legisladores tienen impedido perpetuarse en el cargo luego que los votantes decidieran adoptar una iniciativa con la finalidad de imponer límites al número de años en los cuales pueden ser elegidos. Al principio, la restricción llevó a una renovación casi inmediata de los 120 puestos disponibles en la legislatura californiana.
Años después las leyes fueron modificadas para que los legisladores pudiesen pasar de una cámara a la otra con una combinación de años en cada una de estas cámaras y de esta forma permitir que los californianos aprovechen la experiencia acumulada por estos políticos en ese tiempo.
Gracias a estos límites legislativos hemos visto cuando menos en el Valle Imperial a tres legisladores de distintos partidos políticos que han representado al condado en la legislatura estatal.
Sin embargo, debido justamente a estos límites legislativos muchos miembros de la legislatura han optado por brincar de la legislatura estatal a las alcaldías, concejos de las ciudades o a las juntas de supervisores de los condados.
En estos cargos, los antiguos legisladores han visto la forma de continuar dentro de un cargo público en el cual pueden seguir disfrutando del poder, aunque a un nivel inferior.
Debido a que los límites legislativos no se dan a nivel municipal, contrario a lo que ocurre en la legislatura del estado, muchos han sido los políticos que se mantienen por décadas en sus cargos con la venia de un reducido grupo de votantes y sin representar realmente a sus comunidades.
Sin embargo, yo considero que tanto los concejales de las ciudades como los miembros de las juntas de supervisores y todos los alcaldes deberán también tener límites en sus periodos de gobierno.
Creo que también esta limitación debe aplicarse tanto a distritos especiales como los distritos de servicios públicos e incluso los escolares.
Si bien es cierto muchos llegan a ocupar sus cargos con aspiración de hacer un cambio en sus comunidades, la verdad es que una vez en el puesto empiezan a saborear el Poder y, en algunos casos, incluso abusan de la confianza que el pueblo les ha conferido.
Quizá en estos casos la falla no sea tanto del político en sí, sino del mismo sistema que les permite ocupar los cargos de manera indefinida mientras no existan estos límites.
Como ocurrió el caso de los legisladores, los límites legislativos a nivel municipal y distrital podrá llevar a la elección de una nueva generación de políticos que, a pesar de carecer de la experiencia a la hora de ostentar el poder bien pudieran traer buenas ideas al gobierno para el cual serán electos.
Aquí mismo en el Valle Imperial hemos tenido casos de personas que han sido electas en ocasiones por más de dos décadas sin que haya rival alguno que pueda conseguir desbancarlos.
Yo pienso que establecer un límite de 12 años para mantenerse en el cargo es más que suficiente tiempo para que el candidato lleve a cabo o cuando menos intente implementar sus ideas presentadas al momento de postularse a una candidatura.
Sin embargo, si no me equivoco, un cambio de este tipo requiere de un enorme esfuerzo para presentar el proyecto primero ante las autoridades electorales y posteriormente los votantes del estado.
Creo también que en muchas partes del Estado dorado debe haber personas que coinciden en este planteamiento, lo que me lleva a pensar que existe una enorme posibilidad de que esta iniciativa llegue a las papeletas electorales en un futuro no muy lejano.