COMUNICACIÓN Y LIDERAZGO
En esta columna, nuevamente abordo el tema del Centro Médico Regional de El Centro, pero desde una perspectiva totalmente distinta y dados los recientes acontecimientos en torno al asunto.
En pocas palabras, los Concejales de El Centro, que a su vez se desempeñan como miembros de la Junta Directiva del ECRMC, han mostrado debilidad, contrariedades, fallas graves de comunicación y poco liderazgo, cuando menos, hasta antes de la conferencia de prensa reciente.
Si desde un inicio le hubieran informado al público sobre los problemas financieros y operativos internos del hospital, se hubieran ahorrado muchos dolores de cabeza. Sin embargo, a pesar de que varios de los concejales llevan años dentro de la actividad política, demostraron un error garrafal y casi infantil, al olvidar que comunicación es poder.
Primero, le dijeron al público que los servicios de obstetricia y ginecología locales se iban a fusionar con los del hospital Memorial de los Pioneros, para que luego funcionarios del hospital de Brawley revelaran que, en realidad, fueron simplemente informados del cierre de los costosos y poco utilizados servicios en El Centro. Antes, las autoridades locales decidieron echar fuera a los anteriores directivos del hospital, incluido el Director Ejecutivo, para asumir las funciones de la mesa directiva y designar a un consultor como encargado del hospital.
Ante el vacío informativo, los rumores no se hicieron esperar. Además, habría qué agregar que hubo personal de los servicios maternoinfantiles que se quedó sin empleo debido a que no logró ser reubicado en otro hospital, al menos temporalmente.
Luego, las autoridades anunciaron la cancelación de la designación como hospital base, que sirve para guiar al personal de emergencia a la hora de trasladar pacientes, lo que llevó al público a pensar en el fin de los servicios de emergencia. Para empeorar la situación, al día siguiente del anuncio y haber detonado la bomba de pánico entre la comunidad, las mismas autoridades afirmaron que la solicitud había quedado rescindida.
La gravedad del asunto obligó al Condado, dentro de cuya jurisdicción se encuentran los Servicios Médicos de Emergencia de la región, a intervenir, al convocar a un evento donde se analizó la situación y sus posibles soluciones a futuro para mantener los servicios hospitalarios del Valle Imperial.
Como bien lo expusieron las autoridades locales durante la conferencia de prensa realizada en el hospital de El Centro, la mala situación financiera no es nueva. El problema más grave fue que el asunto se conoció hasta que las autoridades reaccionaron. Es decir, las acciones no han sido proactivas, sino reactivas. Y ese es un signo muy serio de debilidad.
En esa misma conferencia, las autoridades pidieron la confianza de la población y evitar hacer caso a los rumores que circulan principalmente en redes sociales. En el evento afirmaron que toda la información concerniente a la situación del hospital se encuentra en los sitios de internet oficiales. En teoría, un buen ciudadano preocupado por el problema acudirá a leer documentos y escuchar declaraciones de las autoridades sobre el tema para estar bien informado. Pero seamos honestos: la mayoría de la población llega a su casa a tomar una cerveza o un café, cenar, realizar algunas actividades del hogar, ver la televisión y descansar para estar listos para volver a la rutina al día siguiente.
Si El Centro tuviese líderes de verdad al frente del gobierno local, toda esa información debió diseminarse antes de emprender cualquier acción que afecte al hospital y a la comunidad. Ese es deber y responsabilidad no solamente de las autoridades locales, sino de todo aquél que haya sido electo por el votante o que tenga bajo su cargo decisiones trascendentales que impactan a la comunidad para la cual trabajan.