Defiende originario de Yuma la seguridad nacional mediante servicio en la marina
San Diego– Karla Molina, originaria de Yuma, quería tener la oportunidad de visitar otros paises.
“Lo que más me atrajo al servicio en las fuerzas armadas fue la habilidad de viajar”, dijo Molina, quien sirve en la marina estadounidense con rango de contramaestre de segunda clase.
“Para mí, como persona joven, eso fue muy interesante y importante”.
Hoy en día, ocho años después de unirse a la marina, Molina sirve con el Escuadrón Marítimo de Helicopteros 35 (HSM 35), cargo en que ella está trabajando con uno de los helicopteros más avanzados asignados a la Estación Aérea Naval de la Isla Norte, en la ciudad de San Diego.
“Yo soy más o menos una nueva en este escuadrón, pero realmente disfruto de la vida aquí”, dijo. “La rotación operativa de nuestros helicopteros permite que pasemos el tiempo tanto al mar como a la orilla”.
Molina, graduada del 2010 de la Preparatoria Cibola en Yuma, se encarga de mantener las municiones y armas para HSM 35, un escuadrón versátil que tiene capacidad de cumplir una amplia variedad de misiones importantes usando el helicoptero tipo MH-60R “Seahawk”.
“Manejamos muchos tipos de sistemas de armas”, dijo. “Es una responsabilidad grande, porque si no hacemos lo que debemos hacer para mantener estos sistema, podría salir mal algo que podría dañar a alguien”.
Molina atribuye su éxito en la marina a las lecciones que aprendió en Yuma.
“Lo que me impresionó fue el valor de no aceptar siendo mediocre”, dijo. “No obstante lo que hago, siempre estoy esforzándome hacer lo mejor que puedo. Y yo pienso que eso es importante en la marina”.
La misión primordial de la escuadrón (HSM 35) es realizar operativos de control del mar en ambientes tanto costeros como oceánicos, como unidad expedicionaria. Tal cargo incluye la búsqueda de submarinos y buques de superficie de fuerzas rivales, así como lanzar operativos de rescate.
Aunque el servicio en la marina les ofrece a marineros muchas oportunidades para sobresalir, de lo que Molina más se siente orgullosa es poder comprar una casa y poder concluir el trabajo académico para ganar un título de asociado.
“La marina me ha dado muchas oportunidades tanto en mi carrera como en mi educación”, aseguró. “Yo fuí la primera de mi familia para unirse a las fuerzas militares, y qué bueno que puedo liderar mediante ejemplo y tener que otros sigan en mis pasos”.
Como integrantes de uno de las unidades más confiables de la marina, Molina y los otros marineros saben que forman parte de un ligado que continuará más alla de las vidas suyas, uno que servirá para reforzar una rama militar que requiere la nación.
“Estoy muy orgullosa poder servir en la marina”, agregó. “Me da la oportunidad de retribuir a mi país. Ultimamente, mi servicio me da recompensas. Estamos aquí cumpliendo nuestra misión para que la gente pueda estar segura, y eso significa que cuando