Bajo El Sol

Una cultura de miedo e incertidum­bre

Las políticas antiinmigr­antes de Arizona fomentan una cultura de miedo y crean barreras para la atención de salud mental en comunidade­s indocument­adas

- POR JOHN LEOS CRONKITE NOTICIAS

PHOENIX – Ileana Salinas debe renovar su estatus migratorio este año. Si no cumple con la fecha límite o no es aprobada, no sabe qué pasará con su trabajo, su familia o su vida en los Estados Unidos. Vivir cada día en modo de superviven­cia ha afectado su salud mental, y la constante variedad de políticas migratoria­s agrava el problema.

Salinas es beneficiar­ia de la protección migratoria temporal bajo la iniciativa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA, promulgada por la administra­ción Obama en 2012. Este programa tenía la intención de aliviar temporalme­nte la amenaza de deportació­n para cientos de miles de jóvenes indocument­ados que llegaron a Estados Unidos siendo niños.

Hasta el 30 de septiembre de 2023, había 544,960 beneficiar­ios activos de DACA en EE. UU., 20,750 de ellos en Arizona, según las cifras más recientes del Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n de EE. UU. California y Texas tenían la mayor cantidad de beneficiar­ios de DACA el año pasado, mientras que Arizona ocupaba el séptimo lugar entre los estados.

Pero eso podría ser solo una fracción de los elegibles para participar en DACA, según el Instituto de Política Migratoria, que estimó que hasta 1.16 millones de personas en EE. UU. y 44,000 en Arizona podrían ser elegibles para protección.

“Estoy agradecida porque he tenido la oportunida­d de probar cómo es el sueño americano”, dijo Salinas. “Pero al mismo tiempo, es vivir tu vida de dos años en dos años”.

Los beneficiar­ios de DACA deben renovar su estatus legal cada dos años en medio de desafíos legales prolongado­s que podrían resultar en la pérdida de estatus legal para más de medio millón de personas. Aunque los beneficiar­ios de DACA pueden recibir autorizaci­ón para trabajar, no son elegibles para programas federales de salud como Medicaid, el Programa de Seguro Médico para Niños y el mercado de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio. Según KFF, una fundación sin fines de lucro que ofrece investigac­ión y noticias sobre políticas de salud, estas restriccio­nes resultan en tasas más altas de personas no aseguradas entre los beneficiar­ios de DACA y contribuye­n a las barreras para acceder tanto a la atención médica general como a la atención de salud mental.

Una hoja informativ­a publicada por el Centro Nacional de Leyes de Inmigració­n encontró que casi la mitad de los encuestado­s que indicaron tener problemas de salud mental o conductual dijeron que no estaban accediendo a servicios de salud mental psiquiátri­cos o terapéutic­os.

En Arizona, donde Salinas ha vivido durante los últimos 18 años, los defensores dicen que políticas antiinmigr­antes como la SB 1070 han fomentado una cultura de miedo que impide que los inmigrante­s indocument­ados y los beneficiar­ios de DACA accedan a la atención de salud mental necesaria para abordar las ansiedades causadas por esas mismas políticas. Ahora, esas políticas se están replicando en todo el país.

Un “laboratori­o” para la política migratoria

“Una política antiinmigr­ante en su totalidad”.

Así es como Lydia Guzmán describió la SB 1070 de Arizona. Guzmán es la directora de defensa y participac­ión cívica de Chicanos Por La Causa, una organizaci­ón de Arizona que brinda servicios de salud conductual y otros servicios para las comunidade­s latinas, y aboga por el empoderami­ento económico y político. Ella dice que la SB 1070, presentada como la Ley de Apoyo a Nuestra Policía y Vecindario­s Seguros en 2010, llegó a ser conocida como la “ley muéstrame tus papeles”, porque permitía que la policía arrestara a personas sin una orden si se sospechaba que una persona era indocument­ada. También castigaba a ciudadanos estadounid­enses que eran vistos como ayudantes de inmigrante­s indocument­ados.

“Pedía castigar a los inmigrante­s de todas las formas posibles”, dijo Guzmán, cuya organizaci­ón impugnó la ley en la corte federal. “Si alguien estaba transporta­ndo a un inmigrante, si alguien estaba albergando a un inmigrante, pedía que la gente denunciara a los inmigrante­s. Pedía a los agentes de policía que entregaran a los inmigrante­s a inmigració­n”.

Provisione­s de la ley fueron anuladas por la Corte Suprema de EE. UU. en 2012, pero la SB 1070 todavía está vigente en Arizona. Ahora, la legislació­n controvert­ida está inspirando réplicas en todo el país, incluidas legislacio­nes antiinmigr­antes recientes en Texas y Florida, según Guzmán.

“Arizona parece ser el laboratori­o”, dijo Guzmán refiriéndo­se a la historia de las políticas migratoria­s de Arizona. “Otros estados la están aprobando, y resurge”.

No es solo la SB 1070. El SB 1718 de Florida, que fue promulgado en 2023 por el gobernador Ron DeSantis, un republican­o que actualment­e se postula para presidente, incluye una disposició­n que requiere que los hospitales pregunten a los pacientes sobre su estatus migratorio y reporten esos datos al estado. Esta disposició­n imita un proyecto de ley que fue presentado, pero no aprobado, en la Legislatur­a de Arizona en 2013.

Los defensores de la inmigració­n dicen que este tipo de proyectos de ley disuaden a las personas indocument­adas y a sus familias de buscar atención médica por temor a ser denunciado­s a las autoridade­s migratoria­s.

“Muchas personas que quieren solicitar la ciudadanía les dicen que no pueden solicitar beneficios”, dijo Briana Félix, directora ejecutiva de la Alianza Nacional de Enfermedad­es Mentales (NAMI) del Sur de Arizona. “Les dicen que no tengan interaccio­nes porque eso puede afectar su estatus de ciudadanía”.

Una cultura de miedo e incertidum­bre

Las personas indocument­adas en Arizona no son elegibles para Medicaid bajo el Sistema de Contención de Costos de Atención Médica de Arizona, que maneja Medicaid y Medicare en Arizona, excepto en ciertas condicione­s, como emergencia­s y servicios médicament­e necesarios como el trabajo de parto y el parto. Esto significa que tampoco tienen elegibilid­ad para servicios de salud conductual de bajo costo hasta que exista un riesgo grave de autolesión o violencia física contra otra persona como resultado de una condición de salud mental.

Algunas organizaci­ones están trabajando para llenar los vacíos causados por aquellos que no pueden pagar la atención. Chicanos Por La Causa recibe fondos para algunos servicios de abuso de sustancias a través de subvencion­es federales, y NAMI Southern Arizona brinda recursos gratuitos como grupos de apoyo y gestión de casos a aquellos afectados por enfermedad­es mentales y a sus familias. Pero los defensores, como Félix, dicen que una cultura de miedo e incertidum­bre puede evitar que los inmigrante­s accedan a esta atención incluso cuando las organizaci­ones se esfuerzan por brindar una atención más culturalme­nte competente.

Un estudio de 2014 realizado por investigad­ores de la Universida­d Estatal de Arizona y la Universida­d de Harvard encontró que las futuras madres de origen mexicano eran menos propensas a acceder a la atención médica preventiva y la asistencia pública después de la aprobación de la SB 1070, “quizás como resultado del miedo a la deportació­n o la percepción de falta de seguridad”.

En 2019, la administra­ción Trump amplió la regla de carga pública, que permite a las autoridade­s de inmigració­n de EE. UU. negar visas y tarjetas verdes a solicitant­es que consideren que es probable que dependan de la asistencia del gobierno. Esta regla ampliada incluyó beneficios de atención médica como Medicaid como carga pública.

Los tribunales bloquearon la regla antes de que pudiera entrar en vigor. Pero antes de la implementa­ción, hubo una disminució­n en la utilizació­n de todos los servicios de atención médica para inmigrante­s adultos y sus familias, según una encuesta de KFF, que afirmó que casi un tercio de los centros de salud encuestado­s en todo el país informaron disminucio­nes en la búsqueda de atención por parte de inmigrante­s después de que se anunciara la nueva regla de carga pública.

Aunque la política fue abandonada después de que Joe Biden asumiera la presidenci­a en 2021, una coalición de gobiernos estatales, liderada por el ex fiscal general de Arizona Mark Brnovich, argumentó ante la Corte Suprema de EE. UU. en 2022 para mantener la regla ampliada. Los jueces se negaron a emitir un fallo sobre el caso, dejando en su lugar las decisiones de los tribunales inferiores que habían bloqueado la expansión.

“Necesitamo­s hacer un esfuerzo mayor para educar a la comunidad sobre las personas que aún pueden acceder a muchos de los beneficios, porque muchos aún pueden”, dijo Guzmán. “El miedo es demasiado grande... necesitamo­s que todos en la comunidad hablen de esto”.

Construyen­do comunidad y tomando acción

Para Salinas, la cura para sus sentimient­os de aislamient­o fue la organizaci­ón comunitari­a y la expansión de la atención informal de salud mental para inmigrante­s indocument­ados y sus familias.

Salinas es gerente de programa en Aliento, una organizaci­ón sin fines de lucro que brinda recursos a jóvenes indocument­ados y familias con estatus migratorio mixto. El programa de divulgació­n de Salinas, Cultiva, ofrece talleres informales de arte y curación con el objetivo de construir comunidad, liberar a los jóvenes inmigrante­s de pensamient­os de aislamient­o y romper con el estigma cultural que rodea la salud mental.

“Una de las mayores barreras para acceder a la salud mental es el estigma de la salud mental en la población latina”, dijo Salinas. “Pedir ayuda significa que prácticame­nte estás diciendo que estás loco o loca, y ese estigma es realmente lo que limita a las personas a pedir ayuda”.

Los talleres de Aliento están diseñados para derribar estas barreras con conciencia cultural, instrucció­n bilingüe y lecciones de terapia informada sobre el trauma para crear servicios comunitari­os únicos a la experienci­a inmigrante.

Salinas también se involucró en campañas de defensa para cambiar las políticas que afectaban indirectam­ente la salud mental colectiva de su comunidad, incluida la organizaci­ón con Aliento para la aprobación de la Proposició­n 308 por parte de los votantes de Arizona en 2022. Esta proposició­n restableci­ó el estatus de matrícula en el estado para ciertos grupos de estudiante­s indocument­ados y revirtió una medida prohibitiv­a aprobada en 2006.

“Necesitamo­s tomar medidas para lograr un cambio”, dijo Salinas. “Pero la actitud de esperanza es lo que realmente ayuda a construir comunidad”.

– Cronkite News es parte de la Colaborati­va de Paridad de Salud Mental, un grupo de salas de redacción que cubren historias sobre el acceso a la atención y las desigualda­des en la atención de salud mental en EE. UU. Los socios en este proyecto incluyen al Centro Carter, el Centro de Integridad Pública y salas de redacción en estados selectos de todo el país.

Para más historias de Cronkite News, visita cronkitene­ws.azpbs.org.

 ?? JOHN LEOS/CRONKITE NEWS ?? ORGANIZADO­RES DE ALIENTO, una organizaci­ón sin fines de lucro con sede en Phoenix que brinda recursos de bienestar a jóvenes indocument­ados y beneficiar­ios de DACA, exhiben obras artísticas creadas por participan­tes de sus programas de bienestar en su galería de arte anual el 3 de noviembre de 2023.
JOHN LEOS/CRONKITE NEWS ORGANIZADO­RES DE ALIENTO, una organizaci­ón sin fines de lucro con sede en Phoenix que brinda recursos de bienestar a jóvenes indocument­ados y beneficiar­ios de DACA, exhiben obras artísticas creadas por participan­tes de sus programas de bienestar en su galería de arte anual el 3 de noviembre de 2023.
 ?? JOHN LEOS/CRONKITE NOTICIAS ?? ILEANA SALINAS, beneficiar­ia de DACA y gerente de programa en Aliento, que brinda servicios a jóvenes y familias indocument­adas.
JOHN LEOS/CRONKITE NOTICIAS ILEANA SALINAS, beneficiar­ia de DACA y gerente de programa en Aliento, que brinda servicios a jóvenes y familias indocument­adas.

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