Despiden miles a oficial asesinado en Hatch
Un oficial de Policía de Nuevo México asesinado durante una revisión de tráfico, fue recordado este domingo como un hombre que trabajó incansablemente para obtener un trabajo en la aplicación de la ley, finalmente lo logró y fue asignado para proteger una pequeña población.
Miles de personas se reunieron para rendirle homenaje al oficial José Chávez, de la Policía de Hatch, de quien las autoridades informaron que fue baleado fatalmente por un fugitivo de Ohio en el Sur de Nuevo México.
Una multitud que incluyó a funcionarios como la gobernadora Susana Martínez, abarrotó el Centro Pan American en Las Cruces.
El ataúd de Chávez, cubierto con la bandera, arribó en una carroza azul marino. Oficiales y residentes de toda la región llevaron a cabo una procesión de 9 millas que empezó en Hatch, un pequeño poblado que normalmente estaría celebrando en estas fechas su famosa cosecha de chile verde.
Chávez, de 33 años y padre de dos hijas, tenía dos años trabajando para la Policía de Hatch.
Fue abatido el 12 de agosto y murió en un hospital de El Paso, Texas.
El obispo Oscar Cantú les dijo a los asistentes que las últimas palabras de Chávez fueron que le dijeran a su madre y a toda su familia que los amaba.
“Cuando su voz ya no era audible, habló claramente palabras de amor”, dijo Cantú. “En sus últimos momentos pensó en el amor”.
Jesse Denver Hanes de Columbus, Ohio, enfrenta cargos de homicidio en primer grado por la muerte de Chávez.
También es el responsable de la muerte de un hombre de 62 años en Ohio, revelaron las autoridades.
En una carta de la policía de Hatch que se leyó en voz alta durante los servicios funerarios, oficiales del departamento recordaron cómo fue la entrevista de Chávez cuando se convirtió en oficial en el 2014 y posteriormente excedió las expectativas.
Tenía una sonrisa contagiosa que lo hizo destacar de los otros cinco patrulleros.
Chávez también era amable con los animales y tenía un truco para atrapar perros y gatos que andaban deambulando.
Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua y estudió en la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU). Oficiales de la universidad dijeron que le faltaron 16 créditos para obtener la licenciatura en Justicia Penal.
En el 2011, se convirtió en ciudadano estadounidense, lo cual fue un peldaño para lograr su verdadera pasión: la aplicación de la ley.
“José trabajo arduamente para obtener su ciudadanía estadounidense. Pero para él no fue suficiente”, dijo Martínez.
“Insistió en agradecerlo, sirviendo a la comunidad y al país que amaba”.
A principios de esta semana, Martínez ordenó que se izara la bandera a media asta en honor al oficial, catalogando su asesinato como un acto sin sentido y trágico recordatorio de los peligros que enfrentan diariamente los policías.
Martínez se refirió a la muerte de Chávez y a otros eventos recientes, diciendo que los legisladores deberían reconsiderar el revivir la pena de muerte cuando regresen a Santa Fe para la siguiente sesión legislativa.
El lunes, Chávez fue homenajeado con una procesión de oficiales que trasladaron su cuerpo de la Oficina del Médico Forense en Albuquerque a una funeraria en Las Cruces.