RECIBE EL OTOñO
El verano ya terminó, si fuiste de vacaciones a la playa puede que traigas alguna que otra mancha y algunas pecas. Despídete del sol y de esas manchas, además prepárate para que la piel no sufra por los cambios de temperatura
COME COLáGENO
Cuando te expones al sol, el colágeno se deteriora. Por eso la piel empieza a perder firmeza, elasticidad y envejece más rápido. Una manera natural de obtenerlo es a través de la comida. Come frutas y verduras con muchos antioxidantes como frutos rojos, kiwi y naranja. También aumenta tu consumo de proteína magra, te ayudará a desinflamar y proteger la piel.
ELIMINA LAS MANCHAS
Es básico que en esta temporada agregues a tu rutina de día un suero con vitamina C. Esta vitamina ayuda a difuminar las manchas que ya tienes, prevenir las futuras y además aporta luminosidad. Es fundamental que después de aplicarlo te pongas FPS para que la piel esté protegida. Si tienes piel seca agrega un segundo paso, ponte una crema hidratante entre el suero y el protector solar. ¿Piel grasa o mixta? Sólo aplica el suero y el FPS.
EXFOLIA
El sol debilitó la piel y aumentó su sensibilidad en un 45%, si sientes que está seca y opaca es porque tienes un cascarón de células muertas más residuos de productos, cremas, aceites, maquillaje y contaminación. Todos esos factores tapan los poros y por eso se crearon puntos negros. Exfolia una vez por semana para que la piel se recupere y se vea luminosa. Lo mismo aplica en todo el cuerpo, por favor pon más atención en codos, rodillas y talones.
HIDRATA
La piel y el pelo se resecan muchísimo con el frío y el aire. Mantente hidratada tomando agua, aumentando tu consumo de ácidos grasos (nuez, aguacate, aceite de oliva, almendras, etc.) y utilizando aceites. Aplícalos sobre la piel húmeda, deja que absorba y sella aplicando una crema humectante. Para que el pelo no se debilite, aplica una mascarilla (de medios a puntas) dos veces a la semana.
CUIDA TUS LABIOS
El sol te dejó los labios secos y con pellejitos, para nutrirlos de nuevo lo único que tienes que hacer es exfoliarlos una vez a la semana con un poco de azúcar, aceite de oliva, unas gotas de limón y miel. Después de eso, aplica constantemente bálsamo para que se mantengan humectados.