Prueba Blue Origin exitosamente sistema de escape de cápsula espacial
Cabo Cañaveral, Florida — La empresa de cohetes Blue Origin se anotó ayer dos éxitos, acercándose un paso más a lanzar gente al espacio.
La “startup” aeroespacial encabezada por Jeff Bezos de Amazon probó en una zona remota del poniente texano el sistema de escape de su cápsula espacial. A los 45 segundos de iniciado el vuelo, la cápsula salió como tapón de champaña, impulsada por un motor de escape montado en la parte inferior.
No sólo aterrizó de manera segura cuatro minutos después la cápsula vacía colgada de paracaídas, sino que el cohete logró volar de regreso y aterrizar de pie. Se trató de la primera prueba en pleno vuelo del sistema de escape de emergencia, diseñado con el propósito de salvar vidas si durante el despegue algo sale mal con el cohete, y la primera prueba en su tipo efectuada en Estados Unidos desde los años 60.
Los comentaristas del lanzamiento de Blue Origin lo describieron como “vuelo épico” de principio a fin. Ya antes Bezos había advertido la posibilidad de que el cohete impulsor terminara estrellándose al regresar a Tierra, tras el impacto de las 70 mil libras de fuerza generada por el sistema de escape. En vez de ello, siete minutos después del despegue el impulsor hizo lo que pareció un buen aterrizaje vertical, a dos millas de la plataforma del lanzamiento.
“Aquí está. Miren al Nuevo Shepard”, exclamó la cronista Ariane Cornell en cuanto aterrizó el impulsor.
“Qué prueba tan tremenda y qué tremendo vuelo final de las dos naves”.
El cohete y el sistema de la cápsula están hechos para vuelos suborbitales y llevan el nombre de Nuevo Shepard en honor del primer estadounidense en el espacio, Alan Shepard.
Bezos tiene la esperanza de lanzar el año próximo el primer vuelo de prueba con seres humanos, seguido por turistas y otros clientes de paga.
La cápsula podría tener cupo para seis personas.
Se pretende que Blue Origin sea utilizado varias veces a efecto de reducir los costos del lanzamiento. Cuando la cápsula se alejó a 400 millas por hora, el cohete siguió elevándose, alcanzando más de 240 mil pies de altura, antes de descender hasta el suelo desértico.