ARTISTAS LOCALES CREAN ESCULTURA
Ayer fue inaugurado en el área Central el Estanque Austin, que busca contener el flujo de agua y evitar inundaciones. La obra fue embellecida con una estructura de 6 mil libras de acero, que simboliza un avión de papel invertido que surca los aires
El Paso Water inauguró ayer el estanque Austin, uno de los varios proyectos en el centro de El Paso que mejora el control de inundaciones.
El proyecto de 2.2 millones puede recolectar alrededor de 3.5 millones de galones de aguas pluviales, manteniéndolo fuera de las calles de los barrios cercanos.
“Este proyecto no sólo es tremendamente funcional, sino que añade un detalle atractivo a esta zona residencial”, dijo John Balliew, presidente y director ejecutivo de El Paso Water, agregando que el estanque Austin es uno de los cuatro contenedores de agua de la zona.
La estructura toma su nombre de la escuela ubicada entre la avenida Altura y la calle Stephen.
“Esto era esencialmente un montón de maleza que estaba vacante desde hace muchos, muchos años. A partir de eso, hicimos una hermosa instalación”, comentó Balliew.
El proyecto, cuenta además con un área para caminar, espacios verdes, mesas y bancas. En la cúspide de todo esto, hay un recibidor que da la bienvenida a los visitantes del estanque. Se trata de una escultura de 6 mil libras de acero, con forma de avión de papel invertido, mientras surca los aires.
“La escultura tiene muchos elementos representativos de la zona, como algunas referencias al agave o los sarapes que representan a esta frontera y su desierto”, dijo Stephen Ingle, cofundador de Creative Kids.
En la obra participaron media docena de jóvenes artistas que ayudaron a definir los detalles que hoy iluminan los senderos y la panorámica de este estanque.
“Estoy emocionada de que la gente se vaya a detener a admirar esto y que permanezca acá para siempre, sabiendo que yo participé en su creación”, expresó Sara Rodríguez, una de las participantes en el proyecto.
El Paso tiene 27 puntos donde, durante la temporada de lluvia, el agua se estanca provocando interrupciones del tráfico, inundaciones y dolores de cabeza a quienes circulan y viven en el área pese al esfuerzo de la Ciudad por combatirlos. La mayoría de estos sectores está ubicada en calles secundarias.
El sistema de drenaje de la ciudad siempre ha sido un dolor de cabeza para las autoridades, puesto que en más de una ocasión ha puesto a sus cuerpos de emergencia en problemas o tomado por sorpresa a sus residentes.
Como medida paliativa de este plan –que tiene una duración de 10 años y un costo total 650 millones de dólares– se buscaría construir grandes estanques de captación, capaces de ser modulados, de forma remota, para liberar agua al cauce del Río Grande, según lo requirieran las circunstancias del momento.