Paga CBP $1 millón por muerte de menor mexicano
Lo hizo luego de que agentes de CBP se lo pidieran para demostrar que no intentaba introducir drogas a EU
Cruz Velázquez Acevedo comenzó a convulsionarse poco después de que tomara la metanfetamina líquida que trajo consigo desde Tijuana, México.
El adolescente de 16 años estaba por cruzar la frontera entre estados Unidos y México rumbo a San Diego por el puerto de entrada de San Ysidro. Llevaba consigo dos botellas del líquido que según aseveró que era jugo de manzana. Los oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) le dijeron que se lo tomara para demostrarles que no estaba mintiendo, según los archivos de la Corte.
El adolecente ingirió cuatro tragos de la substancia. Luego comenzó a sudar profusamente. Luego gritó y apretó sus puños.
En cuestión de minutos su temperatura se disparó a los 105 grados, según dijo el abogado de su familia. Su pulso alcanzó un ritmo alarmante de 220 latidos por minuto —más del doble del ritmo normal de un adulto.
“¡Mi corazón! Mi corazón!” Acevedo gritó, de acuerdo con documentos de la Corte.
A las dos horas estaba muerto.
Ahora, a más de tres años de su muerte, Estados Unidos ha acordado pagarle a la familia de Acevedo un millón de dólares en una demanda por muerte imprudencial en contra de dos oficiales fronterizos y del gobierno de Estados Unidos.
El abogado de la familia, Eugene Iredale, reconoció que el adolescente había hecho mal al intentar introducir drogas hacia Estados Unidos el 18 de noviembre del 2013.
“Pero era un adolescente de 16 años con toda la inmadurez y el mal juicio de bien podría caracterizar a un chico de 16 años”, según dijo Iredale al Washington Post. “Básicamente era un buen muchacho, no tenía ningún historial delictivo, pero hizo algo estúpido. De cualquier manera, lo peor que le pudo haber pasado es que hubiera sido arrestado y puesto en una correccional para menores por cierto periodo de tiempo”.
“No era un caso de pena de muerte. El causarle una muerte tan horrible es algo que resulta abominable”.
Iredale dijo que él no sabía dónde y cómo Acevedo consiguió las drogas, ni por qué las trajo a Estados Unidos.
“Es típico que las personas que se dedican al narcotráfico recurran a menores y les ofrecen unos 150 dólares para cruzar drogas por la frontera”, dijo. “Nunca lo vamos a saber en este caso porque Cruz murió. Él sabía que era algo que no debió haber traído”.
Acevedo cruzó la frontera por la entrada para los peatones en el puerto de entrada de San Ysidro alrededor de las 6:40 p.m. esa tarde de noviembre. Iredale dijo que el adolescente portaba su pasaporte y su visa para cruzar la frontera, la cual permite que ciudadanos mexicanos entren a Estados Unidos y viajen dentro del territorio estadounidense a cierta distancia con propósitos turísticos. En California y Texas, la distancia es de 25 millas desde la frontera; en Nuevo México y Arizona a las personas que no son ciudadanas se les permite viajar a una distancia de hasta 55 y 75 millas respectivamente.