Se perdió nuestra privacidad en línea
Los Ángeles – Con todo lo que está pasando en Washington, los estadounidenses quizás no estén del todo enterados de la Ley de Revisión del Congreso — una herramienta que el Congreso ha utilizado para anular ciertas políticas puestas en vigor por la anterior administración.
Más reciente aún, la Cámara de Representantes y el Senado votaron a favor de desmantelar las normas que protegen la privacidad de los consumidores estadounidenses cuando se inscriben a un servicio de internet de banda ancha.
Dos comisionados de dos distintas agencias se unieron para escribir esta página de opinión debido a que tanto la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) como la Comisión Federal de Comercio (FTC) juegan un papel en proteger la privacidad del consumidor.
La FCC protege a los consumidores cuando se inscriben o hacen uso de su conexión de banda ancha; la FTC los protege cuando utilizan productos y servicios que funcionan por medio de dicha red (por ejemplo, sitios web, redes sociales y servicios de transmisión en línea).
El pasado otoño, la FCC adoptó dichas protecciones exigiéndoles a los proveedores del servicio de banda ancha que deben conseguir un permiso explícito de los consumidores antes de utilizar sus datos personales para otros propósitos que no sean el de proveer el servicio de banda ancha.
Los partidarios a favor de que tales protecciones sean revocadas argumentan que crean una confusión para el consumidor al establecer dos sets de normas, uno para los proveedores de banda ancha, impuesto por la FCC, y otro para los productos y servicios en línea, controlado por la FTC.
Pero eso no tiene sentido. Las nuevas normas de la FCC concuerdan con los lineamientos establecidos desde hace bastante tiempo por la FTC, y coinciden con las expectativas que los consumidores tienen cuando entran a internet.
Más aún, la gente quizás no se dé cuenta que si la legislación aprobada por el Congreso se convierte en ley no habrá normas de privacidad que controlen a los proveedores de banda ancha. La FCC ya no podrá proteger la privacidad del consumidor y, debido a arcanas restricciones en su jurisdicción, la FTC ya no podrá ponerse al corriente.
Bajo las normas de privacidad de la FCC, un proveedor de banda ancha necesita conseguir el expreso consentimiento del consumidor antes de recolectar información sobre lo que dicho consumidor busca en internet, lo que postea en las redes sociales y qué videos ve en línea. A manera que conectamos más cosas en nuestros hogares, un proveedor de banda ancha puede inferir muchas cosas sobre nosotros con simplemente observar el tráfico de datos que fluye por todos esos dispositivos —cosas como la hora en que llegamos a casa, a qué horas nos levantamos, la hora a la que hacemos la comida, o incluso si tenemos hijos.
Si la legislación es firmada y convertida en ley, un proveedor de banda ancha podrá recolectar esta información y venderla a publicistas, o a cualquier otro tercero, sin que nosotros lo sepamos —y sin siquiera ofrecernos algún tipo de opción.
Tal como los más recientes sondeos lo sugieren, el 91 por ciento de los estadounidenses sienten que ya de por sí han revelado demasiada información personal, nosotros creemos que los consumidores quieren que estas sensatas protecciones sean extendidas, no erradicadas. Las elecciones del año pasado giraron en torno a muchas cuestiones; eliminar la privacidad de los consumidores estadounidenses no fue una de estas. Desafortunadamente, eso es exactamente lo que esta legislación hará.
Esperamos que el presidente Trump, quien fue elegido por argumentar que él defendería al estadounidense promedio, haga lo que la mayoría de los estadounidenses esperan que haga y vete esta legislación.