VIAJE POR LA HISTORIA
Llegan a El Paso los vuelos en avión TriMotor de los 20’s
Surca el cielo de Santa Teresa trimotor construido por Ford en 1929
La emoción y adrenalina invadieron a los paseantes que ayer jueves abordaron uno de los tres aviones Tri-Motor que quedan en Estados Unidos fabricados por la compañía Henry Ford en la década de los 20’s.
“Estamos viendo un evento histórico de la aviación que se originó en 1929 cuando apenas estaba despertando la aviación comercial para pasajeros”, afirmó el capitán Tomas Nabar, especialista en vuelos DC3. Manifestó que esta es la segunda ocasión que esta reliquia, aun en servicio, se trae al aeropuerto de Santa Teresa y surca el cielo fronterizo.
Agregó que su presencia es un atractivo e invita a los amantes de la aviación disfrutar de un paseo de 15 a 20 minutos por la región occidental de El Paso.
“Es increíble. Fue una emoción grandísima el observar desde las alturas a El Paso, Ciudad Juárez, Santa Teresa y hasta el Cerro de Cristo Rey”, dijo María Sánchez, quien vivió una experiencia única, al igual que decenas de viajeros.
Los vuelos estarán disponibles al público en general a partir de hoy y hasta el domingo 23, informaron los organizadores.
El costo es de 70 dólares por adulto y 50 para personas menores de 17 años. Quienes deseen compartir el asiento con el capitán deben pagar un poco más.
La atracción turística es asistida por la organización Experimental Air Craft Association Chapter 1570 en conjunto con War Eagles Air Museum y es patrocinada por diversas casas comerciales, entre estas la agencia de autos Viva Ford.
Este tipo de vuelos, dirigidos desde su sede en Oshkosh, Wisconsin, se práctica en diversas fechas y en diferentes ciudades de los Estados Unidos. “Su primera llegada a la región fue exitosa y la plaza con mayor número de boletos vendidos. Hoy esperamos que venga mucho más gente”.
El avión de 10 plazas, cuenta con tres motores con capacidad de 450 caballos cada uno, lo que permite un viaje seguro.
El capitán Nabar dijo que el vuelo por el Valle Alto se da a una altura de 6 mil 500 pies sobre el nivel del mar a una velocidad moderada.
Dentro de las características de la acrobacia el ‘vuelo de crucero’ es de 120 millas por hora, con una autonomía de 500 millas, un cielo total de servicio de aproximado de 19 mil pies, y la habilidad de aterrizar en pistas cortas no necesariamente de pavimento.
Manifestó que en la década de los 20’s los aviones Tri-Motor fueron fabricados de madera y lona, pero un accidente que acabó con la vida de un prestigiado entrenador de futbol americano modificó su producción a metal.
Explicó que la demanda de los aeroplanos obligó a la compañía a generar una producción masiva y en pocos años se expandieron por todo el mundo.
Estados Unidos, Alaska, México, Centro América, Egipto y África, entre otros países utilizaban estas aeronaves tanto para transportación de pasajeros como de carga. “Su fabricación permitía quitar los asientos y convertirse en cargueros sobre todo en zonas selváticas y montañas”.
Sin embargo una demanda de empresarios alemanes evitó su expansión por naciones de Europa. La razón: los acusaban de haber plagiado el modelo ‘Fokker’ Modelo 7.
Y es que esta empresa, fundada en 1911 por Anthony Fokker, dominó el mercado europeo hasta la llegada de los aviones alemanes y estadounidenses totalmente metálicos a mediados de los años 30’s.
A más de 80 años de su nacimiento este avión representa para los viajeros toda una odisea vivida en los cielos.
“Todos bajan encantados. No hay gente que no se baje de ese avión con una gran sonrisa”, concluyó el capitán Nabar, quien ahora se entrena para poder volar uno de estos aviones.
Para mayor información puede comunicarse al 1-877 -952, 5395 o bien consultar la página oficial www. flytheford.org.