ENFRENTAN AGENTES
cargas de trabajo excesivas por deportaciones
Los Ángeles – La mala organización y su personal saturado de trabajo complicarán a Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos mantenerse al ritmo de los planes que el gobierno de Trump tiene de intensificar las deportaciones de personas que se encuentren ilegalmente en el país, concluyeron inspectores gubernamentales.
La dependencia tiene “cargas de trabajo excesivas”, sus archivos “probablemente sean imprecisos” y sus políticas y protocolos de deportación “son obsoletos y poco claros”, se indica en el reporte que este jueves dio a conocer la inspección general del Departamento de Seguridad Interna.
“Resulta casi seguro que el ICE no esté deportando a todos los extranjeros que podrían deportarse y tal vez no sea capaz de mantenerse al ritmo del creciente número de extranjeros deportables”, se concluye en el informe de 19 páginas.
La severa evaluación constituye el último golpe de fría realidad para Trump, quien llegó a Washington prometiendo vigilar en forma mucho más estricta la aplicación de las leyes inmigratorias, incluyendo más deportaciones, miles más agentes de la Patrulla Fronteriza y deportadores, así como la construcción de un formidable muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
El Congreso tiene ante sí el próximo vencimiento del plazo para financiar al gobierno federal una vez que los legisladores regresen la siguiente semana, mientras que probablemente en la presente ronda de gastos no se destinen fondos adicionales al muro ni otras nuevas medidas de seguridad fronteriza propuestas.
Trump ha pedido al Congreso canalizar cinco mil millones de dólares extras el presente año.
También resulta problemática la contratación de grandes números de agentes. Si bien Trump ya firmó la medida ejecutiva que ordena a la Patrulla Fronteriza y el ICE contratar 15 mil agentes adicionales, sería casi imposible alcanzar dicha meta en un futuro cercano.
En un memorándum interno que emitió en febrero Kevin McAleenan, el director en funciones de Aduanas y Protección Fronteriza, se reveló que el año pasado la Patrulla Fronteriza sólo logró contratar alrededor de 40 agentes mensuales no obstante los grandes esfuerzos por agilizar el proceso de contrataciones.
Los reportes surgidos este año sobre la posibilidad de que Aduanas y Protección Fronteriza dejara de utilizar detectores de mentiras, cuyo propósito es dejar fuera a los agentes que no califiquen, despertaron una ola de críticas. También se criticó la razón: dos de cada tres nuevos solicitantes reprobaron el examen en el aparato.
Asimismo, la Patrulla Fronteriza –la mayor corporación policiaca federal– tenía más de dos mil vacantes aun antes de que Trump ordenara contratar agentes.
El martes el secretario de Seguridad Interna John F. Kelly se puso a la defensiva durante un discurso en la Universidad George Washington, atribuyendo el bajo estado anímico en su dependencia a lo que calificó como “burocracia sin sentido” y “desdén y falta de respeto” por parte de los líderes políticos.
Tras asumir su cargo, el procurador general Jeff Sessions, ordenó la renuncia de casi todos los fiscales federales a nivel nacional. Aún no ha nominado a ningún sucesor ante el Senado, el cual debe confirmarlos a todos, por lo cual no resulta claro cuándo empezarán los fiscales federales a cambiar su enfoque.
Sessions dijo asimismo haber eficientizado la contratación de jueces inmigratorios, y que el Departamento de Justicia agregaría 50 jueces de ese tipo el presente año y 75 el próximo para auxiliar a dar trámite a las solicitudes de asilo, las órdenes de deportación y otros casos.
Lo anterior ayudaría pero difícilmente resolvería el problema. Actualmente existen 250 jueces inmigratorios, con un rezago de 542 mil casos en los tribunales de inmigración.
Además, en el reporte más reciente de la inspección general de Seguridad Interna se señala que los agentes del ICE están mal equipados para monitorear su carga laboral.
En el informe se responsabilizó a la dependencia de otorgar insuficiente capacitación y de no ofrecer directrices “actualizadas, integrales y accesibles” sobre las deportaciones. Resolver tales fallas, se señala, “podría requerir una cantidad considerable de tiempo y recursos”.
“Dichas deficiencias administrativas y obstáculos sin resolver dificultan al ICE deportar en forma expedita a los extranjeros”, se indica.