Arrancados de su familia
Nueva York— Quien quiera ejemplos vívidos de las consecuencias injustas de la política migratoria de línea dura del secretario de Seguridad Interna, John Kelly, no necesita ir más allá de Maribel Trujillo-Díaz, quien tiene cuatro hijos, vivía cerca de Cincinnati, era el principal sostén de la familia y no tiene antecedentes penales. O el de Juan Manuel Montes, un californiano de 23 años de edad, quien llegó a Estados Unidos cuando tenía nueve y había estado protegido de la deportación con el programa de la acción diferida para quienes llegaron en la infancia (DACA), del ex presidente Barack Obama.
Ninguno de ellos encaja en el perfil del “extranjero criminal” ni es una amenaza a la patria. Por el contrario. Trujillo había solicitado, infructuosamente, el asilo y se había ordenado su deportación a México. Sin embargo, sensatamente, los agentes del Departamento de Inmigración y Aduanas no vieron ninguna buena razón para sacarla y le permitieron quedarse y atender a sus hijos – mismos que tienen 3, 10, 12 y 14 años, y son ciudadanos estadounidenses, siempre y cuando se reportara con ellos en forma regular. Eso hizo exactamente hasta que al cumplir con su cita cuando ya había tomado posesión el nuevo gobierno, éste no mostró ninguna compasión. Ahora ya no está.
Existen versiones contradictorias de los abogados de Montes y la Seguridad Interna sobre si su permiso para permanecer en Estados Unidos, de conformidad con el DACA, se había anulado cuando cruzó a México y luego trató de regresar. Sin embargo, no hay ninguna disputa en cuanto a que es un “Dreamer” (soñador), al que trajeron ilegalmente al país cuando era niño, sin que él cometiera ninguna falta propia, y, por ningún motivo, una parte de la cohorte de depredadores extranjeros a los que Kelly evocó febrilmente.
Los estadounidenses necesitan reconocer y rechazar esta gran fusión de inmigrantes no autorizados con criminales.
Kelly habló de la violencia espeluznante y amenazas existenciales, en tanto que desestimaba como inevitablemente falsa a cualquiera versión de extralimitación por parte de las fuerzas del orden. No crean, dijo, ningún “reporteo parcial y a menudo impreciso de los medios sobre algún supuesto incidente en un aeropuerto, en un juzgado o en un cruce fronterizo”. Esos “supuestos” incidentes de los que Kelly se mofa, están haciendo un daño real a las familias de inmigrantes por todo Estados Unidos.
Esto no es razonable, no es inteligente, ni mantiene segura a la patria. Las deportaciones insensatas de inmigrantes inofensivos, como Trujillo y Montes, están propagando el miedo a lo largo y lo ancho, y están consternando a quienes reconocen su crueldad insensata, como John Kasich, el gobernador republicano de Ohio, quien dijo lo siguiente: “Tenemos suficientes familias destrozadas en el país”.