El FBI debe ser protegido... ¡de la Casa Blanca!
El FBI está en problemas y debe ser protegido, de la Casa Blanca, ante todo.
La investigación del año pasado por correo electrónico de Hillary Clinton puso a la agencia en medio de una pelea política. El presidente Donald Trump planteó aún mayores preocupaciones por la independencia de la agencia cuando corrió el martes al director del FBI, James Comey.
Al principio Trump y su personal alegaron que se movió contra Comey basado en un memorando del martes del Vice Fiscal Rod Rosenstein condenando el manejo de Comey de la investigación de los correos electrónicos de Clinton. El jueves, Trump admitió en una entrevista con la cadena NBC que “yo iba a despedirlo independientemente de la recomendación”, llamando a Comey un “presumido”.
Los informes sugieren que Comey enfureció a Trump con su investigación y discusión sobre la intromisión de Moscú en las elecciones de 2016, lo que ayudó a la campaña de Trump.
Trump también afirmó el jueves que le preguntó a Comey en un momento si el FBI lo estaba investigando, y que Comey dijo que no. Si es cierto, tanto la pregunta como la respuesta son alarmantes.
Ante todo, la aplicación de la ley debe estar aislada de toda interferencia política y, cuando la administración es objeto de una investigación, la Casa Blanca no se debe entrometer. Es esencial, ahora, que esta a Casa Blanca no se le permita coartar la independencia del Departamento de Justicia y el FBI.
El Procurador General Jeff Sessions prometió en marzo no participar en “asuntos relacionados de ninguna manera con las campañas de presidente de los Estados Unidos”, un compromiso ya cuestionado por su participación en la terminación de Comey.
Debe quedar claro que Rosenstein tendrá la última palabra sobre las investigaciones del FBI en Rusia. Al parecer, el procurador general se mostró desilusionado porque la Casa Blanca trató de apuntarle a Comey. Sessions debe proteger la aplicación de ley federal de la Casa Blanca. La mejor manera de hacerlo en la investigación de Rusia sería con el nombramiento de un fiscal especial.
Rosenstein y el Senado, por su parte, deben asegurarse de que los elegidos para dirigir el FBI se comprometan a preservar la independencia de la agencia. Durante una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado el jueves, el director del FBI Andrew McCabe presentó una línea de base de integridad para juzgar a un futuro candidato.
McCabe dijo que el FBI no informará a la Casa Blanca sobre las investigaciones de Rusia y prometió decirle al Congreso si la Casa Blanca trata de interferir. Insistiendo en que el personal del FBI respetó a Comey y que la investigación de Rusia es “muy significativa”, insinuó con el ejemplo que el próximo director del FBI debería tener la confianza necesaria para contradecir el giro de la administración.
Proteger la independencia del FBI debe ser la misión del próximo director.