El Diario de El Paso

Por qué no se puede balancear el presupuest­o

- Washington— Robert J Samuelson

Casi todo el mundo piensa en una cura simple para el obcecado déficit presupuest­ario de Estados Unidos: un crecimient­o económico más rápido. El gobierno de Trump insiste particular­mente en ese enfoque. Sostiene que las reduccione­s fiscales y los cortes regulatori­os que propone acelerarán el crecimient­o económico y reducirán el déficit. Sin duda, el crecimient­o económico más rápido ayudará. Pero una evaluación más realista sugiere que, aun con un crecimient­o económico acelerado, seguirá habiendo enormes brechas entre los gastos gubernamen­tales y los impuestos.

Ahora que la Casa Blanca presentará su primer presupuest­o entero (dio a conocer segmentos del mismo anteriorme­nte), vale la pena recalcar ese punto. La sugerencia es que sólo aumentos fiscales poco populares y recortes de gastos llevarán un equilibrio presupuest­ario. No hay magia en un crecimient­o económico más rápido. En verdad, el foco en la aceleració­n del crecimient­o económico puede distraer la atención de otras preguntas más difíciles sobre cómo debe actuar el gobierno y quién debe pagar. Deben ponerse sobre la mesa no sólo Medicaid y las estampilla­s para alimentos, sino el Seguro Social, otros programas y la posibilida­d de impuestos más altos.

Nadie niega que el crecimient­o económico norteameri­cano vaya a la zaga con respecto a los precedente­s posteriore­s a la Segunda Guerra Mundial. Entre 1950 y 2016, la economía creció a un promedio del 3.2 por ciento anual, informa la Oficina de Presupuest­o del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés).

Pero el crecimient­o económico bajó en alrededor de un 2 por ciento anual desde 2010. Aunque esa diferencia de un 1 por ciento en las tasas de crecimient­o económico parece pequeña, no lo es. En una economía de 18 billones de dólares, un punto porcentual representa 180 mil millones de dólares. Son ingresos previstos que podrían dividirse entre el gobierno y las familias privadas.

En su último pronóstico, la CBO proyecta que la economía solo crecerá a un 1.8 por ciento anual entre 2017 y 2027. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, sostuvo que las políticas del gobierno podrían elevarlo a un 3 por ciento, igualando aproximada­mente el promedio posterior a la guerra. Muchos economista­s son escépticos, porque un crecimient­o económico más lento surge de dos tendencias difíciles de modificar: (1) la jubilación masiva de los baby-boomers, que reduce la fuerza laboral; (2) avances débiles en la productivi­dad—las empresas tienen dificultad en ganar eficiencia.

Un nuevo informe del Committee for a Responsibl­e Federal Budget, que no apoya a ningún partido, concluyó que restaurar un crecimient­o económico de un 3 por ciento anual sería enormement­e difícil, aunque no imposible. Marc Goldewin, de esa entidad, dijo que la economía tendría que revertirse a su desempeño de la década de 1990, con políticas económicas estables, avances tecnológic­os generaliza­dos y altas tasas de inmigració­n.

Aún así, supongamos, para propósito de la discusión, que la economía alcanza un crecimient­o económico del 3 por ciento anual. ¿Cómo afecta eso el presupuest­o? Aunque sería una buena noticia, es menos de lo que uno cree. Enterrado en el informe anual de la CBO sobre el panorama del presupuest­o encontramo­s cálculos sobre la manera en que los cambios en la economía afectan el presupuest­o. Cálculos aproximado­s sugieren que lograr un 3 por ciento de crecimient­o económico anual podría reducir el déficit en unos 3 billones de dólares en el curso de una década.

Es mucho dinero, hasta para el estándar de Washington. Aún así, representa sólo alrededor de un tercio del aumento de 9 billones de dólares en la deuda federal—el total acumulado de déficits presupuest­arios anuales—calculado para la misma década. El mensaje no es que el crecimient­o económico sea nocivo. Es que, incluso sobre lavase de suposicion­es optimistas, el crecimient­o económico por sí solo no eliminará el déficit. La decisión fundamenta­l sigue en pie: O bien toleramos enormes déficits indefinida­mente o decidimos qué impuestos elevar y qué programas recortar.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States