Estudian paso de la Monarca
Quintana, Texas— Una explosión de color les da la bienvenida a los visitantes del Parque del Condado Playa Quintana, mariposas de color naranja y negro pueden ser vistas entre los vibrantes tonos de rojo, rosa y morado que hay en el jardín polinizador.
El periódico The Factos reportó que los microscópicos huevecillos de la mariposa monarca no son fáciles de detectar entre las flores, aunque Patty Brinkmeyer tiene un buen ojo para ese tipo de cosas.
“Una vez que uno los ha visto en tantas ocasiones, puede encontrar muchos”, comentó la directora del parque, recogiendo cuidadosamente un huevecillo de las hojas de un vástago.
Brinkmeyer está haciendo su parte para conservar una pieza importante del rompecabezas ecológico de la Costa del Golfo al detectar mariposas monarca y etiquetarlas con el fin de verificar sus patrones de inmigración después que las libere en su jardín polinizador.
Una vez que la oruga monarca nace y surge de su crisálida, Brinkmeyer le coloca una etiqueta a prueba de la temperatura con un número serial único en su ala antes de liberarla en el jardín.
“Utilizamos un tipo especial de pegamento que no daña a las mariposas”, explicó Brinkmeyer mientras demuestra el proceso. “Eso no le impide volar”.
Todas las mariposas que son mantenidas en una carpa especial en la oficina de Brinkmeyer forman parte de un programa de etiquetación de monarcas que le da seguimiento a la migración de esas criaturas aladas.
Las monarcas pasan por Texas en su trayecto hacia Canadá y México, tanto en el otoño como en la primavera, de acuerdo con el sitio en la web del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas.
“Según hemos encontrado, toma cuatro generaciones el llegar a Norteamérica”, comentó Brinkmeyer.
“La cuarta generación hace el viaje completo, así que viven mucho más tiempo”.
Sólo el 5 por ciento de los huevecillos llegan a la etapa de la mariposa, comentó Brinkmeyer, que es la razón por la que empezó a criar insectos hace tres años.
“Ha habido un gran descenso, principalmente debido a la pérdida del hábitat y a los pesticidas. Crecen mucho en el algodoncillo silvestre y si caen al suelo, se pierden”, dijo.
“Ellas no tiene un largo período de vida de cualquier manera pero si uno las libera como mariposa en lugar de permitir que algo se las coma mientras están en los huevecillos o la oruga, tienen una mejor oportunidad”.
Además de darle seguimiento a la migración, Brinkmeyer se asoció con el estudiante David Berman de la Universidad del Estado de Oklahoma, para llevar a cabo un estudio de tres años sobre el papel que juega Texas en la migración de la monarca, así como también en el efecto que tienen ciertos parásitos en la población de mariposas.
Tiene lugares de prueba en todo Texas, incluyendo Abilene, Kerrville y Rockport, dijo.
“Texas juega un papel muy importante, eso es indiscutible”, comentó Berman. “Una cosa que espero aclarar es en dónde se deben enfocar los esfuerzos de conservación. Tenemos que tener prioridades porque tenemos recursos limitados para la conservación”.
Brinkmeyer toma unas cuantas muestras de cada abdomen de las mariposas con el fin de hacerles una prueba del parásito OE, que puede cavar debajo de la escala de las monarcas.
Frecuentemente, Berman hace viajes a la Costa del Golfo para ver qué ha descubierto su trabajo.
“OE no es tan fatal para las mariposas pero disminuye su tiempo de vida y las debilita de manera general”, dijo Berman. “No podrían migrar y recorrer una larga distancia”.
Debido a una reducción dramática en los niveles de población de la monarca, es importante estudiar todos los factores atenuantes, incluyendo la pérdida del hábitat y los pesticidas, agregó Berman.
Como polinizadoras nativas, las monarcas juegan un papel importante en todo el ecosistema.