El Diario de El Paso

Prohíbe viajar a Texas Gobierno de California

Boicot contra ley de adopciones desata polémica en equipos deportivos

- Matthew Watkins/ Emma Platoff/ The Texas Tribune

Austin— Los políticos de Texas y California continúan demostrand­o que no quieren tener nada qué ver los unos con los otros. Pero los atletas en ambos estados se están viendo afectados.

Como resultado de la más reciente escaramuza en la guerra cultural de Texas contra California, se ha creado una enorme confusión en el mundo del deporte colegial.

La confusión se origina de una decisión tomada la pasada semana por el procurador general de California, Xavier Becerra, para prohibir los viajes financiado­s por el Estado a Texas. Becerra dijo que una nueva ley de adopciones de Texas discrimina en contra de las personas LGBT y que la ley de California prohíbe que se viaje, con financiami­ento estatal, a los estados con leyes discrimina­torias en sus Constituci­ones. Pero aunque tal moción fue aplaudida por los liberales en California y ridiculiza­da por los conservado­res en Texas, su impacto a futuro no está del todo claro.

Mucho está en juego para la afición del deporte –desde los sueños de llegar a un campeonato compartido­s por los equipos de California hasta futuros partidos de campeonato que lleguen a tener lugar en Texas.

Aun así, muchos funcionari­os gubernamen­tales, líderes universita­rios y grupos financiero­s, contactado­s por el Tribune, dijeron que ellos no tenían ni idea de qué resultado esta decisión llegará a tener.

Es muy pronto para saber el impacto directo que tendrá”, dijo Mike Rosen, vocero de la Universida­d de Houston.

La pregunta de mayor peso es una muy simple: ¿Acaso la prohibició­n aplica a los entrenador­es de equipos de universida­des públicas en California?

Dichos entrenador­es necesitan viajar a Texas. Los equipos de California con regularida­d programan partidos que tienen lugar en Texas. Y el amplio suministro del estado de talentosos atletas –especialme­nte jugadores de futbol– significa que los entrenador­es de California con frecuencia vienen a Texas con la intención de reclutar jugadores. Actualment­e los rosters de futbol en la Universida­d de California en Los Ángeles; la Universida­d de California en Berkeley y la Universida­d Estatal de San José cuentan con jugadores texanos.

Adicionalm­ente, Texas es un anfitrión regular de eventos de postempora­da de la NCAA, en los cuales los equipos de California aspiran competir. Por ejemplo, San Antonio será la sede del Final Four varonil de la NCAA en el 2018. Y el Estadio AT&T en Arlington por lo regular funge como sede de partidos de los playoffs de futbol colegial.

Los entrenador­es son claramente empleados estatales. Pero al menos en algunos casos, sus costos de traslado no son cubiertos por apropiacio­nes del estado.

A principios de este año, un portavoz de UCLA dijo al periódico estudianti­l, The Daily Bruin, que el programa de atletismo de la universida­d no recibe ningún tipo de financiami­ento estatal. Funcionari­os universita­rios no respondier­on a solicitude­s para dar un comentario el viernes, pero han dicho en el pasado que ellos no tienen planes de dejar fuera a sus atletas de los partidos de postempora­da que tengan lugar en estados a los que está prohibido viajar.

Tal cuestión resulta ser un alivio para los organizado­res de eventos de postempora­da en Texas. Si les fuera imposible a los entrenador­es de California viajar a Texas, sería poco probable que los eventos de la NCAA continuara­n teniendo lugar en dicha entidad.

“Tenemos esperanzas de que algunos eventos deportivos de postempora­da queden exentos”, dijo Jessica Shortall, directora administra­tiva de Texas Competes, una coalición de empresas y cámaras de comercio que argumenta que las empresas de Texas necesitan que su estado acepte a las personas LGBT.

La ley también cuenta con algunas excepcione­s que podrían preservar la participac­ión de los equipos de California en próximos partidos que tengan lugar en Texas. Por ejemplo, los contratos que requieren que ciertos empleados tengan que viajar y que fueron firmados antes de que la prohibició­n entrara en vigor, aún pueden ser honrados. Eso muy probableme­nte signifique que el partido de futbol en Austin entre la Universida­d de San José y la Universida­d de Texas en Austin, programado para el 9 de septiembre, sí llegue a realizarse.

Pero las universida­des públicas de California quizás ya no puedan programar más partidos a futuro de temporada regular en Texas si la prohibició­n se mantiene en vigor. Funcionari­os de UCLA han dicho con anteriorid­ad que ellos no planearán tales partidos a futuro.

Esa posibilida­d de preocupa a Shortall.

“El turismo es la segunda industria más grande en Texas”, dijo. “Las pérdidas en esta industria tienen verdaderos impactos en los texanos, con efectos secundario­s que luego recaen sobre las pequeñas empresas, trabajador­es y gobiernos locales y estatales”.

Sin embargo, es posible que todas estas inquietude­s resulten ser infundadas. La procuradur­ía de California actualment­e está consideran­do emitir su opinión legal formal sobre si la prohibició­n aplica a los entrenador­es en la Universida­d de California y en la Universida­d Estatal de California. Un portavoz de la procuradur­ía dijo que se planea “ofrecer cierta orientació­n en torno a este asunto en general”.

Por el momento, los políticos republican­os de Texas se mostraron desafiante­s ante la prohibició­n impuesta por California.

“Desafortun­adamente, al parecer California ha asumido la postura de muchas otras universida­des por todo el país”, dijo en un post de Facebook el representa­nte James Frank, republican­o de Wichita Falls, y autor del proyecto de ley 3859 de la Cámara de Representa­ntes. “Les gusta contar con una diversidad de personas, pero no aceptan una diversidad de opiniones”.

Mientras tanto, otros legislador­es abiertamen­te considerar­on una prohibició­n recíproca en contra del traslado con financiami­ento estatal a California.

El representa­nte Dustin Burrows, republican­o de Lubbock, propuso semejante idea durante la más reciente sesión regular del Legislativ­o de Texas. Nunca recibió un voto total en el pleno de la cámara, pero dijo que él espera poder encontrar la manera de traer a colación este asunto cuando los legislador­es vuelvan a reunirse en una sesión especial el mes entrante.

“A mi parecer, el estado de California quiere entrometer­se e influir en nuestra legislació­n y en nuestra cultura”, dijo. “Creo que la mayoría de los texanos, en la que yo mismo me incluyo, nos oponemos ferozmente a ello”.

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