Prohíbe viajar a Texas Gobierno de California
Boicot contra ley de adopciones desata polémica en equipos deportivos
Austin— Los políticos de Texas y California continúan demostrando que no quieren tener nada qué ver los unos con los otros. Pero los atletas en ambos estados se están viendo afectados.
Como resultado de la más reciente escaramuza en la guerra cultural de Texas contra California, se ha creado una enorme confusión en el mundo del deporte colegial.
La confusión se origina de una decisión tomada la pasada semana por el procurador general de California, Xavier Becerra, para prohibir los viajes financiados por el Estado a Texas. Becerra dijo que una nueva ley de adopciones de Texas discrimina en contra de las personas LGBT y que la ley de California prohíbe que se viaje, con financiamiento estatal, a los estados con leyes discriminatorias en sus Constituciones. Pero aunque tal moción fue aplaudida por los liberales en California y ridiculizada por los conservadores en Texas, su impacto a futuro no está del todo claro.
Mucho está en juego para la afición del deporte –desde los sueños de llegar a un campeonato compartidos por los equipos de California hasta futuros partidos de campeonato que lleguen a tener lugar en Texas.
Aun así, muchos funcionarios gubernamentales, líderes universitarios y grupos financieros, contactados por el Tribune, dijeron que ellos no tenían ni idea de qué resultado esta decisión llegará a tener.
Es muy pronto para saber el impacto directo que tendrá”, dijo Mike Rosen, vocero de la Universidad de Houston.
La pregunta de mayor peso es una muy simple: ¿Acaso la prohibición aplica a los entrenadores de equipos de universidades públicas en California?
Dichos entrenadores necesitan viajar a Texas. Los equipos de California con regularidad programan partidos que tienen lugar en Texas. Y el amplio suministro del estado de talentosos atletas –especialmente jugadores de futbol– significa que los entrenadores de California con frecuencia vienen a Texas con la intención de reclutar jugadores. Actualmente los rosters de futbol en la Universidad de California en Los Ángeles; la Universidad de California en Berkeley y la Universidad Estatal de San José cuentan con jugadores texanos.
Adicionalmente, Texas es un anfitrión regular de eventos de postemporada de la NCAA, en los cuales los equipos de California aspiran competir. Por ejemplo, San Antonio será la sede del Final Four varonil de la NCAA en el 2018. Y el Estadio AT&T en Arlington por lo regular funge como sede de partidos de los playoffs de futbol colegial.
Los entrenadores son claramente empleados estatales. Pero al menos en algunos casos, sus costos de traslado no son cubiertos por apropiaciones del estado.
A principios de este año, un portavoz de UCLA dijo al periódico estudiantil, The Daily Bruin, que el programa de atletismo de la universidad no recibe ningún tipo de financiamiento estatal. Funcionarios universitarios no respondieron a solicitudes para dar un comentario el viernes, pero han dicho en el pasado que ellos no tienen planes de dejar fuera a sus atletas de los partidos de postemporada que tengan lugar en estados a los que está prohibido viajar.
Tal cuestión resulta ser un alivio para los organizadores de eventos de postemporada en Texas. Si les fuera imposible a los entrenadores de California viajar a Texas, sería poco probable que los eventos de la NCAA continuaran teniendo lugar en dicha entidad.
“Tenemos esperanzas de que algunos eventos deportivos de postemporada queden exentos”, dijo Jessica Shortall, directora administrativa de Texas Competes, una coalición de empresas y cámaras de comercio que argumenta que las empresas de Texas necesitan que su estado acepte a las personas LGBT.
La ley también cuenta con algunas excepciones que podrían preservar la participación de los equipos de California en próximos partidos que tengan lugar en Texas. Por ejemplo, los contratos que requieren que ciertos empleados tengan que viajar y que fueron firmados antes de que la prohibición entrara en vigor, aún pueden ser honrados. Eso muy probablemente signifique que el partido de futbol en Austin entre la Universidad de San José y la Universidad de Texas en Austin, programado para el 9 de septiembre, sí llegue a realizarse.
Pero las universidades públicas de California quizás ya no puedan programar más partidos a futuro de temporada regular en Texas si la prohibición se mantiene en vigor. Funcionarios de UCLA han dicho con anterioridad que ellos no planearán tales partidos a futuro.
Esa posibilidad de preocupa a Shortall.
“El turismo es la segunda industria más grande en Texas”, dijo. “Las pérdidas en esta industria tienen verdaderos impactos en los texanos, con efectos secundarios que luego recaen sobre las pequeñas empresas, trabajadores y gobiernos locales y estatales”.
Sin embargo, es posible que todas estas inquietudes resulten ser infundadas. La procuraduría de California actualmente está considerando emitir su opinión legal formal sobre si la prohibición aplica a los entrenadores en la Universidad de California y en la Universidad Estatal de California. Un portavoz de la procuraduría dijo que se planea “ofrecer cierta orientación en torno a este asunto en general”.
Por el momento, los políticos republicanos de Texas se mostraron desafiantes ante la prohibición impuesta por California.
“Desafortunadamente, al parecer California ha asumido la postura de muchas otras universidades por todo el país”, dijo en un post de Facebook el representante James Frank, republicano de Wichita Falls, y autor del proyecto de ley 3859 de la Cámara de Representantes. “Les gusta contar con una diversidad de personas, pero no aceptan una diversidad de opiniones”.
Mientras tanto, otros legisladores abiertamente consideraron una prohibición recíproca en contra del traslado con financiamiento estatal a California.
El representante Dustin Burrows, republicano de Lubbock, propuso semejante idea durante la más reciente sesión regular del Legislativo de Texas. Nunca recibió un voto total en el pleno de la cámara, pero dijo que él espera poder encontrar la manera de traer a colación este asunto cuando los legisladores vuelvan a reunirse en una sesión especial el mes entrante.
“A mi parecer, el estado de California quiere entrometerse e influir en nuestra legislación y en nuestra cultura”, dijo. “Creo que la mayoría de los texanos, en la que yo mismo me incluyo, nos oponemos ferozmente a ello”.